Francisco Gómez-Salazar
Francisco Gómez-Salazar y Lucio-Villegas (Arija, 7 de julio de 1827-Santuario de Nuestra Señora de Montesclaros, 13 de marzo de 1906)[1] fue un religioso católico, teólogo, jurista, académico y catedrático universitario español.[2] BiografíaHermano de Manuel Gómez-Salazar, que llegó a ser arzobispo de Burgos,[2][1] Francisco Gómez-Salazar nació en la localidad burgalesa de Arija. Cursó Filosofía elemental en el seminario de Burgos y obtuvo el grado de Bachiller en Artes en la Universidad Central de Madrid.[3] Después continuó su formación en la Universidad de Valladolid, donde se licenció en Teología en 1852, compaginando esta formación con los estudios de lengua hebrea, latín y griego.[3] Se doctoró en teología en el Seminario de Granada en 1855 y revalidó el doctorado en la Universidad Central en 1857, mismo año en que fue ordenado sacerdote.[2][1] En esta universidad siguió su formación como jurista, licenciándose en Derecho en 1862 y obteniendo después el doctorado.[1][3] Durante toda su formación universitaria recibió las más altas calificaciones y varios premios extraordinarios.[1] Fue profesor de hebrero en la universidad vallisoletana durante un año[3] y catedrático de hebreo y griego en el Seminario de San Pelagio en Córdoba (1853-1857).[2][3] El obispo cordobés lo nombró ecónomo de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena en 1855 y del sagrario de la Catedral de Córdoba en 1856.[2][3] Ese mismo año obtuvo la cátedra de teología en la Universidad Central que hubo de abandonar en 1863 al ser suprimida.[3] En 1875 obtuvo la cátedra la de derecho canónico en la misma universidad,[3] en este caso sustituyendo a Eugenio Montero Ríos.[1] En 1885 fue elegido académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas en sustitución de Francisco Javier Caminero y Muñoz,[2] donde se incorporó en diciembre de ese mismo año con el discurso Relaciones entre la Iglesia y el Estado o Etnarquía cristiana.[2] En 1886 fue nombrado obispo de León, momento en que abandonó la enseñanza.[1] En 1903 renunció a su puesto como académico de número en la Academia por residir fuera de Madrid, pasando a ser académico correspondiente[2] y al año siguiente renunció al obispado por problemas de salud.[1] Falleció en 1906 en el santuario de Nuestra Señora de Montesclaros en Cantabria.[1] ObrasRelación no exhaustiva:[1]
Referencias
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