Francisco Aznar y Pueyo
Francisco Aznar Pueyo (Panticosa, 29 de mayo de 1821[1] - Tortosa, 29 de junio de 1893), fue un obispo español del siglo XIX.[1] BiografíaEstudió Gramática y Humanidades[1] en los Escolapios de Jaca.[2] Prosiguió su formación en la Universidad Sertoriana y en el Seminario de Huesca, donde se licenció en Filosofía y Teología, y también en la Universidad de Zaragoza, donde se doctoró en las mismas materias.[1] Ejerció como profesor de Teología en ambas universidades[2] y, concretamente, en la de Zaragoza lo fue a partir del 14 de marzo de 1846.[1] Desde ese mismo año fue también párroco de Movera. Entre 1854 y 1862 fue rector de la colegiata de Tamarite de Litera, donde conoció al tamaritano Constantino Bonet y Zanuy, que tras su nombramiento como obispo de Gerona lo nombró Secretario de Cámara en 1862 y posteriormente archidiácono.[3] Cuando Bonet fue ascendido a arzobispo de Tarragona en 1875, Aznar Pueyo le acompañó,[1] manteniendo el cargo de secretario para posteriormente ser nombrado canónigo de la catedral metropolitana.[3] Aznar y Pueyo fue designado obispo de Tortosa el 31 de diciembre de 1878, recibiendo la preconización el 28 de febrero de 1879.[4] Fue ordenado obispo el 6 de julio de 1879, en una ceremonia presidida por el entonces arzobispo de Tarragona, Benito Vilamitjana y Vila, con la ayuda como consagradores de Tomás Costa y Fornaguera, obispo de Lérida, y Ramón Fernández y Lafita, obispo de Jaca.[4] Tomó posesión del cargo el 13 de julio de 1879, haciendo entrada en la ciudad el día 19 del mismo mes.[5] Aznar y Pueyo fue un integrista y partidario del tradicionalismo, protegiendo publicaciones ultramontanas y oponiéndose al matrimonio civil.[6] También promovió la implantación de órdenes religiosas como las teresianas o los jesuitas en el sistema educativo de su diócesis[7] y la persecución de los masones, contra los que escribió una pastoral en 1884.[8] Durante su episcopado tuvo lugar en 1887 la asamblea general de los Círculos Católicos,[9] algo que es visto como una importante innovación social y un significativo evento político antiliberal de la época.[10] Realizó igualmente una peregrinación a Roma para visitar el sepulcro de san Luis.[1] Murió a las seis de la mañana[11] del 29 de junio de 1893,[4] y fue enterrado a la capilla de san Pedro de la catedral de Tortosa.[12] Referencias
Bibliografía
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