Febo (mitología)Febo (en latín Phoebus / Apollo, en italiano Febo, en griego antiguo Φοῖβος) es un apodo o epíteto del dios Apolo en la mitología clásica.[1] Probablemente su significado originalmente era «brillante». Los poetas clásicos latinos también aplicaban el apodo Febo al dios sol, de ahí las referencias comunes en la poesía europea posterior a Febo y su carro como una metáfora del sol.[2] Pero en textos mitológicos el dios-sol y Apolo no son por lo demás confundidos ni identificados. Por ejemplo, en Las metamorfosis de Ovidio el héroe Faetón es hijo de Febo el dios-sol, y no hijo de Apolo Febo.[3] Cervantes, en el Quijote, al comienzo del capítulo XX de la segunda parte, se refiere al sol con el nombre de Febo: «Apenas la blanca aurora había dado lugar a que el luciente Febo con el ardor de sus calientes rayos...».[4] Su nombre fue utilizado en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, junto al de Atenea, para las mascotas, dos hermanos llamados Athenà y Phèvos.[5] Por otra parte, la letra de la Marcha de San Lorenzo, escrita por el argentino Carlos Javier Benielli, comienza su primera estrofa aludiendo al sol utilizando la forma en consideración: «Febo asoma; ya sus rayos / iluminan el histórico convento».[6] También en el Himno Nacional Paraguayo completo de siete estrofas se hace alusión a Febo en la segunda estrofa con el siguiente fragmento;[7] «Largos años cuál Febo entre nubes, Vióse oculta la perla del Sud...» En el Don Juan (Byron) , en The islands of Greece se lee "Where Delos rose and Phoebus sprung". [8] Referencias
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