Falda masculinaEl uso de faldas es considerado como femenino en las sociedades modernas, pero en algunos contextos han sido también usadas por varones.[1] Es más común en Escocia, donde los hombres usan un tipo especial de falda de tela entramada en tartán (a cuadros) llamada falda escocesa o kilt.[2] TrasfondoA principios de la época victoriana hubo un declive en el uso de la vestimenta con colores llamativos y lujosos para hombres, prefiriendo la sobriedad en el vestir.[3][4][5] A mediados del siglo XX, la vestimenta masculina occidental estándar estaba conformada principalmente por el traje completo formado por chaqueta, corbata y pantalón. En la década de 1960 empezó un rechazo entre los más jóvenes hacia la moda preestablecida en Occidente, tanto para hombres y mujeres. La tendencia hacia lo unisex tenía la intención de acabar con las diferencias entre hombres y mujeres. En la práctica, las mujeres querían usar ropa masculina (por ejemplo: camisas y pantalones) pero los hombres raramente fueron tan lejos como para usar ropa tradicionalmente femenina. Lo más lejos que pudo llegar un varón joven a finales de los años 1960 fue a usar pantalones aterciopelados, camisas y corbatas floreadas o adornadas y cabello largo.[6] El artista Gustavo del Río creó primera la minifalda para hombre en 1967, durante la performance body-art, La obra soy yo.[7] En la década de 1980, unas cuantas celebridades masculinas llegaron a usar falda y diseñadores de moda como Jean Paul Gaultier, Giorgio Armani, John Galliano, Kenzō Takada, Rei Kawakubo y Yohji Yamamoto intentaron promover la idea del uso de falda en hombres.[8] Los kilts y derivados de esta siguen siendo utilizados actualmente en Escocia.[9] La fustanela en Grecia, el sarong en Malasia e Indonesia, los dhoti en la India, los djellaba y los caftanes en el norte de África,[10][11] los kimonos en Japón y las sotanas que usan los sacerdotes cristianos de todas las denominaciones, son ejemplos modernos de vestimentas no bifurcadas para hombres. A partir de la década del 2010 se puso de moda en países como Japón el uso de minifaldas y microfaldas por parte de hombres jóvenes, ya sea por diversión (crossplay), fetichismo, etc.[12] Normalmente estas tienden a tener un estampado de colegiala. Siguiendo esa tendencia, importantes firmas de moda pusieron a la venta faldas para hombres.[13] No obstante, algunos críticos han visto una motivación política detrás de estas modas.[14][15] Véase tambiénReferencias
Bibliografía
Enlaces externos
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