Experimento KentlerEl Experimento Kentler fue un experimento realizado por el sexólogo alemán Helmut Kentler en Alemania Occidental donde se entregaba niños huérfanos o con problemas a pedófilos.[1] El experimento fue financiado por el Senado de Berlin[2] y tuvo el apoyo del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD)[3][4] y de diversos intelectuales de izquierda.[5] TrasfondoTras la Segunda Guerra Mundial se dio un rechazo a lo que se consideraba tradicional bajo la idea de que era autoritario, por lo que proclamó nuevas ideas progresistas basadas en la liberación sexual y el derribo de tabúes. Para la década de 1960, algunas personas veían el sexo con niños como algo progresista.[6] Helmut Kentler era, por la época, un sexólogo y psicólogo alemán influido por las ideas de Wilhelm Reich. En base a su influencia, Kentler postulaba que la represión sexual era clave para entender el fascismo.[7] Por ello abogaba por la liberación sexual como una forma de construir una nueva sociedad, por lo cual los padres debían iniciar sexualmente a sus hijos ya que "el contacto sexual entre niños y adultos no es dañino".[5] De esta forma se iba a "prevenir otro Auschwitz".[7] ExperimentoKentler fue designado director del Departamento de Educación Social en el Centro Pedagógico.[2] El Centro se había establecido en 1965 con el objetivo de convertir Berlín en líder internacional de las reformas educativas.[7] En 1969, Kentler inicia su experimento[5][8] con "fines pedagógicos"[9] a partir del caso de "Ulirch", un niño de 13 años que le contó a Kentler sobre un hombre al que llamaba "Madre Invierno" que les daba alimentos y ropa a los niños de la estación del zoológico a cambio de que se acostaran con él. A partir de esto, Kentler se planteó que "si ellos llaman a este hombre ‘madre’, no puede ser malo". De esta forma, Kentler empieza a entregar a chicos huérfanos a "cuidadores" pedófilos.[2] Kentler era consciente de que los adultos eran pedófilos y tendrían relaciones sexuales con los menores.[10] Diversos casos de violaciones a menores de edad, grabaciones de videos explícitos y palizas fueron registradas.[1] Incluso se registró la muerte de un chico discapacitado a manos de su "cuidador". Kentler consideró que su experimento fue un éxito.[5] ConsecuenciasTras las denuncias, el Senado de Berlin decidió iniciar una investigación.[1] La Universidad de Hildesheim elaboró un informe sin poder determinar con precisión la cantidad de afectados.[6] Referencias
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