Estación IXLa Estación IX fue una fábrica secreta británica perteneciente al Special Operations Executive (SOE) y que se encargaba de la fabricación de equipamiento especial para los Comandos de fuerzas especiales durante la Segunda Guerra Mundial. Estaba establecida en una mansión llamada The Frythe a unas pocas horas en coche del Norte de Londres cerca de la ciudad de Welwyn. 'The Frythe' era un hotel exclusivo pero fue requisado en agosto de 1939 por la Inteligencia militar Británica. ActividadesLa Estación fue responsable del desarrollo y producción de armas para el SOE, el cual fue creado en julio de 1940 para dar apoyo en toda la Europa ocupada a las organizaciones de agentes y células de resistencia y proveerlas de armas y equipamiento especial. La Estación IX era sólo uno de los varios talleres y laboratorios ubicados por toda Inglaterra destinados a este fin. Su oficial al mando era John Dolphin. Las investigaciones científicas estaban bajo la supervisión del profesor D.M. Newitt y estas investigaciones de alto secreto comprendían la invención y desarrollo de explosivos, vehículos militares y equipamiento, técnicas de sabotaje, camuflaje, guerra biológica y química. En los sótanos de 'The Frythe' pequeñas cabinas y barracones hacían la función de talleres y laboratorios.[1] Las instalaciones eran en general bastante poco usuales. Estaban fuertemente vigiladas por guardias y perros Pastor Alemán y su personal incluía a personal civil como científicos, ingenieros y artesanos (que recibían rango militar) y personal militar de las tres fuerzas que vestían cada uno con sus uniformes e insignias correspondientes.[2] A todos los artefactos desarrollados para el SOE en la Estación IX de Welwyn se les asignaba el prefijo "Wel".[3] Así por ejemplo John Dolphin fue el responsable de la "Welbike" y el "Welman", y lideró el desarrollo del "Welfreighter". Uno de los ingenieros más productivos e ingeniosos destinado en la Estación IX fue el Mayor H Q A Reeves quien inventó el "Welrod", el "Sleevegun" y desarrolló entre otras cosas, el silenciador para la ametralladora "Sten", visores nocturnos fluorescentes o la "Welbum". Todo esto fue hecho público al final de la guerra a través de un documento para asegurar que se concedían los créditos de las invenciones a las personas correctas.[4] Invenciones
Referencias
|