Encuentro de Las Raíces
Se conoce como Encuentro de Las Raíces a la reunión semisecreta que se celebró en el paraje conocido como Las Raíces el 16 o 17 de junio de 1936, un mes antes del estallido de la Guerra civil española.[1] En efecto, el paraje fue el escenario de una reunión entre los principales mandos militares de Tenerife, el general Franco, entonces comandante general de Canarias, y otros oficiales del Ejército y políticos derechistas,[2] con el objeto de poner a punto los planes para la inminente sublevación.[3][4] La reunión fue registrada por el fotógrafo Adalberto Benítez, autor de una toma que constituye la imagen del evento.[5] Su simbolismo en la preparación de la sublevación fue la razón por la que el paraje fue declarado conjunto histórico en 1964.[6] Ya en 1956 se construyó un monumento conmemorativo que estuvo en pie hasta 2015, cuando fue derribado por el Cabildo Insular de Tenerife, al considerarlo contrario a lo dispuesto en la ley de Memoria Histórica de 2007. El 23 de junio de 1936, el general Franco envió una carta a Casares Quiroga con un doble motivo: templar gaitas sobre la rebelión en marcha y justificar la reunión de Las Raíces.[7][8][9] En la carta se instaba al gobierno para que se dejase aconsejar por los generales que, «exentos de pasiones políticas», se preocupaban por las inquietudes y preocupaciones de sus subordinados ante los graves problemas de la Patria. Casares Quiroga no respondería a la carta.[9] ParticipantesUn centenar de oficiales y suboficiales participantes aparecen en la imagen de Adalberto Benítez, pero a su vez se conoce que estuvieron presentes algunos políticos.
AcuerdosUno de los presentes afirmó posteriormente que en el encuentro «nos juramentamos a seguir ciegamente y con fe inquebrantable, dándole así la confianza plena en estas guarniciones».[12] PolémicasSe ha hablado de manipulación en la instantánea de Adalberto Benítez con la intención de incorporar a Franco a la foto, donde parece que inicialmente no estaba. Del mismo modo, se discute cómo fue posible que una reunión que pretendía un levantamiento militar no fuera detectada por el Gobierno y la inteligencia militar.[1] Bibliografía
Referencias
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