Emma Formas
Emma Formas de Dávila (Santiago, 1886 - ibidem 1959) fue una artista, pintora y escultora chilena. BiografíaA los 24 años ingresa a la Academia de Bellas Artes, donde fue alumna de los pintores chilenos Pedro Lira, Alberto Valenzuela Llanos y del español, Fernando Álvarez de Sotomayor. Viaja a Europa a principios de los años 1920 a la Escuela de París, donde se encuentra con las artistas: Marta Cuevas, Emilia Guevara, Sara Malvar, Herminia Arrate y Henriette Petit, con quienes intercambio conocimientos. Estos viajes significaron el encuentro, compañerismo y solidaridad artística que propiciaron una transformación y renovación plástica de un grupo de artistas chilenos a partir de los años 1920. Participa en salones oficiales nacionales, destacándose principalmente en el género del retrato y en la ejecución de desnudos femeninos. Si bien su obra fue comentada en la prensa de la época por destacados críticos como Nathanael Yáñez Silva, existe poca información sobre su vida. ObraLa artista fue un importante exponente del movimiento femenino intelectual de principios de siglo XX. Aunque su especialidad fueron los retratos y desnudos femeninos, también ejecuta paisajes, cuadros de flores y naturalezas muertas al óleo sobre tela y pastel, al mismo tiempo se destacara también en la escultura. Desde la crítica de la época, fue una artista considerada como una figura promisoria del arte chileno,[1] destacando su temperamento y condiciones de dibujante. Sus obras alcanzaron perfeccionamiento técnico, rasgos que mostraron su adhesión al romanticismo purista, al naturalismo y realismo. Entre sus obras más importantes cabe destacar Autorretrato (1919) y Desnudo (1920), ambas obras presentan una nueva forma de representar la imagen de la mujer sobre su propio cuerpo,[2] lo que la inscribe en la apertura expresiva sobre como definir y exponer su propia corporalidad, que aun se asociaba a temas burgueses y actividades de carácter doméstico y privado. Sobre Autorretrato, presentado para el Salón de 1919, el crítico Nathanael Yáñez Silva dirá que «tiene bastante carácter y parecido. Es un poco crudo de color y fondo indeciso, defectos que no obscurecen las cualidades anotadas»,[3] donde evidencia los rasgos de una mujer con carácter y «espíritu libre», como la describe el mismo en 1919: «Es un espíritu fuerte. Oye las críticas, y toma de ellas lo que le conviene. Sabe ver claramente, con fina intuición femenina, donde puede haber en un juicio apasionamiento o frialdad para su labor, sabe, en una palabra 'leer' lo que se escribe sobre ella y ésta es una cualidad muy poco común entre los artistas en general...».[4] La historiadora del arte Gloria Cortés comenta sobre el Autorretrato: "En él, la autora aparece de medio cuerpo, sosteniendo un pincel en actitud reposada pero desafiante frente al espectador. La imagen de Formas corresponde al nuevo modelo de mujer de los años '20, que lleva falda corta y pelo recogido, en una expresión objetiva pero también pro positiva del imaginario femenino[4]". Este tipo de representación, otorga al autorretrato una forma de legitimación y re afirmación desde el género, buscando también la validación como profesionales de las artes. Premios y distinciones
Exposiciones individuales
Exposiciones colectivas
Colecciones públicasMuseo Nacional de Bellas Artes:
Colecciones particularesColección Roberto Palumbo:
Bibliografía
Referencias
Enlaces externos |
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