El canon de medicina
El Canon de medicina (título original en árabe: القانون في الطب, Al-qanun fi al-tibb) es una enciclopedia médica de 5 volúmenes escrita por el científico y médico musulmán persa Ibn Sina (Avicena) alrededor del año 1025.[1] El libro se basaba en una combinación de su propia experiencia personal, del conocimiento médico del mundo islámico medieval, el cual había sido influenciado por tradiciones anteriores como las medicinas griega y romana (particularmente los escritos de Galeno [2]); las medicinas persa, china y de la India (representada por las obras de Súsruta y Cháraka), así como por las medicinas persa y árabe preislámicas.[3] El Canon se considera uno de los libros más famosos de la historia de la medicina. Su traducción del árabe al latín en el siglo XII por la Escuela de Traductores de Toledo influyó mucho en el desarrollo de la medicina medieval en Europa Occidental. El canon de medicina fue una autoridad de la medicina hasta el siglo XVIII.[4] Establece los principios de la medicina en Europa y en el mundo islámico y es una de las obras escritas más reputadas de Avicena. Los principios de medicina que describió en este libro hace diez siglos siguen siendo enseñados en la UCLA y en la Universidad de Yale entre otras como parte de la historia de la medicina. Entre otras cosas, el libro introduce la experimentación y la cuantificación sistemáticas en el estudio de la fisiología,[5] y por el descubrimiento de las enfermedades contagiosas.[6] El Canon de medicina es un texto importante en la medicina unani, una forma de medicina tradicional practicada en la India.[7] TítuloEl título El Canon de medicina viene del título en latín medieval Canon Medicinae, a su vez una traducción del original en árabe القانون في الطب (al-Qānūn fī aṭ-Ṭibb) con el mismo significado. "Canon" (del término Qanun, que significa 'ley' o 'código legal' en árabe y persa) connota aquí un sistema ordenado o una enciclopedia universal completa.[8] La versión medieval común del título era Liber Canonis.[9] DesarrolloLas tradiciones médicas de Galeno y, por lo tanto, de Hipócrates han dominado la medicina islámica desde sus inicios. Avicena buscó encajar esas tradiciones en la filosofía natural de Aristóteles.[2] Él empezó a escribir el Canon en Kunya-Urgench, lo continuó en Rayy y lo finalizó en Hamadán [10] en 1025.[1] El resultado fue una "summa" clara y ordenada de todo el conocimiento médico de su época.[2] Sirvió como una referencia más concisa en contraste con los 20 volúmenes del corpus médico de Galeno.[11] Visión generalEl Canon de medicina se divide en cinco libros:[10]
Los libros 1, 3 y 4 están divididos cada uno en partes (fanns), capítulos (ta’līms), subcapítulos (jumlahs), secciones (faṣls) y subsecciones (bābs).[12] Libro 1El libro 1 está compuesto por seis tesis que dan una descripción de la medicina en general, los elementos cósmicos que componen el cosmos y el cuerpo humano, la interacción mutua de los elementos (temperamentos), fluidos del cuerpo (humores), anatomía humana y fisiología.[13] El libro explica las causas de la salud y la enfermedad. Avicena consideraba que las causas de la buena salud y de las enfermedades eran las siguientes:
Avicena creía que el cuerpo humano no puede recuperar la salud a menos que se determinen las causas tanto de la salud como de la enfermedad. Definió a la medicina (tibb) de la siguiente manera:
Tesis I. Definición y enfoque de la medicinaAvicena empieza la primera parte dividiendo la medicina teórica y la práctica médica. Describe lo que dice que son las "cuatro causas" de la enfermedad basándose en la filosofía aristotélica: la causa material, la causa eficiente, la causa formal y la causa final.[13]: 29–31
Tesis II. Los elementos de cosmologíaGrüner describe la tesis de Avicena sobre los elementos del cosmos como "la base de todo el Canon".[13]: 39 Avicena insiste aquí que un médico debe asumir los cuatro elementos que describe la filosofía natural[13]: 34 , aunque él deja claro que distingue entre el elemento "simple" (no mezclado con nada más) y lo que experimentamos realmente como agua o aire, como el mar o la atmósfera respectivamente. Los elementos que experimentamos están mezclados con pequeñas cantidades de otros elementos y, por lo tanto, no son las sustancias elementales puras.[13]: 202 Los elementos "ligeros" son el fuego y el aire, mientras que los elementos "pesados" son la tierra y el agua.
Tesis III. Los temperamentosEl Canon de medicina divide la tesis sobre los temperamentos en tres subsecciones; una visión general, otra visión basada en las partes del cuerpo y la última basada en la edad. I Los temperamentos (Descripción general)Se dice que los temperamentos son la interacción entre las cualidades de los cuatro elementos, como el conflicto entre la sequedad, la humedad, el frío y el calor. Avicena sugiere que estas cualidades luchan entre sí hasta que se alcanza un estado de equilibrio y este estado se conoce como los temperamentos.[13]: 57–65 El Canon también adoptó la antigua teoría de los cuatro temperamentos y la amplió para abarcar "los aspectos emocionales, la capacidad mental, las actitudes morales, la autoconciencia, los movimientos y los sueños". Esta teoría ampliada de los cuatro temperamentos figura en el cuadro siguiente:[15]
El Canon describe a los seres humanos como poseedores de ocho "variedades de equilibrio", o temperamentos diferentes.[13]: 59 Los temperamentos se dividen en dos categorías: en relación con los seres distintos a los hombres y en relación con el propio individuo.
i. "el balance del temperamento observada en el hombre en comparación con otras criaturas".
iii. factores externos "como raza, clima, atmósfera"
iv. en relación con los climas extremos
v. "en comparación con otra persona"
vi. comparación del propio individuo
viii. comparación de un miembro consigo mismo El Canon continúa en explicar la posición del Sol en relación con el temperamento ideal y el papel que desempeñan el clima y la piel humana. Los órganos no están ni cerca de ser ideales en temperamento pero la piel es la que más se acerca. Avicena dice que la mano, en especial la palma y la punta del dedo índice, es la más sensible de todas y apta para el contacto táctil. La medicina se describe como "caliente" o "fría", no en función de su temperatura real, sino de su relación con el temperamento del cuerpo humano.[13]: 62–63 El Canon luego describe cuando los temperamentos son desiguales, en otras palabras, la enfermedad. Avicena los separa en dos categorías, que se explican bastante por sí mismas en el contexto de lo que ya había definido como los temperamentos.
Los intemperamentos compuestos son cuando dos cosas andan mal con el temperamento, es decir, más caliente y más húmedo; más caliente y más seco; más frío y más húmedo; más frío y más seco. Solo hay cuatro porque algo no puede ser caliente y frío o húmedo y seco a la vez. Los cuatro intemperamentos simples y los cuatro compuestos pueden ser divididos cada uno en "aquellos en los que no tienen ninguna sustancia material" y "aquellos en los que interviene alguna sustancia material", para dar un total de dieciséis intemperamentos. Se proporcionan ejemplos de los dieciséis intemperamentos en los "tercer y cuarto volúmenes".[13]: 64 II Los temperamentos de varios miembrosSe describe que cada miembro del cuerpo tiene su propio temperamento individual, cada uno con su propio grado de calor y humedad. Avicena enlista los miembros del cuerpo en "orden de grado de calor", del más caliente al más frío.[13]: 66
Luego se da una lista de los miembros más fríos a los más calientes.[13]: 66
Después se da una lista en orden de humedad. Avicena acredita a Galeno por esta lista en particular.[13]: 67
Finalmente está la lista en orden de sequedad.[13]: 67–68
III Los temperamentos propios de la edadEl Canon divide a la vida humana en cuatro "períodos" y después subdivide el primer período en cinco categorías separadas. La siguiente tabla se proporciona para los cuatro períodos de la vida:[13]: 68
Avicena dice que el tercer período muestra signos de declive en el vigor y cierto declive en la capacidad intelectual. En el cuarto período tanto el vigor como la inteligencia decaen. Avicena divide la etapa inicial de la vida en la siguiente tabla:[13]: 69
Avicena generaliza que la juventud tiene un temperamento "caliente", pero comenta que hay controversia sobre cuáles períodos de la juventud son más calientes. La noción general de que la juventud es "caliente" en temperamento es debido a la supuesta relación de la juventud con los miembros del cuerpo que son calientes. Por ejemplo, la sangre se consideraba caliente como se mencionó anteriormente, por lo tanto se supone que la juventud es caliente en parte debido a que la sangre es "más abundante" y "más espesa", según Avicena. La evidencia de que la juventud tiene exceso de sangre es sugerida por la observación de Avicena de que los sangrados nasales son más frecuentes en este período. Otros factores que contribuyen son la asociación de la juventud con el esperma y la consistencia de su bilis. Se proporciona una descripción más detallada de la juventud con respecto al calor y la humedad en función del sexo, la ubicación geográfica y la ocupación. Por ejemplo, el Canon dice que las mujeres son más frías y más húmedas.[13]: 69–74 Tesis IV. Los humoresEl Canon de medicina se basa en los cuatro humores de la medicina hipocrática, pero se refina en diversas maneras. En la patogénesis de las enfermedades, por ejemplo, Avicena "añadió su propia visión de los diferentes tipos de espíritus (o esencias vitales) y almas, cuyas perturbaciones podían provocar enfermedades corporales debido a una estrecha asociación entre estos y órganos maestros como el cerebro y el corazón".[16] Combinó su propia visión con la de los cuatro humores para establecer una nueva doctrina para explicar los mecanismos de varias enfermedades en otra obra que escribió, Sobre la ciencia del pulso:
Definición de humor (fluido corporal)El Canon define a un humor como "ese 'cuerpo' fluido y húmedo en el que se transforma nuestro alimento"[13]: 77 y enumera los cuatro tipos principales de fluidos como sanguíneo, seroso, bilioso y atrabilioso. Los fluidos secundarios son separados en "no excrementicios" y "excrementicios". El humor sanguíneoAvicena llama a este humor "el más excelente de todos"[13]: 78 los humores. Esta sección describe a la sangre y compara sus estados saludables con los no saludables. Avicena describe a la sangre saludable como "de color rojo, no tiene olor desagradable y tiene un sabor muy dulce". La anormalidad de la sangre se debe a un cambio de temperamento o a un humor insalubre que la ha contaminado.[13]: 78–79 El humor serosoEl humor seroso es descrito como un fluido dulce que es frío y húmedo en relación con los humores sanguíneo y bilioso. El humor seroso se parece a la sangre y es necesario para los tejidos corporales por dos razones: proporcionar de nutrientes al tejido como auxiliar y mantener húmedos a los huesos y tejidos.[13]: 78–79 El humor biliosoEl humor bilioso es de color rojo y claro, ligero y picante. Puede seguir dos rutas, ya sea hacia la sangre o hacia la vesícula biliar. Cuando pasa a la sangre, su función es atenuar la sangre de tal manera que le permite atravesar los canales más pequeños del cuerpo. La parte que fluye hacia la vesícula biliar es necesaria, ya que limpia todo el cuerpo de lo superfluo y nutre a la vesícula biliar.[17] El humor atrabiliosoEl humor atrabilioso es de color negro, frío y seco. Este humor se dirige al bazo a través de los vasos sanguíneos.[17] Tesis V. Anatomía o "Los miembros"En su tesis sobre "los miembros", Avicena explica que los humores ayudan a formar los miembros del cuerpo, da una descripción general y cómo repararlos. Algunos son "miembros simples" o "tejidos elementales" como huesos, cartílagos y tendones. Otros son "miembros compuestos" como el corazón, el hígado y el cerebro. También los clasifica en órganos vitales y órganos auxiliares.[13]: 93–106 Avicena continúa clasificando los órganos por diferentes sistemas. "De acuerdo con las acciones" organiza a los miembros por lo que hacen. "De acuerdo por su origen" clasifica a los miembros asumiendo que cada uno se origina de la sangre o del esperma masculino o "femenino".[13]: 99 Tesis VI. Fisiología general o "Las facultades del cuerpo"En la tesis de "Las facultades del cuerpo", Avicena separa a la vida en tres categorías distintas: Vital, Natural y Animal. Contrasta la opinión de Galeno de que el cerebro es la "sede de la vida sentiente" con la opinión de Aristóteles de que el corazón es la fuente de todas las facultades del cuerpo, y dice que si los médicos consideraran el asunto cuidadosamente estarían de acuerdo con Aristóteles en que el corazón era la fuente última de todas las facultades, incluso si (por ejemplo) el cerebro es donde se manifiesta la facultad racional.[13]: 110–111 Libro 2. Materia médicaEl libro 2 del Canon (la materia medica) ordena alfabéticamente alrededor de 800 sustancias medicinales "simples" que fueron usadas en su época. Las sustancias eran simples en el sentido de no estar compuestas por otras sustancias. La primera parte da reglas generales sobre fármacos y un tratado sobre lo que se llamó "la ciencia de los poderes de las medicinas". La segunda parte es una lista de 800 sustancias simples de origen floral, mineral y animal. Cada entrada contiene el nombre de la sustancia, su criterio de beneficencia (que a veces describe cómo se encuentra la sustancia en la naturaleza), y su naturaleza o cualidades primarias. A continuación se enumera una o más de las 22 acciones generales posibles, seguidas de propiedades específicas enlistadas según una tabla de 11 tipos de enfermedades. Finalmente se dan posibles sustitutos de las sustancias.[18]: 223 El Canon contiene siete reglas para experimentar con nuevos fármacos, en parte tomadas de Galeno.[19]
El Canon recomendaba la experimentación de las nuevas medicinas con animales y humanos antes de su uso generalizado. Libro 3. Patología especialEl libro 3 está ordenado por cada parte del cuerpo, progresando desde la parte superior hasta la parte inferior; y cubriendo la función y enfermedades de cada órgano, así como la etiología, síntomas, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de cada enfermedad comentada.[20] El tercer libro también se divide en varias secciones, que incluyen:[20]
La información presentada en el libro 3 de El Canon de medicina representa algunas de las contribuciones más importantes de Avicena a varios campos de estudio, incluyendo la ateroesclerosis,[21] el examen del pulso,[22] las migrañas,[23] las cataratas,[24] el síncope vasovagal [25] y las neurociencias.[26] ApoplejíasLas apoplejías se describen con gran detalle en el libro 3 de El Canon de medicina. En primer lugar, se identifican dos causas de la apoplejía: la obstrucción de los vasos cerebrales, y la obstrucción del espíritu afectivo del cerebro, esta última sólo puede explicarse usando las teorías de la medicina humoral.[27] La obstrucción de los vasos se subdivide en dos tipos: colapso e isquemia.[27] Tras esta descripción de las causas de la apoplejía, Avicena comenta cómo los agentes bloqueantes proceden de los humores sanguíneo o flemático, y cómo éstos son más abundantes en las personas de naturaleza húmeda y fría.[27] El libro 3 de El Canon de medicina también enumera varias manifestaciones de la apoplejía: asfixia, hemiplejía, "dolor de cabeza con congestión de la vena yugular, mareo, vértigo, visión oscurecida, temblor, ansiedad, debilidad, rechinar de dientes durante el sueño y orina oscura con partículas", y distingue entre las distintas causas y tipos de apoplejía: apoplejía fría, coma, hemorragia subaracnoidea y traumatismo.[27] Por último, en el libro 3 se analizan varios tratamientos para la apoplejía, que incluyen el uso de hierbas medicinales e "intervenciones no farmacológicas como la venopunción y la aplicación de ventosas secas o húmedas en la parte inferior del cuello y superior de la espalda".[27] Aunque los informes sobre las causas y los tratamientos de la apoplejía se basan en teorías de la medicina humoral, estas descripciones siguen siendo similares a la comprensión moderna de las apoplejías.[27] NeurocienciaEl libro 3 también contiene un capítulo extenso sobre neurociencia, el cual "comienza explicando la estructura y función del sistema nervioso, ...partes del cerebro, la médula espinal, los ventrículos, las meninges, los nervios y las raíces, ...[y] desórdenes neurológicos y neuropsicológicos, incluyendo signos y síntomas y estrategias de tratamiento".[26] Además, se describen varias condiciones neurológicas específicas, que incluyen: epilepsia, apoplejía, parálisis, vértigo, espasmos, boca seca, temblor, meningitis, amnesia y demencia, lesiones y traumatismos en la cabeza, histeria y trastorno de conversión, desmayo y estupor, tic nervioso, desórdenes sexuales, mal de amores, delirios y alucinaciones, insomnio, sopor, pesadillas, manía y psicosis, melancolía, paranoia, astenia, hidrocefalia, y ciática.[26] El libro 3 de El Canon de medicina también describe quince tipos de dolor de cabeza, así como descripciones de los tratamientos para cada una de estas afecciones que se dividen en tres pasos: cambios en el estilo de vida, medicinas simples y medicinas compuestas.[26] En algunos casos también se recomendaba la intervención quirúrgica y otras estrategias no farmacológicas. De entre las muchas enfermedades mentales que Avicena describió en el Canon, una es de interés particular: el mal de amores. Se dice que Avicena le diagnosticó esta condición a un príncipe en Gorgán que estaba postrado y cuya enfermedad había desconcertado a los médicos del lugar. Avicena observó un desajuste en el pulso del príncipe cuando se le mencionaba el paradero y el nombre de su amada. El médico persa prescribió un remedio muy sencillo: unir al paciente con su amada. Libro 4. Enfermedades especiales que afectan a más de un miembroEl libro 4 cubre enfermedades que afectan a todo el cuerpo como fiebres o envenenamientos, o afecciones que podían ocurrir en cualquier parte del mismo como heridas o fracturas de hueso.[2] El libro "concluye con un tratado sobre higiene personal, enfatizando en el cuidado del cabello, la piel, las uñas, el olor corporal, y el tratamiento de personas con sobrepeso o peso bajo".[2] En el libro 4, como ocurre con otros escritos médicos islámicos antiguos, se dedicaron grandes secciones para cubrir las fiebres con gran detalle.[12] Se distinguieron varios tipos de fiebre, en parte según la ubicación de los factores causantes de cada enfermedad específica:[12]
Cada una de estas clasificaciones se subdividió a su vez. Por ejemplo, Avicena enumeró 23 tipos de fiebres efímeras.[12] El Canon distingue la mediastinitis de la pleuritis y reconoce la naturaleza contagiosa de la tuberculosis y la expansión de las enfermedades por el agua y la tierra. Ofrece un diagnóstico científico de la anquilostomiasis y atribuye la condición a una lombriz intestinal. El Canon señala la importancia de la dieta, la influencia del clima y del entorno sobre la salud, así como el uso quirúrgico de la anestesia oral. Avicena aconsejaba a los cirujanos tratar el cáncer en sus primeras etapas, asegurándose de extirpar todo el tejido afectado. Ibn Sina observó la estrecha relación entre las emociones y la condición física y supo que la música ejercía un efecto físico y psicológico total en los pacientes. Libro 5. FormularioVéase también: Dodecapharmacum
El libro 5 (el Formulario) enumera 650 medicamentos compuestos, [2] [13]: 23–24 atribuyéndolos a diversas fuentes árabes, indias y griegas. Avicena agregó comentarios, destacando las diferencias entre recetas de diferentes fuentes y, a veces, dando su propia receta. También dio su opinión sobre la eficacia (o ineficacia) de algunos remedios y dio detalles de dónde procedían determinados ingredientes y cómo se preparaban. Estaba a favor de remedios probados y comprobados a través de la experiencia, advirtiendo que los compuestos podrían tener efectos inesperados o mucho más fuertes de lo que podría esperarse de los efectos de los componentes individuales.[18] Legado y recepciónEl texto árabe del Qanun fue traducido al latín como Canon medicinae por Gerardo de Cremona (de manera confusa, parece que hubo dos hombres llamados Gerardo de Cremona, ambos traductores de textos árabes al latín. El primero estuvo activo en el siglo XII y se enfocó en astronomía y otras obras científicas, mientras que el segundo estuvo activo en el siglo XIII y se concentró en obras médicas. El escritor británico Nicholas Ostler afirma que fue este último, también conocido como Gerardo de Sabloneta, quien tradujo el Qanun y otras médicas al latín en el siglo XIII[28]). Su contenido enciclopédico, su organización sistemática y su combinación de la medicina de Galeno con la ciencia y filosofía de Aristóteles ayudó al Canon a alcanzar un lugar de prominencia en la escolástica médica de Europa. Los médicos comenzaron a usar el Canon en el siglo XIII, mientras que los cursos de las universidades implementaron el texto a partir del siglo XIV.[29] A partir de entonces, el Canon fue la principal guía de la ciencia de la medicina en Occidente y se cree que influenció a Leonardo da Vinci. La influencia del Canon declinó en el siglo XVI como resultado de la preferencia de los humanistas en la medicinas por las autoridades grecorromanas sobre las árabes, aunque otros defendieron las innovaciones de Avicena más allá de los textos clásicos originales. El texto se estuvo leyendo en las escuelas de medicina de Montpellier y Lovaina hasta 1650, y Arnold C. Klebs lo describió como "uno de los fenómenos intelectuales más significativos de todos los tiempos". Cayó en desuso de los programas de estudios universitarios, aunque todavía se enseñaba como literatura de referencia en Padua en 1715.[29] [30] La copia más antigua conocida del libro 5 de El Canon de medicina, datada en 1052, se conserva en la colección del Aga Khan y se encuentra en el Aga Khan Museum (un museo de arte islámico), en Toronto, Ontario, Canadá. [31] La primera versión impresa del Canon en latín apareció en 1472, pero solo abarcaba el libro 3. Poco despué se publicaron 11 incunables completos, seguidos de 14 ediciones más en latín en el siglo XVI hasta 1608.[29] Además del latín, El Canon de medicina fue traducido al hebreo por el traductor judío-italiano Nathan ben Eliezer ha-Me'ati durante el siglo XIII (c. 1279), y también se hicieron traducciones completas al turco y persa durante el siglo XVIII.[12] La traducción más reciente al persa fue hecha por el poeta kurdo Hejar en 1979 y publicada por la Universidad de Teherán. William Osler describió al Canon como "el libro de texto médico más famoso jamás escrito", y señaló que ha sido "una biblia médica durante más tiempo que cualquier otra obra".[32] George Sarton, el padre de la historia de la ciencia, escribió en su Introducción a la historia de la ciencia:
Véase tambiénReferencias
Enlaces externos
|
Portal di Ensiklopedia Dunia