Noruega se sostiene desde finales de la Segunda Guerra Mundial como un estado de bienestar, con altas tasas de desarrollo, diferenciándose de otras economías en que mantiene una elevada participación del sector público en la economía, controlando sus áreas estratégicas.
Aunque sensible a los ciclos económicos mundiales, la economía de Noruega ha mostrado un sólido crecimiento desde el inicio de la era industrial. Uno de sus principales motores económicos ha sido tradicionalmente la exportación. El país es rico en recursos naturales y entre sus principales actividades destacan la exploración y producción de petróleo y gas, la pesca y la construcción de presas para el aprovechamiento del potencial hidroeléctrico. De hecho, más del 10 % de los puestos de trabajo dependen directamente del petróleo.[5] El sector agrícola y la industria pesada han tendido a disminuir paulatinamente en favor del sector servicios y la industria petrolera.
Su sector público es uno de los mayores del mundo en cuanto a su aportación al producto interior bruto del país. Noruega tiene una elevada esperanza y nivel de vida y una seguridad social extensa. Posee una de las mayores cargas fiscales del mundo. La existencia de un vasto estado del bienestar y la modernidad de su industria se han podido financiar gracias a la explotación de petróleo en el mar del Norte. Además, el superávit generado es depositado en su Government Pension Fund of Norway, el mayor fondo soberano del mundo, con más de 800 000 millones de dólares estadounidenses en activos.[6]
Antecedentes inmediatos
El alto nivel de vida, con sus correspondientes altos precios de productos y mano de obra, llevó al país a una crisis al inicio de la década de 1990 —comparable a la que sufrieron otros países en 1993—, que provocó un aumento del desempleo. A mediados de la década, Noruega se encontró en una situación de equilibrio en precios y salarios con sus competidores más próximos, lo que le ha permitido desde entonces un crecimiento sostenido en torno al 3,7 % anual hasta 1998 y del 1 % hasta 2002, incrementándose de nuevo el crecimiento a partir de este año.
Socialdemocracia e intervención estatal
Las raíces del movimiento socialista noruego tiene su origen en las duras condiciones de trabajo, las abusivas políticas en cuanto a las relaciones laborales y la demanda de una negociación colectiva. Así, al mismo tiempo que el socialismo se convirtió en parte del movimiento general por unas mejores condiciones laborales, también pasó a ser parte del discurso político dominante.
El Estado es propietario de industrias y sectores clave como el estratégico sector petrolero (Statoil), la producción de energía hidroeléctrica (Statkraft), la producción de aluminio (Norsk Hydro), el sector de las telecomunicaciones (Telenor) y el sector bancario a través del control del mayor banco noruego, DNB. En total, el gobierno controla el 31,6 % de las empresas cotizadas en bolsa, y es habitual que tanto en el resto de empresas cotizadas como en las sociedades no cotizadas tenga una participación, que en algunos sectores como en la concesión de licencias para la explotación petrolífera, suele ser muy elevada. Es por estas razones que a Noruega se la denomina en algunas ocasiones «el último Estado socialista de Europa».[7]
Tras la Segunda Guerra Mundial, el Partido Laborista Noruego con Einar Gerhardsen al frente, se embarcó en una serie de reformas de corte socialdemócrata dirigidas a mejorar la distribución de la riqueza, la eliminación de la pobreza, y el establecimiento de una seguridad social que cubriera un sistema de pensiones a jubilados y discapacitados y una atención médica universal.
Como resultado, el sector público creció de manera exponencial. Altos y progresivos impuestos sobre la renta, la existencia de impuestos al valor agregado y un amplia variedad de impuestos especiales sobre los automóviles, tabaco, alcohol o artículos de lujo, hacen de Noruega el país con mayor carga fiscal del mundo. Debido a esto y al descubrimiento de petróleo en la década de 1970, en Noruega existe un vasto estado del bienestar (el país está considerado el número uno en nivel de vida) y una generosa y extensa seguridad social, con ayudas estatales en todo tipo de actividades. El país también destaca por su transparencia gubernamental, la homogeneidad de su población y un gran desarrollo democrático y social.
Comercio exterior
En 2020, el país fue el 36 ° exportador más grande del mundo (US $ 102,7 millones en bienes, 0,5% del total mundial). En la suma de bienes y servicios exportados, alcanza los US $ 147,2 mil millones y se ubica en el puesto 32 a nivel mundial.[8][9] En términos de importaciones, en 2019, fue el 38.º mayor importador del mundo: 81.400 millones de dólares.[10]
El Banco Mundial enumera los principales países productores cada año, según el valor total de la producción. Según la lista de 2019, Noruega tenía la 52.ª industria más valiosa del mundo ($ 25,2 mil millones).[13]
En mayo de 1963, Noruega afirmó los derechos soberanos sobre los recursos naturales en el sector del mar del Norte. La exploración se inició el 19 de julio de 1966, cuando se perforó el primer pozo. Las primeras explotaciones fueron infructuosas, hasta el descubrimiento de grandes pozos en 1969, cuando quedó patente las importantes reservas energéticas en aguas noruegas.
Actualmente la industria petrolera es fundamental en la economía noruega, con crecimientos sostenidos en las décadas de 1980 y 1990 del 80 % del PIB. En el año 2000 Noruega alcanzó el segundo lugar del mundo en exportaciones petrolíferas. Los altos beneficios que se obtienen de la venta de petróleo y gas permiten destinar una parte al Government Pension Fund of Norway —cuya misión es garantizar los equilibrios presupuestarios y permitir el beneficio de las generaciones futuras— y cuya cuantía superó los 500 000 millones de dólares a comienzos de 2012. Este fondo funciona como un fondo soberano, cuya cuantía es invertida en empresas de todo de mundo, con excepción de las empresas dedicadas a la fabricación de material bélico y en deuda nacional de otros países.
Noruega también ha decidido mantenerse al margen de organizaciones como la Unión Europea o la OPEP, fijando su propio plan de política energética nacional. La producción de petróleo en 2012 superó los 2 millones de barriles diarios.
El resto de la actividad industrial, además de la asociada al tratamiento de productos petrolíferos, se sigue basando en la explotación y tratamiento de los recursos naturales tales como la madera, la energía hidráulica y la pesca. En la industria tradicional se encuentra la metalurgia que, aunque ha perdido peso en el conjunto de la economía en el siglo XXI, sigue siendo una actividad exportadora significativa. Destacan igualmente la construcción de plataformas petrolíferas y productos electrónicos.
Energía
En energías no renovables, en 2020, el país fue el decimotercer productor mundial de petróleo, extrayendo 1,7 millones de barriles / día.[17] En 2019, el país consumió 207.000 barriles / día (el 55.º consumidor más grande del mundo).[18][19] El país fue el decimocuarto exportador de petróleo del mundo en 2018 (1,25 millones de barriles / día).[20] En 2015, Noruega fue el séptimo productor mundial de gas natural, con una producción de 117,2 mil millones de m³ por año. En 2019, el país fue el 61.º mayor consumidor de gas (4500 millones de m³ por año) y fue el tercer mayor exportador de gas del mundo en 2015: 112 000 millones de m³ por año.[21] El país no produce carbón.[22]
En energías renovables, en 2020, Noruega fue el vigésimo tercer productor mundial de energía eólica, con 3,9 GW de potencia instalada, y no produjo energía solar.[23] En 2014 fue el séptimo productor de energía hidroeléctrica en el mundo con una potencia instalada de 31 GW.[24][25][26]
Minería
En 2019, el país fue el sexto productor mundial de mercurio,[27] el séptimo productor mundial de titanio[28] y el octavo productor mundial de grafito.[29]
Noruega fue el séptimo productor mundial de aluminio en 2019, ya que el proceso de transformación de bauxita en aluminio demanda una inmensa cantidad de energía, y pocos países tienen un excedente de producción de energía para producir el metal, siendo Noruega uno de estos países.[30]
Sector terciario
Turismo
En 2017, Noruega tuvo 6,2 millones de turistas internacionales. Los ingresos por turismo este año fueron de $ 5.6 mil millones.[31]
Sector público
La educación y la salud en Noruega son, casi por completo, estas actividades que se prestan desde el sector público, lo que hace que el peso de este en la economía llegue a alcanzar el 20 % del PIB.[cita requerida]
Comercio exterior
Noruega mantiene un saldo favorable de 31 000 millones de dólares en el comercio exterior. El mercado noruego por excelencia lo representa la Unión Europea, hacia dónde se dirigen el 77 % de los productos, representando el petróleo, gas y sus derivados el 45 % del total de la actividad exportadora del país. También las importaciones proceden casi en un 70 % de la Unión Europea.
Importaciones
Se presentan a continuación las mercancías de mayor peso en las importaciones de Noruega para el período 2010-2014.[32] Las cifras están expresadas en dólares estadounidenses valor FOB.
Se presentan a continuación los principales socios comerciales de Noruega para el periodo 2010-2014.[32] La mayoría de sus importadores están en Europa salvo Estados Unidos y Corea del Sur. Las cifras expresadas son en dólares estadounidenses valor FOB.
Población por debajo del nivel de pobreza (2002): inexistente.
Noruega en el contexto internacional
Aunque tradicionalmente ha sido una potencia mundial en exportación de crudo, Noruega dispone de una economía modelo basada en la sociedad del bienestar y convenientemente diversificada en distintos ámbitos. Por ello, se aúnan sectores más tradicionales como la construcción naval, la metalurgia o la minería, con otros campos más punteros desde el punto de vista tecnológico, como la química o la informática. No en vano, el PIB de Noruega ha crecido más de un 100 % en la última década. Según el Banco Mundial, Noruega es el segundo país del mundo en renta per cápita —solo superado por Luxemburgo—, el segundo país en esperanza de vida para hombres —solo superado por Islandia—, el segundo país con más médicos en activo por habitante de Europa —solo por detrás de Bélgica—, y el cuarto país del mundo con mayor penetración de Internet entre su población. La conjunción de todos los indicadores macroeconómicos, así como su puntuación en el índice de desarrollo humano, convierten probablemente a Noruega en la nación del mundo con las mejores condiciones sociales para vivir[53] (siempre desde un punto de vista global). La siguiente tabla pone de manifiesto esta característica, resumiendo el contexto socioeconómico de Noruega a partir de datos del Banco Mundial, Classora, Eurostat y el Foro Económico Mundial:
↑«Binge and purge». The Economist. 22 de enero de 2009. Consultado el 30 de enero de 2009. «98-99% of Norway’s electricity comes from hydroelectric plants.»