Ecografía transcraneal pulsadaLa ecografía transcraneal pulsada o (TPU en inglés) utiliza ultrasonido de baja intensidad y frecuencia baja (LILFU) como método para estimular la actividad neuronal del cerebro. Está planteada para tratar desórdenes neuronales y mejorar la función cognitiva. HistoriaEn 2002, el Dr. Alexander Bystritsky propuso la idea de que esta metodología tendría beneficios terapéuticos.[1] Estudios y aplicacionesLa mayoría de los estudios hasta 2010 fue alrededor de proyectos para utilizar TPU como método para tratar desórdenes neuronales, mejorando la función cognitiva. Aun así, en 2012 Dr. Tyler también empezó una búsqueda sobre el potencial del ultrasonido parando convulsiones.[3] El Dr. Tyler y su equipo todavía continúan mejorando su conocimiento de terapia de estimulación del cerebro, con la esperanza de proporcionar un fundamento fuerte en la implementación de tales métodos.[4] LimitacionesLas pruebas clínicas han solido determinar efectos nocivos excepcionales. A pesar de que ningún tema ha mostrado anormalidades neurológicas, a raíz de estas pruebas, es un procedimiento relativamente nuevo y no ha sido bastante estudiado para pronosticar efectos laterales en plazo largos. Incluso aunque es una alternativa más segura a cirugía porque es no invasiva, el ultrasonido siempre tiene el potencial de desorganizar involuntariamente las neuronas, de una manera perjudicial y causar hemorragias menores después de una exposición a largo plazo.[5] Beneficios terapéuticosAl oponerse al ultrasonido de alta frecuencia, el LILFU tiene los siguientes beneficios: absorción más baja en tejido, profundidad de penetración física más grande en tejido, desviaciones de partículas más fuertes, penetración acústica mejor y poder en hueso, influencia más grande en efectos cinéticos, resultados de efecto de plazo corto/inmediatos, efectos/persistentes más largos después de que procedimiento y un grado más alto de seguridad en pacientes.[6] Referencias
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