Antiguamente se denominaba «Lavillanal», cuyo significado era la denominación del avellano en leonés, con el artículo femenino aglutinado.[2] Este hecho no resultaría extraño, ya que en la Edad Media era bastante común en el área leonesa el empleo de nombres de árboles o plantas para denominar a las localidades que se fundaban, y así nos encontramos Manzanal, Ahigal, Luelmo, Moral, Moralina, Moraleja, Cerezal, Carbajosa, La Fregeneda, etc.
Historia
En el año 1171 el rey Fernando II de León concedió la villa de Dómez al Monasterio de Moreruela.[3][4] Esta donación tuvo lugar en un contexto de dificultad, ya que las comarcas de Alba y Aliste fueron área de conflicto entre los reinos leonés y portugués en los siglos XII y XIII. No obstante, tras el Tratado de Alcañices la situación se tranquilizó y a inicios del siglo XIII, la zona quedó definitivamente integrada en el Reino de León, pacificándose la frontera y finalizando los conflictos medievales por su control.[5]
Durante la Edad Moderna, Domez estuvo integrado en el partido de Carbajales de Alba de la provincia de Zamora, tal y como reflejaba en 1773 Tomás López en Mapa de la Provincia de Zamora.
Ya en la Edad Contemporánea, con la creación de las actuales provincias en 1833, Domez fue adscrito a la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa, la cual, como todas las regiones españolas de la época, carecía de competencias administrativas.[6] Un año después quedó integrado en el partido judicial de Alcañices.[7] Asimismo, en torno a 1850, Dómez perdió la condición de municipio, pasando a integrarse en el de Gallegos del Río.[8]
↑Bueno Domínguez, María Luisa (1975). Caja de Ahorros Provincial de Zamora, ed. El Monasterio de Santa María de Moreruela, (1143-1300). pp. 136, 231. «El rey Fernando II dona a Moreruela la villa de Domez en tierra de Aliste (1171).»
↑Martín Viso, Iñaki (2000). Universidad de Salamanca, ed. Poblamiento y estructuras sociales en el norte de la Península Ibérica. Siglos VI-XIII. p. 349. «Durante el periodo anterior (siglos X-XI), el occidente zamorano se había integrado en el reino de León. La escasez de noticias en el siglo XI alimenta la hipótesis de que nos hallamos ante un espacio marginal dentro de la formación leonesa, al igual que ocurre con otras de la periferia interior. La génesis de la monarquía portuguesa hizo necesaria una delimitación fronteriza que dividiría regiones con similitudes socio-económicas, políticas y culturales, conformándose como zonas de frontera. […] Los conflictos culminan a principios del XIII, cuando Nuño de Zamora, posiblemente Nuño Froilaz, repuebla Castro de Alcañices y los leoneses controlan Aliste, tras haber conquistado temporalmente algunos castillos de la zona trasmontana oriental. La línea fronteriza quedará así fijada hasta nuestros días».