Disturbios Brooks Brothers
Los disturbios Brooks Brothers fue una asonada dentro de un centro de escrutinio electoral en el condado de Miami-Dade, Florida, el 22 de noviembre de 2000, durante un recuento de votos realizado durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2000, con el objetivo de cerrar el recuento.[1] Después de manifestaciones y actos de violencia, los funcionarios locales debieron terminar anticipadamente el recuento de votos. Muchos de los manifestantes eran realmente agentes republicanos a sueldo.[2] Según el periodista de investigación Greg Palast, autor de The Best Democracy Money Can Buy (en español: la mejor democracia que el dinero pueda comprar) de 2002, Roger Stone organizó esta manifestación y Matt Schlapp fue el líder en el lugar de la asonada.[3] El representante republicano de Nueva York, John E. Sweeney[4] dio la señal para iniciar la revuelta, gritándole a un funcionario electoral: «¡deténganse ya!».[5][6][7] AntecedentesEn las elecciones presidenciales estadounidenses de 2000 entre los candidatos George W. Bush y Al Gore, en el estado de Florida, George W. Bush lograba una ajustada mayoría en la noche de las elecciones de solo 1784 votos, un margen muy estrecho. Debido a la corta distancia por la carrera presidencial, y a irregularidades en la perforación de boletas electorales, la campaña de Gore abogó con éxito por un recuento de ciertas papeletas. El condado de Miami-Dade fue uno de los condados donde se debieron volver a contar las boletas. El presidente del Partido Demócrata del Condado de Miami-Dade sospechó que miles de boletas en este condado podrían haberse visto afectadas por una falla en las máquinas de votación perforadoras de boletas electorales.[8] Y confiaba en que estas papeletas mal contadas, después de un recuento ayudarían al candidato Al Gore a obtener la mayoría en la Florida. Los escrutadores oficiales del condado de Miami-Dade, con el fin de cumplir con la fecha límite ordenada por la Corte Suprema de Estados Unidos, decidieron limitar el recuento del condado a solo 10 750 boletas que el sistema informático no había podido computar, trasladaron el proceso de conteo a una sala más pequeña, más cerca del equipo de escaneo de boletas, para acelerar el proceso, alejado de los medios. Los funcionarios republicanos se opusieron a este cambio de ubicación e insistieron en que los escrutadores hicieran un recuento completo. NombreEl nombre «Brooks Brothers» surgió por el tipo de vestimenta elegante corporativa de los manifestantes; descritos por The Wall Street Journal como «abogados blancos de 50 años con teléfonos móviles y corbatas Hermès», diferenciándose claramente de simples ciudadanos preocupados por el recuento de votos.[9][10] Varios de los manifestantes fueron identificados como miembros del personal republicano del Congreso.[11][12] Al menos media docena de manifestantes fueron pagados por el comité de recuento de George W. Bush, y varios de ellos luego pasaron a trabajar directamente como funcionarios de la administración del presidente Bush .[13] Los disturbiosCientos de agentes republicanos pagados llegaron al sur de la Florida para protestar contra el recuento de votos en el estado.[12] La manifestación fue organizada por estos agentes contratados, denominados «Brigada Brooks Brothers«,[14] para oponerse por vías de hecho al recuento de votos de Florida. Los funcionarios electorales debieron, para agilizar el proceso y cumplir con la fecha límite, trasladar el proceso de conteo a una nueva sala, y los miembros de los medios de comunicación quedaron ubicados a una distancia de 7,5 metros. Los republicanos se opusieron a este cambio de planes. John E. Sweeney de Nueva York, apodado «congresista patea traseros» por el presidente Bush por su trabajo en Florida,[15] puso en marcha el incidente diciéndole a un funcionario que «parar ya» el recuento:[9][10][16] «deténganlos». La manifestación se tornó violenta, y según The New York Times, «varias personas fueron pisoteadas, golpeadas o pateadas cuando los manifestantes intentaron abrir las puertas desde afuera de la oficina del supervisor de elecciones de Miami-Dade. Los ayudantes del alguacil restablecieron el orden». El asistente de Comité Nacional Demócrata Luis Rosero fue pateado y golpeado. Dentro de las dos horas posteriores al evento, la junta de escrutinio decidió por unanimidad cerrar el conteo, en parte debido a la percepción de que el proceso no fue abierto o justo, y en parte porque la fecha límite ordenada por la corte se había vuelto imposible de cumplir, debido a la interferencia de los amotinados.[17][18][19] Sweeney defendió sus acciones argumentando que su objetivo no era detener el recuento manual, sino restaurar el proceso a la vista del público.[11] Algunos partidarios de Bush reconocieron que esperaban que terminara el recuento: «Estábamos tratando de detener el recuento; Bush ya había ganado», dijo Evilio Cepero, locutor de WAQI, una influyente emisora de radio en español dirigida a los cubanoestadounidenses de Miami. «Nosotros instamos a la gente a ir al centro electoral de recuento y apoyar y protestar contra esta injusticia». Un abogado republicano comentó: «La gente golpeaba las puertas, pues tenían el derecho absoluto de entrar».[17] La protesta interfirió con la labor de los observadores oficiales y obstaculizó el acceso de miembros de la prensa.[19][20] En una entrevista de radio en Albany el 28 de noviembre, Sweeney dijo: «Lo que esencialmente le dije a mi gente es: "Tienen que detenerlos". Y sí dije, "¡Tienen que parar!" o "¡deténganse ya!", francamente no lo recuerdo bien». ParticipantesUna lista parcial:[13]
Referencias
Enlaces externos
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