Discurso en el Politeama
El Discurso en el Politeama fue un discurso escrito por Manuel González Prada y leído por un estudiante en el Teatro Politeama de Lima durante un evento de Fiestas Patrias, el 28 de julio de 1888.[1] En el discurso, pronunciado cinco años después del fin de la invasión y ocupación de parte del Perú por Chile durante la Guerra del Pacífico, González Prada pide el derrocamiento del establishment de la élite en Perú.[2] TrasfondoLa incompetencia del gobierno y del ejército peruano fue tan grande durante el período de la Guerra del Pacífico que condujo a un movimiento intelectual dedicado a restaurar el orgullo del Perú, creando el nacionalismo peruano moderno.[1] Durante la inminente derrota del Perú ante Chile en la Guerra del Pacífico, el poeta anarquista y académico Manuel González Prada permanecería en su casa durante tres años, negándose a mirar a los invasores chilenos que ocupaban el Perú.[1][3] El conflicto le demostró que Perú era un fracaso bajo la oligarquía económica y que eran necesarias grandes reformas para mejorar la nación.[3] El Círculo Literario Peruano, cuyos miembros se veían a sí mismos como librepensadores y que estaban destinados a cambiar el Perú, se acercó a González Prada, quien inmediatamente reorientó la dirección del grupo.[1][4] En 1886 González Prada asumió la presidencia del Círculo Literario.[1] DiscursoEl Círculo Literario Peruano, que estaba encabezado por González Prada, realizó un evento literario y musical en el Teatro Politeama de Lima el 28 de julio de 1888 durante las Fiestas Patrias, con el objetivo de recaudar fondos para que Perú pagara un rescate a Chile para recuperar las provincias cautivas de Arica y Tacna.[4] González Prada, de voz tímida y con miedo escénico, pidió al orador ecuatoriano Miguel Uribe que leyera el discurso a los asistentes.[4] El discurso, utilizando imágenes y sarcasmo, diseccionó las crisis que enfrenta el Perú antes y después de la Guerra del Pacífico, condenando a la élite y a la sociedad peruana por su propia derrota continua.[1][4] González Prada criticaría a la élite política por sus limitados intereses económicos, diciendo que la Iglesia católica y los militares defendían a las élites.[1] Haciendo un llamado a las generaciones más jóvenes de peruanos, los llamó a abandonar las tradiciones pasadas, generar cambios positivos a través de la ciencia y no aferrarse a dogmas.[1] Recepción y legadoLa respuesta inmediata del público en el Teatro Politeama fue un aplauso frenético.[4] El presidente del Perú, Andrés Avelino Cáceres, que estaba presente en la audiencia, diría más tarde sobre González Prada: «No sabía si arrestarlo o abrazarlo».[4] El gobierno de Cáceres intentaría sin éxito censurar la publicación del discurso.[1] En el discurso también se introdujo el apoyo de González Prada al positivismo.[5] Las preocupaciones planteadas por el discurso pronto se convertirían en centrales para el indigenismo en Perú, con movimientos de justicia social pidiendo la integración de los pueblos indígenas del Perú a la sociedad.[1] Las críticas a la Iglesia católica también generaron llamados al secularismo en Perú.[1] Referencias
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