Diablo HumaDiablo Huma, o en idioma caranqui K-Ay , significa "espíritu del agua". Hace referencia a dos conceptos: al principio vital energético y al de una persona iniciada. Su origen se encuentra en la mitología caranqui que narra un viaje iniciático. De manera coloquial en Ecuador se lo describe como un ser que se ha bañado tres días en una cascada para pactar con el diablo y adquirir su poder y habilidad en la lucha para los encuentros que deben sostener. Para evitar hacer referencia al "diablo" en la palabra se lo suele llamar aya huma, que significa cabeza de espíritu. Sin embargo, esto cambiaría su significado originario que lo vincula con la mitología cañari y los ritos de iniciación relacionados al culto de Catequil, de donde se origina.[1] HistoriaMito, rito y danzaEl Diablo como principio vital energético está relacionado con el principio de sacralidad del agua en los caranquis. Según los estudios de su mitología se ha determinado al PI como el principio filosófico fundamental de la mitología caranqui, que significa agua sacralizada.[2] Este culto que fue compartido por los demás señoríos étnicos en el territorio ecuatorial que basaban sus ritos en el agua, ya sea a través de la adoración del mar en los manteños o en los manantiales a Catequil de los Puruhá, Quitus y Caranquis. Estos ritos se hacían bajo el contexto de la adoración de Catequil y el rito de iniciación del catequillado, o persona que lo lleva a cabo. Si bien existen formalmente siete manantiales oficiales relacionados con Catequil, que recibieron el nombre de Catequilla, esta práctica era realizada en otros lugares también como lagos y cascadas que servían de [[Porto velomelo ]] donde esta deidad se encontraba y con la que el catequillado se conectaba.[2] Uno de los lugares donde esto era común realizar era en la Cascada de Peguche, lugar sagrado para los antiguos caranquis, quienes consideraban a Peguche una deidad y bañarse en sus aguas, una forma de conexión espiritual. El ritual es descrito de la siguiente manera:[3]
Una vez sucedido el rito de iniciación, esta persona se convertía en líder. Con el pasar del tiempo y a través de la incorporación de este territorio al Imperio Español, esta tradición se fue sincretizando con el catolicismo por lo que empezó a ser relacionando con la fiesta que se celebra por el Apóstol San Juan, lo que lo perpetuó hasta la actualidad. Según el compositor Segundo L. Moreno, en sus estudios musicológicos, los diablo huma cumplían la siguiente función:[3]
ActualidadEn la actualidad, el Diablo Uma es un danzante tradicional que forma parte de las fiestas y su popularidad lo ha difundido a otros lugares por lo que se usa su símbolo en distintos contextos, como una forma de representar el folclor de Ecuador, la conexión con la naturaleza, la línea equinoccial, por tener dos caras que están hechas para nunca dar la espalda al sol. La simbología del sol y su relación con la línea ecuatorial es muy común en este país, donde es usual ver representaciones tanto de manera informal como en emblemas estatales de la estrella de ocho puntas que representa "el sol recto" que cae sobre el Ecuador. La vestimenta que se usa para representarlo es una camisa de algodón de manga larga ya sea de color blanco o negro bordada a mano con motivos de iconografía andina, además de un pantalón de tela jean cubierto con un zamarro; generalmente calza botas de cuero. La prenda más distintiva del personaje es la máscara de doble cara. Según las tradiciones orales, cada rostro representa una de las etapas del día: diurna y nocturna. La máscara posee 12 cuernos, que simbolizan los meses del año.[4] Véase tambiénReferencias
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