Cómo hablar de los libros que no se han leído
Cómo hablar de los libros que no se han leído (en francés: Comment parler des livres que l'on n'a pas lus ?) es un ensayo del psicoanalista, profesor de literatura, crítico literario y escritor francés Pierre Bayard, publicado originalmente por Éditions de Minuit en 2007 y, en español, por la editorial Anagrama, en 2008. En tono provocativo, reflexiona sobre qué significa la lectura y el condicionamiento social del hecho de que en algún momento de la vida todos hayan fingido haber leído un libro que no fue leído. Según Bayard, «tal como se demostrará a lo largo de este ensayo, a veces, para hablar con rigor de un libro, es deseable no haberlo leído del todo, e incluso no haberlo abierto nunca»[1] Cuando se publicó en Francia, atrajo a un gran número de lectores y se convirtió rápidamente en un superventas.[2] Sus derechos de traducción se vendieron a más de 30 países. ContenidoEl ensayo se encuentra estructurado en tres partes:
El resumen de la cuarta cubierta indica:
En cada sección de la primera parte nos presenta diferentes autores reconocidos (Musil, Valéry, Eco y Montaigne) para desarrollar sus planteos de la lectura y la no lectura. En la segunda parte, el ensayista examina las situaciones características, profesionales o mundanas en las que un lector se ve obligado a hablar de libros que nunca ha leído. En la tercera parte del libro, Bayard presenta algunos consejos prácticos para comentar, principalmente en público, sobre un libro no leído.[4] La enunciación realizada por el autor desde el título permite que deba deconstruir la noción de lectura, a la que sustituye por la de "no lectura", que no es absolutamente lo contrario de la lectura. Esto lo lleva a presentar una tipología que establece cuatro categorías utilizando ejemplos literarios de situaciones planteadas por Musil, Valéry, Eco y Montaigne. RecepciónLa obra fue bien recibida por el público francés, con un título atrapante para justamente incitar su lectura, con una redacción irónica y con consejos que logran liberar de la culpa de los libros no leídos y superar el miedo a la cultura, en su condición de psicoanalista.[5] También algunos críticos han recordado el entorno profesional de Bayard en su rol de profesor universitario de literatura, los de golpes efectistas de su ensayo o de considerar a un lector que considera la lectura un placer. Franc Schuerewegen elogia la crítica post-hermenéutica y el uso de la retórica en el texto como un nuevo enfoque y un verdadero cambio de paradigma en los estudios literarios; sin embargo, considera que Bayard llega a ciertas conclusiones apresuradas sobre la lectura literaria dignas de una posmodernidad fácil.[6] Edición en españolLa traducción la realizó Albert Galvany Larrouquere, aparecida en 2008 en la Colección Argumentos, número 384, y en la Colección Compactos, número 549, en 2010; ambos editados por Anagrama.[7] Referencias
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