Círculo cántabroEl círculo cántabro o carga cántabra (Latín: cantabricus circulus o cantabricus impetus) era una táctica militar empleada en la antigüedad, y en menor medida durante el Medievo, por la caballería ligera. Fuentes y descripciónConocemos por Flavio Arriano[1] y por la adlocutio de Adriano[2] que, junto con el denso cántabro (cantabricus densus), era la forma más habitual de presentarse en combate por parte de los cántabros, de ahí su nombre, y que tras las guerras cántabras los romanos la adoptarían en su ejército.[3] En ella los jinetes formaban dos escuadrones armados con jabalinas que simulaban una carga en hilera, unos por la derecha y otros por la izquierda. En el momento previo de chocar contra las líneas enemigas giraban hacia cada extremo de sus flancos al tiempo que lanzaban los dardos y se cubrían con sus escudos para posteriormente replegarse, formando cada uno de ellos un círculo. Esta acción se repetía sucesivamente.[4] La táctica fue empleada fundamentalmente contra la infantería y los arqueros. El movimiento constante de los jinetes les daba ventaja frente a la lenta infantería y les convertía en un difícil objetivo. La maniobra fue diseñada para hostigar y desgastar a las fuerzas enemigas compuestas por formaciones cerradas.[4] Parece ser que fue comúnmente usada contra la infantería pesada, tales como las lentas legiones romanas. El cantabricus circulus es similar a otras maniobras de la caballería como el disparo parto, con arcos y flechas en vez de dardos, o la caracola, mediante disparos de pistolas. Referencias
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