Es una especie anual, bienal o perenne, de hasta 1,20m de altura y de raíz pivotante. El tallo, erguido a arqueado o decumbentes, es más o menos surcado y generalmente muy ramificado, glabro a híspido y/o tomentoso y con pelos glandulares negros. Las hojas son esencialmente basales, pero también caulinares; las de la roseta basal son pecioladas, de limbo oblanceolado a ovado con márgenes pinnados (con el lóbulo apical grande) a dentados, y de superficies hirsutas o glabras; las caulinares más o menos sentadas y de morfología bastante parecida. Los capítulos, en número de 10 a 20 y organizados en corimbos laxos, tienen el involucro campamulado con 5-12 bráctea externas pequeñas (3-4mm), glabras, ovadas a lineal-lanceoladas, usualmente glandulares y más o menos reflejas en la fructificación. Las internas, en número de 7-16, son lanceoladas, de 10-12 mm de largo, con ápices, obtusos o agudos, algo ciliados, la cara abaxial tomentosa y a menudo con glándulas negras. Rodean un receptáculo con alveolas penta/hexagonales de bordes fibrosos, sin páleas. Hay unas 50-70 lígulas de color amarillo con una banda rojiza, más o menos alargada, en el envés. Las cipselas, homomórfas o dimorfas, de forma fusiforme y de 4-9 mm de largo, son de color marrón pálido o amarillento, con ápices progresivamente atenuados en pico de 2-5 mm y con 10 costillas finas, generalmente finamente tuberculadas, mientras el vilano, está constituido por finas cerdas barbeledas blancas caducas.[1][2]
Crepis: prestado del latíncrēpis, -ǐdis, zapatilla/sandalia, prestado a su vez del griegoχρηπίς, con el mismo sentido, posiblemente en referencia a la forma del fruto. Ya usado por Plinio el Viejo en su Historia Naturalis, (21, 99)[6][7]
vesicaria: del latín Vēsícārǐus, -a, -um, referente a la vejiga, vesícula, probablemente por ciertos elementos glandulares de sus órganos (pedúnculos, brácteas involucrales,..[7][8]
Castellano: achicoria (6), achicoria de carnizuelo, achicorias, almirón, aujera, camarroja, chicorias, escoba de cabecina, escoba de hojera (2), flor de achicoria, jamargos, jaramago, lecherina (2), mayos, ternillo. Las cifras entre paréntesis indican la frecuencia del vocablo en España.[9]