Celeste Martins Caeiro (Socorro, 2 de mayo de 1933-Leiría, 15 de noviembre de 2024)[1] fue una camarera y modista portuguesa que el 25 de abril de 1974 distribuyó claveles a los militares que llevaban a cargo un golpe de Estado para derrotar el régimen dictatorial encabezado por Marcelo Caetano. Por este motivo, la revolución sería en la historia conocida como la Revolución de los Claveles.[2]
Biografía
De madre gallega, fue la más joven de tres hermanos y casi no conoció al padre, que los abandonó.[3] Tenía familia en Amareleja, que durante los años finales del Estado Novo era considerada «la aldea más roja de Portugal».[4] En la época de la Revolución, Celeste Caeiro vivía en un cuarto que alquilaba en el Chiado y trabajaba en un restaurante de autoservicio llamado "Sir" ubicado en el edificio Franjinhas de la calle Braamcamp de Lisboa.[5] El restaurante había sido inaugurado un año antes, el 25 de abril de 1973, y la gerencia planeaba ofrecer flores a las clientas y un vino de Oporto a los clientes para celebrar su primer aniversario. Ese día, sin embargo, como estaba transcurriendo el golpe de Estado, el restaurante no abrió. El gerente dijo a los trabajadores que se fueran a casa y les dio los claveles para que se los llevaran, ya que no podrían ser distribuidos para las clientas. Cada persona se llevó un ramo de claveles rojos y blancos que había en el almacén.[6][7]
Para regresar a su casa, Celeste tomó el metro para Rossio y se dirigió al Chiado, donde se encontró con los tanques de los revolucionarios. Se acercó a uno de los tanques, preguntó qué pasaba, y un soldado le respondió «Nos vamos para El Carmo a detener a Marcelo Caetano. ¡Esto es una revolución!». El soldado le pidió un cigarrillo, pero Celeste no tenía ninguno; quería comprarle cualquier cosa para comer, pero las tiendas estaban todas cerradas, así que le dio las únicas cosas que tenía para darle: los ramos de claveles, diciéndole «Si quiere tome, un clavel se le ofrece a cualquier persona». El soldado aceptó y puso la flor en el cañón de su fusil. Celeste fue dando claveles a los soldados que iba encontrando, desde el Chiado hasta la Iglesia de los Mártires.[6][8][9] Tras su gesto, a Celeste le llamaron Celeste dos cravos (Celeste de los Claveles).[10] Fue militante del Partido Comunista Portugués.[11]
El 25 de agosto de 1988 perdió todos sus enseres cuando el apartamento que alquilaba en el edificio de los Armazéns do Chiado fue destruido por el incendio del Chiado.[12] En 1999 la poeta Rosa Guerreiro Dias le dedicó el poema Celeste em Flor.[13] En 2016 se dio a conocer que habitaba una pequeña casa a pocos metros de la Avenida da Liberdade en Lisboa, donde subsistía con una pensión de 370 euros.[14]
Falleció el 15 de noviembre de 2024, a los 91 años, en el hospital de Leiría.[15][16]