La idea de crear el parque nació de Juan Alberto Lorijn y tras un viaje al parque neerlandés de Madurodam, Fernando de Ercilla Ayestarán quiso unirse a la empresa como accionista. El Parque reúne maquetas de edificios de toda Cataluña. La gestión del proyecto de Cataluña en Miniatura se inició en 1981 y la primera piedra se colocó el 6 de mayo de 1983 por el entonces presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, y por el entonces consejero de Trabajo, Joan Rigol, nacido en la localidad donde se ubicó este parque temático.[5] El parque abrió las puertas ese mismo año. Más tarde como el Parque necesitaba más inversión, Fernando de Ercilla Ayestarán consiguió todas las acciones y siguió con la explotación del Parque.
El director del parque, Fernando Ercilla, inauguró en 2008 una reproducción a escala de la estación de esquí de Port del Comte, en una maqueta gigante que pasó a ser la más grande de todas las expuestas en el parque.
Datos técnicos
Situado a 17 km de Barcelona, el parque cuenta con 60.000 metros cuadrados de superficie, 35.000 correspondientes al espacio de las más de 145 maquetas y 25.000 destinados a servicios y aparcamientos. Los visitantes recorren un único camino donde las maquetas están expuestas siguiendo un orden geográfico. La exposición de maquetas incluye 5.000 m² de césped, 4.500 plantas, 450 árboles, 600 bonsais, 35 palmeras y más de 3.000 plantas de flores de temporada. Destacan los saltos de agua, fuentes y lagos adornados con 400 toneladas de piedra de rocalla. En la actualidad el parque dispone de un tren de tipo “jardinera” que transporta los visitantes y circula por el perímetro del recinto de las maquetas, en un circuito de 940 metros.
Construcción de las maquetas
El proceso de construcción de las maquetas incluye varias etapas. En primer lugar se usan los planos del monumento o edificio para crear nuevos planos a escala 1:33 en el caso de Barcelona capital y 1:25 para las demás maquetas. Estas escalas y la precisión requerida a los maquetistas exigen planos de gran exactitud y fotografías en detalle. A continuación los maquetistas inician la estructura que soportará la maqueta. Las puertas y ventanas se materializan mediante moldes de silicona donde se inyecta poliuretano para obtener la forma deseada.
Cuando el edificio o monumento tiene fachadas de piedra, hay dos métodos para realizar el grabado, ya sea mediante placas fabricadas previamente o mediante el grabado directo de las paredes de las maquetas. Posteriormente se colocan las cornisas, balaustradas y barandillas, y finalmente la cubierta, que tiene una parte practicable para poder acceder a la instalación eléctrica, ya que todas las maquetas tienen su propia iluminación.
Una vez terminada la construcción se procede a pintar la maqueta usando pinturas especiales que resisten los cambios de temperatura y fenómenos atmosféricos. En el lugar donde se colocará la maqueta se realiza la cimentación con paredes de ladrillos en todo el perímetro de la maqueta. El espacio interior se rellena con arena y grava que permitirán el drenaje del agua de lluvia.
Finalmente se ejecutan los trabajos de acabado como la jardinería, calles, farolas y elementos decorativos como coches o personas.