Carne (teología)En la Biblia, la palabra carne (hebreo basar, en griego sarx, en latín caro) tiene diversas significaciones. En ocasiones se refiere a todos los seres vivos o en contraposición de Dios (subrayando así la fragilidad y debilidad de los seres creados). En otros textos indica a todo el hombre o toma un sentido peyorativo o pecaminoso. En el Antiguo TestamentoSe usa principalmente para referirse a todas las criaturas animadas con énfasis en los seres humanos. Véase por ejemplo:
Otros textos subrayan la debilidad de la “carne” en contraposición a la fuerza y espíritu de Dios que no muere. Por ese camino, la carne toma un sentido moral y hasta peyorativo:
En el Nuevo TestamentoIndica también a todo hombre, de ahí que la expresión
pueda traducirse también: “El Verbo se hizo hombre”. Pero también a todo el hombre, por ejemplo, cuando Jesús recuerda el texto del Génesis: “serán una sola carne” (Mt 19, 5) para decir que serán como una sola persona. También hay textos que recuerdan la debilidad o fragilidad al sentido visto en el Antiguo Testamento:
En el corpus paulinum predomina la significación peyorativa moral[3] con acento sea en el sentido de "debilidad":
sea por la relación mundo (kósmos) - carne:
Habla de “sabiduría de la carne”,[5] “gloriarse según la carne”,[6] etc. indican que es ajeno al contexto semántico paulino el sentido de carne como “cuerpo” dado por la filosofía griega, en especial por el dualismo platónico. Incluso cuando afirma:
se refiere a una liberación del cuerpo en cuanto influenciado por la carne, dominado por el pecado. CatecismoPara el Catecismo de la Iglesia católica, la carne es uno de los llamados tres enemigos del alma; los otros dos son mundo y demonio. Véase tambiénNotas
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