Caracoles (música)

Los caracoles son uno de los palos del flamenco. Proceden de las cantiñas bailables, concretamente de una cantiña denominada La caracolera, y su desarrollo está vinculado al Madrid de finales del siglo XIX.[1][2]​ Distintos cantaores fueron añadiéndole tercios[3][4]​ o fundiendo con ella otras cantiñas, pero se considera que José de Sanlúcar fue el primero en dar grandeza a este cante, antes de que Antonio Chacón se convirtiera en su mayor mantenedor y propagador. Después, cantaores como el Niño de Almadén (Jacinto Antolín Gallego, originario de Almadén, municipio de la Provincia de Ciudad Real - Castilla-La Mancha) mantuvieron este palo. También lo ejecutaron Gracia de Triana, Estrellita Castro y Rocío Dúrcal.

También se considera que son alegrías con incorporación de mirabrás.

Hoy en día, es un cante muy en desuso.

Notas y referencias

  1. Una caracolera es una mujer que vende caracoles. Especies de caracoles empleadas en la cocina de España son Helix aspersa, las del género Iberus y Otala punctata.
  2. ANDRADE DE SILVA, Tomás: Sobre los orígenes de 33 cantes, en Antología del Cante Flamenco, libreto, Hispavox S.A., Madrid, 1958, pág. 31.
  3. Definición de «tercio» en el sitio del DRAE; véase la acepción 18ª.
  4. En el mundo del flamenco, se llama tercio a cada una de las letras y también a cada uno de los versos melódicos de algunos cantes.

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