Canción infantilUna canción infantil es aquella creada con el propósito de entretener a niños pequeños y bebés.[1] Su letra tiende a ser simple y repetitiva, facilitando su comprensión y memorización.[2] Además de proporcionar diversión, estas canciones son una forma en que los padres introducen a sus hijos al mundo de la música de manera positiva.[3] Tradicionalmente, las canciones infantiles se transmiten de generación en generación y forman parte de la cultura popular.[4] Sin embargo, en las últimas décadas, han surgido numerosos artistas especializados en producir música y espectáculos audiovisuales dirigidos específicamente al público infantil. Estas canciones son más que entretenimiento; constituyen una actividad mediante la cual los niños pueden aprender, ya sea jugando o cantando diversas melodías con temas variados.[2] Esto les ayuda a ampliar sus conocimientos sobre el entorno que les rodea y fomenta su desarrollo cognitivo y emocional.[2] Clasificación por su funciónUna posible clasificación de las canciones infantiles es la que las identifica por su función, aunque es posible que una canción pueda clasificarse en varias categorías ya que cumple distintas funciones:
Villancicos: Se usan en épocas de Navidad: Era Rodolfo el reno, que tenía la nariz... Roja como una... Características de la canción infantilLas canciones infantiles poseen unas letras sencillas, rimadas y muy repetitivas, generalmente van acompañadas de movimiento, gesto o juegos motrices. Son de fácil comprensión, de fácil memorización, y de letra graciosa. La canción infantil es una actividad lúdica donde el niño aprende jugando al mismo tiempo que participa en la conservación y goce del patrimonio cultural universal. Beneficios de la educación musical en el desarrollo infantilA través de las canciones infantiles los niños pueden encauzar un aprendizaje musical que contribuya a su desarrollo. Según algunos profesionales, la educación musical a edades tempranas aporta varios beneficios:[6]
Música infantil comercialLa aparición de la industria del disco a comienzos del siglo XX propició la creación y grabación de canciones dirigidas a un público infantil por parte de músicos profesionales. Algunas se popularizaron a través del cine, en películas producidas entre otras por la factoría Disney. Pero no fue hasta los años 1960 y 1970, cuando, apoyados en el poder de difusión de la televisión y en la demanda incrementada por el Explosión de natalidad, hubo un gran auge de artistas y grupos musicales especializados en esta temática que alcanzaron gran popularidad tanto en América como en Europa. Destacaron, así, en España artistas como Los Payasos de la Tele, Enrique y Ana, Parchís o Teresa Rabal, mientras en Latinoamérica despuntaron otros como Francisco Gabilondo Soler (México), Yola Polastry (Perú), el grupo Menudo (Puerto Rico) en sus inicios en la música, el Grupo Mazapán (Chile), María Elena Walsh (Argentina), Cachureos (Chile) o Pipo Pescador (Argentina). Más recientemente, de los años 90 en adelante, han alcanzado popularidad Xuxa (Brasil), Nubeluz (Perú), Hermanos Rincón (México), Cepillín (México), Tatiana (México), Liz Andrade (México), Gallina Pintadita (Brasil), 31 minutos (chile), Pampín (Argentina), Cantajuego y Pica-Pica (España), Cantando Aprendo a Hablar (Chile), Atención Atención (Puerto Rico), Miss Rosi (Perú) o Los Musiqueros (Argentina). En los años 2000, destaca el canal de YouTube de El Reino Infantil (Argentina) o Tu Rockcito (Colombia). Mencionar también por último la fundamental aportación de los programas y series de TV para niños, de donde surgieron y siguen surgiendo algunas de las piezas más conocidas del repertorio popular de la música infantil. Véase también
Referencias
Enlaces externos
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