Boa constrictor longicauda
Boa constrictor longicauda, llamada comúnmente boa de Tumbes, es una de las subespecies que integran la especie Boa constrictor, un gran ofidio que habita el noroeste de América del Sur. Distribución y hábitatEsta subespecie es endémica de la región selvática de Tumbes, en el norte del Perú y sur occidente de Ecuador donde se la conoce como boa de la costa. Características
El dimorfismo sexual es pronunciado, pues las hembras son significativamente más grandes que los machos. Es una boa de cuerpo pesado, macizo, musculoso y de apariencia fuerte y robusta. Su cola de color amarillo, algo prensil, es corta, algo menos en el macho pues aloja en ella a sus órganos copuladores. Los ojos son pequeños, con la pupila vertical, a causa de sus hábitos nocturnos. Su cabeza es triangular, con poderosas mandíbulas armadas de 4 hileras de largos dientes curvos en la superior, y dos hileras en la inferior. TaxonomíaFue descrita en el año 1991 por Price y Russo. Esta subespecie se incluye, junto a varias otras, dentro de la especie Boa constrictor.[1][2] CostumbresEste taxón es mayormente terrestre, aunque suele trepar a los árboles para buscar un refugio. No habita en el agua ni en sus proximidades, si bien nada muy bien. Suele termorregular su temperatura con baños de sol. Es raro que logren vivir más de 20 años en el hábitat silvestre, pero en cautiverio su expectativa es de entre 30 a 40 años. AlimentaciónEsta gran boa sale de sus refugios a cazar generalmente al caer el sol, y durante toda la noche. Captura sus presas con la técnica del acecho; una vez asidos, los envuelve con su propio cuerpo, asfixiándolos, pues mata por constricción. Finalmente los animales son tragados enteros, siempre comenzando por la cabeza. Su dieta se compone de grandes lagartos y hasta caimanes de gran tamaño y de animales de sangre caliente, como aves y pequeños mamíferos. Si bien podría eventualmente llegar a capturar a un niño muy pequeño de los que comparten su hábitat, jamás se ha podido comprobar fehacientemente un ataque. Igualmente es un animal peligroso, por su mordedura aguda y su fuerza muscular. ReproducciónPare sus crías vivas, luego de un periodo de gestación de unos 5 meses. La camada se compone de entre 6 a 43 crías, de aproximadamente 40 cm de longitud. Cada cría nace envuelta en una bolsa prenatal con forma de capa gelatinosa, de la cual la madre la ayuda a desembarazarse. ConservaciónEstá incluida en CITES en el apéndice I. Son dos las principales causas que generan su retroceso poblacional. El primero es su captura para utilizar su cuero en la industria marroquinera, gracias a que su piel posee además de atractivos diseños, escamas pequeñas, por lo que la hace muy comercial. La otra gran amenaza es la reconversión de su hábitat para destinarlo a cultivos. Véase también
Referencias
Enlaces externos
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