A Bernardo Polo, documentado en Zaragoza entre 1643 y 1669, lo recuerda Antonio Palomino en una relación de pintores de la «ínclita ciudad de Zaragoza» que, si bien no destacaron como pintores en lo general, sí lo hicieron en algún aspecto particular:
También como pintor de flores y frutas por el natural le citaba Ceán Bermúdez, cuyos lienzos, decía, «se conservan en los gabinetes de los aficionados» tanto en Zaragoza como en Madrid.[2] Sin embargo, solo en los últimos años ha sido posible identificar algunas de sus obras. En 1995 William B. Jordan y Peter Cherry abogaron por atribuir a un maestro español, entonces todavía anónimo, un conjunto de obras que investigadores italianos atribuían a un artista de ese país de comienzos del siglo XVII, autor de una producción muy abundante y al que se conocía como Maestro del Frutero Lombardo por una obra conservada en la colección Lorenzelli de Bérgamo, rebautizado por ellos como Pseudo-Hiepes. La aparición en colección privada de un cuadro con dos melones en un plato, un racimo de uvas, ciruelas y albaricoques, firmado y rubricado Bernardo Polo fe. en la repisa de piedra sobre la que reposan los objetos de naturaleza muerta, llevó a William B. Jordan a reconocer en el Maestro del Frutero Lombardo —o Pseudo-Hiepes— a Bernardo Polo, bien conocido por las fuentes literarias pero del que ninguna obra firmada existía hasta entonces. Característica del pintor serían, entre otras, esas repisas de piedra aisladas y con grietas y fisuras, junto con la fuerte iluminación que cae en diagonal desde el ángulo superior izquierdo y la repetición de las piezas de vajilla en algunas obas con él relacionadas.[3]
Aunque Palomino, en nota al margen, decía que murió hacia 1700, y se ha supuesto por ello que su vida artística se desarrollase en la segunda mitad del siglo XVII,[4] la presencia de cuatro naturalezas muertas «originales de Bernardo» en el inventario de los bienes de Francisco Arguillur, canónigo del Pilar, fechado en 1655[5] y, sobre todo, unos versos encomiásticos de Juan de Moncayo, incluidos en su Poema trágico de Atalanta, y Hipomenes, editado en 1656, indican que disfrutaba ya de fama como pintor de frutas y flores al llegar a la mitad del siglo XVII:
De su biografía apenas se conocen algunos datos sueltos. La primera noticia documental es su firma como testigo del testamento dictado el 21 de junio de 1643 por Vicente Tió, parroquiano de la zaragozana iglesia de San Miguel de los Navarros y otro de los pintores elogiado por Moncayo, en su caso como retratista.[7] En febrero de 1666 contrató con los canónigos de la Seo de Zaragoza Antonio de Segovia y José Martínez la pintura al temple del monumento de Semana Santa hecho por el escultor Pedro Salado. La pintura, según las pormenorizadas indicaciones del contrato, debía consistir básicamente en florones, arquitecturas fingidas y columnas salomónicas revestidas de pámpanos.[8] En 1668 se le registra en Zaragoza casado con Luisa Pérez de León.[9] En 1669, por último, firmó un nuevo recibo por la pintura del monumento de la Seo.[10]
Bodegones de Bernardo Polo se documentan también en el inventario de la dote de Cecilia Fernández de Híjar, marquesa de Lierta, casada en 1702 con José Fuenbuena, que incluía una relación de más de trescientas pinturas, entre ellas «Cuatro fruteros con listones dorados, de Bernardo Polo, a 6 libras cada uno» y «cuatro floreros con marcos negros, del mismo», valorados estos en 16 libras.[11] Pero la colección podría haberse formado años antes y haber llegado a Cecilia Fernández con la herencia del conde de San Clemente.[12][13]
↑Juan Moncayo y Gurrea, marqués de San Felices, Poema trágico de Atalanta, y Hipomenes, en Zaragoza, por Diego Dormer, 1656, canto séptimo, estrofa 81.
↑Varios de los autores que se han ocupado de Bernardo Polo han puesto en relación con él una noticia proporcionada por el conde de la Viñaza, t. III, p. 271, según la cual en los últimos años del siglo XVII el capítulo de la Seo de Zaragoza le habría pagado 285 libras «por pintar lienzos, colores y galonear la bóveda de la capilla de San Pedro Arbués». Avanzaba además que por su estilo podían ser suyos también los adornos de las capillas del Sacramento y de San Blas de la catedral de Huesca. Pero Viñaza le da el nombre de Bernabé Polo, no Bernardo, y lo corrobora Ricardo del Arco en cuanto a la capilla de San Blas, adosada al coro catedralicio, que indica que fue decorada por Bernabé Polo a expensas de Antonio Ena y Bernardino Oliván: Arco, Ricardo del, «La pintura en el alto Aragón durante los siglos XVII y XVIII», en Arte Español. Revista de la Sociedad de Amigos del Arte, año III, n.º 1, febrero de 1914, p. 16. Otro lienzo firmado «Bernardo Polo me fecit dat.» salió a subasta en Christie's de Londres en 1992 y de nuevo en Christie's de Nueva York en 1997 con atribución a un pintor homónimo mexicano. El cuadro, al que Jordan dio el título de Felipe V triunfante, es copia, como advierte el propio Jordan, de una estampa publicada en 1681 que representa el socorro de París por Enrique IV, y ni por su asunto ni por lo pobre de su calidad es comparable al resto de pinturas atribuidas a Polo. En Valencia se documenta a un Bernardo Polo en 1668, como testigo de una deuda contraída por Francisco Bonanat, pintor y dorador, con el que vuelve a aparecer relacionado en 1671: López Azorín (2006), p. 26. La fecha, 1668, es la misma en la que Bernardo Polo, pintor, aparece registrado en Zaragoza casado con Luisa Pérez de León. El Bernardo Polo valenciano reaparece en 1684 en una relación de miembros de la Academia de pintores y Congregación de Nuestra Señora y san José constituida en el convento de San Fulgencio: López Azorín (2006), p. 121. Sobre ello ver Marco (2021), pp. 224-227, quien no duda de que se trate del mismo pintor. En ninguno de los documentos valencianos y su parca información acerca de este Bernardo Polo se hace mención a obra suya ni se puede deducir de los documentos una dedicación a la pintura de flores y frutos.
Bibliografía
Bruñén Ibáñez, Ana Isabel, Senac Rubio, María Begoña y Calvo Comín, María Luisa, Las Artes en Zaragoza en el tercer cuarto del siglo XVII (1655-1675): estudio documental, Diputación Provincial de Zaragoza, Institución "Fernando el Católico", 1987, ISBN84-00-06687-1
Jordan, William B., «El Pseudo-Hiepes es Bernardo Polo», Archivo Español de Arte, LXXXII, 328, octubre-diciembre de 2009, pp. 393-424.
López Azorín, María José, Documentos para la historia de la pintura valenciana en el siglo XVII, Madrid, 2006, Fundación de Apoyo a la Historia del Arte Hispano, ISBN84-933914-8-4
Marco, Víctor, Pintura barroca en Valencia (1600-1737), Madrid, Centro de Estudios Europa Hispánica, 2021, ISBN978-84-15245-98-8
Morales y Marín, José Luis (1980). La pintura aragonesa en el siglo XVII. Zaragoza: Guara Editorial. ISBN 84-85303-34-2.
Palomino, Antonio (1988). El museo pictórico y escala óptica III. El parnaso español pintoresco laureado. Madrid: Aguilar S.A. de Ediciones. ISBN 84-03-88005-7.