El baño herbal o baño con plantas se refiere a la práctica de utilizar plantas medicinales en combinación con agua para lograr un efecto beneficioso en la salud de las personas.[1] Es parte de la medicina tradicional de muchos pueblos en las Américas, Asia y Europa.
Distribución
En Perú forma parte de la medicina tradicional de los Andes y la Amazonía y existen diferentes clases de baños que utilizan plantas medicinales como los baños de florecimiento,[2] los baños con plantas maestras,[3] los baños genitales (Mauria heterophyllia),[4] la limpieza de heridas (Senecio genisianus),[5] los baños para problemas de dolor de huesos o artritis (Alnus acuminata, Capparis crotonoides, Gaultheria reticulata),[6] y los baños para los problemas de irritación de la piel.[7]
En Surinam, los pueblos cimarrones Saramaka y Aucan utilizan baños herbales para una limpieza física y espiritual, como el tratamiento de problemas respiratorios, cutáneos y sensación de debilidad o agotamiento.[8]
En la provincia de Yunnan en el suroeste de China, los Yao utilizan baños de plantas para prevenir y tratar enfermedades reumáticas, enfermedades de la piel, golpes y problemas ginecológicos.[9]
En Bolivia, los Tacana en la provincia de Iturralde, utilizan los baños herbales para tratar el raquitismo, la fiebre y la inflamación del cuerpo.[12]
La absorción cutánea de los principios activos de las plantas dependerá de:
la región anatómica: las mucosas (nasal, bronquios, vulva, vaginal), el escroto y los párpados tienen menos resistencia a la penetración que los antebrazos y las piernas, las palmas de las manos o las plantas de los pies.[19]
el estado de la piel: la presencia de lesiones cutáneas, las enfermedades cutáneas y el grado de hidratación afectan el grado de absorción.[20]
la temperatura de la piel: a mayor temperatura mayor vasodilatación y difusión.[21]
la edad: la piel de los niños es más permeable que la de los adultos.[21]
la lipofilia de la piel: las moléculas lipófilas tendrá más facilidades para pasar entre los espacios intercelulares en la capa córnea de la epidermis.[21]
Romero, A. Sánchez; Travesedo, E. Escario; García-Delgado, R. (2004). «Uso racional de la medicación tópica en Dermatología». Medicina Cutánea Ibero-Latino-Americana(en español)32 (1): 39-44. Consultado el 12 de diciembre de 2018.