Astrea (género coral)
Astrea es un género de corales que pertenece a la familia Merulinidae, dentro del grupo de los corales duros, orden Scleractinia. Son corales hermatípicos, constructores de arrecifes en aguas tropicales del océano Indo-Pacífico, desde la costa este africana hasta las costas americanas del Pacífico. TaxonomíaLa organización taxonómica de las especies, géneros, familias y órdenes de la clase Anthozoa, viene siendo, desde el siglo XIX, materia apasionante para los científicos. Dados los avances científicos, que posibilitan, tanto la exploración y recolección de especies, como los análisis filogenéticos moleculares, o las imágenes proporcionadas por el microscopio electrónico de barrido, asistimos a una permanente reclasificación de los clados taxonómicos. Debido a ello, las especies existentes de Astrea han estado enmarcadas hasta hace muy poco tiempo en los géneros Montastraea, Madrepora y Plesiastrea, siendo reclasificadas por el Registro Mundial de Especies Marinas, sobre la base de recientes estudios,[1][2] que las asignan al resucitado género Astrea, en la familia Merulinidae. EspeciesEl Registro Mundial de Especies Marinas reconoce las siguientes especies en el género,[3] siendo valoradas algunas por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, que todavía no las ha renombrado:[4]
MorfologíaLos corales Astrea forman colonias masivas, tanto planas como esféricas, semi-esféricas, columnares o incrustantes. En aguas superficiales desarrollan formas esféricas o lobuladas, mientras que a mayor profundidad son aplanadas o laminares.[5] La especie Astrea devantieri forma enormes colonias redondeadas de varios metros de diámetro.[6] Los coralitos se disponen en forma plocoide sobre la superficie de la colonia, lo que significa que tienen sus propios muros, no fusionados con los coralitos contiguos, pero unidos a éstos por láminas llamadas costa. Los cálices son circulares, pudiendo ser de diferentes diámetros, y se disponen sobre la superficie de la colonia, tanto bien compactados, como espaciados. Los septos suelen ser exsertos, y se disponen en dos o tres ciclos.[7] Los pólipos se extienden sólo durante la noche, y tienen un círculo simple de tentáculos, empleados en la caza de presas del plancton. La gama de colores abarca el marrón, gris, verde, crema, blanco, naranja o rojo. Con frecuencia el disco oral tiene coloración contrastante con la del resto del tejido de los pólipos. Hábitat y distribuciónViven en arrecifes localizados en los mares tropicales, en zonas cercanas a las costas. Mayoritariamente se encuentran en aguas superficiales, hasta los 20 m, aunque se reportan localizaciones hasta los 50 m de profundidad, y en un rango de temperatura entre 22.21 y 28.54 °C.[8] Habitan en diversos entornos del arrecife, fondos rocosos, lagunas, laderas anteriores y posteriores del arrecife. Se distribuyen ampliamente en el océano Indo-Pacífico, desde las costas orientales de África, incluyendo el mar Rojo y el golfo de Adén, todo el Índico este y el Pacífico oeste y central tropicales, incluyendo las costas de Nueva Zelanda al sur, y Filipinas y Japón al norte, hasta las islas de Polinesia y Chile,[9] AlimentaciónContienen algas simbióticas, mutualistas (ambos organismos se benefician de la relación) llamadas zooxantelas. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno).[10] Esto les proporciona entre el 70 y el 95% de sus necesidades alimenticias. El resto lo obtienen atrapando del plancton minúsculos copépodos, anfípodos y huevos de otros animales, así como de materia orgánica disuelta en el agua. ReproducciónSe reproducen asexualmente mediante gemación, y sexualmente, lanzando al exterior sus células sexuales. En este tipo de reproducción, la mayoría de los corales liberan óvulos y espermatozoides al agua, siendo por tanto la fecundación externa. Los huevos una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastrados por las corrientes varios días, más tarde se forma una larva plánula[11] que, tras deambular unos días por la columna de agua, cae al fondo, se adhiere a él y comienza su vida sésil, secretando carbonato cálcico para conformar un esqueleto, o coralito. Posteriormente, los pólipos se reproducen por gemación, dando origen a la colonia. Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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