Asesinato de Oriel Briant
Aurelia Catalina Briant (La Plata, 1947 - City Bell, 13 de julio de 1984), conocida como Oriel Briant, fue una profesora de inglés argentina. Fue víctima de un homicidio cuando fue salvajemente asesinada el 13 de julio de 1984. Procedente de una familia de ascendencia británica, residía en la localidad de City Bell, partido de La Plata, provincia de Buenos Aires, con su esposo, Federico Pippo, con el que tuvo 4 hijos: Julián, Tomas, Christopher y Martina. Su caso generó conmoción en la sociedad argentina y fue objeto de una extensa cobertura periodística. Su asesinato sigue sin resolverse hasta hoy debido a las irregularidades de los investigadores en la recolección de pruebas, que permitieron a la defensa exonerar a los sospechosos a pesar de las pruebas que los comprometían. CrimenEl 9 de julio de 1984, Briant, de treinta y siete años de edad, se encontraba en casa de su madre, junto a Christopher, de tres años, el menor de sus hijos, desde el 7 de julio, día en que su esposo intentó agredirla con un cuchillo, provocando la separación del matrimonio. Cerca de las 23.30, llamaron a la puerta, y ella reconoció a quien estaba del otro lado, por lo que accedió a abrir. Era un día lluvioso, frío, y su única ropa era un camisón y un par de medias de color azul celeste que pasaban por sobre sus rodillas. El 13 de julio, su cadáver fue hallado a un costado de la ruta 2, km. 75, en una pequeña arboleda. Allí empezó una extensa cobertura periodística y una investigación para descubrir al asesino. A pesar de que la policía investigó el caso durante años, jamás se lo descubrió. Autopsia e investigaciónSu cuerpo presentaba veintidós puñaladas y varios cortes en todo el cuerpo, la mayoría de ellas en la zona genital y dos heridas de bala, uno en el glúteo derecho y el otro en la cara. Había tres heridas de consideración: un gran corte en la zona torácica, un gran corte y extirpación del estómago, y una hendidura y deformación de la zona genital. Se encontraba solo con las medias azul celeste que llevaba en el momento de su desaparición. La huellas del lugar y las pruebas fueron totalmente destruidas por la inexperiencia del personal policial a cargo, quienes, entre otros actos de impericia, no pudieron evitar vomitar al costado del cadáver ante la impresión por la escena del crimen. Cuando el fiscal que llevó la causa a juicio, Bruno Casteller, se hizo cargo dos semanas después, las pruebas no tenían utilidad judicial. AcusadosA lo largo de la causa hubo varios sospechosos que fueron arrestados y posteriormente liberados, dejando la causa inconclusa:
Bruno Castell fue el fiscal encargado y Julio Burlando (padre de Fernando Burlando) el primer responsable de la causa. ConclusiónLa causa prescribió sin resolverse y sin acusados. Federico Pippo obtuvo una exoneración en 1997,[2] y fue internado en 2001 en el neuropsiquiátrico de Melchor Romero en calidad de detenido. Falleció el 5 de junio de 2009.[3][4] En 1999, se había informado que uno de los hijos de Pippo y Briant, Julián, fue detenido «un par de veces» por tentativa de robo, y que durante su adolescencia, tuvo antecedentes de agresiones hacia su padre.[2] En septiembre de 2009 sus hijos Christopher y Julián fueron arrestados en un intento de robo y por tenencia de drogas.[5] Referencias
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