Arquígenes
Arquígenes (Αρχιγένης en griego) fue un célebre médico, natural de Apamea (Siria). Vivió a fines del siglo I y principios del II (ca. 75-129) y se lo consideró el médico más influyente de la escuela ecléctica.[1] Escuela de formaciónTuvo por maestro a Agatino, fundador de la escuela de los episintéticos, a quien, según cuentan, curó de un insomnio delirante con fomentos de aceite en la cabeza. Pasó luego a Roma, en cuya capital adquirió gran fama bajo los reinados de Domiciano, Nerva y Trajano. Arquígenes dejó de lado el humoralismo de Aristóteles y el solidismo[nota 1] en favor de la teoría de que el aire vital era expulsado de los pulmones para remover el calor generado por el corazón. El neumatismo[nota 2] se había generado con Ateneo de Atalia, quien enseñó a Claudio Agatino, de Esparta, maestro a su vez de Arquígenes.[1] Avances médicos que se le atribuyenFue uno de los primeros cirujanos de su tiempo y usó como medicina profiláctica la ligadura de los vasos en las amputaciones. Sus mayores contribuciones a la medicina militar fueron sus tratados sobre amputación, que describían tanto los torniquetes como las ligaduras de vasos para limitar las pérdidas de sangre.[1] También trabajó en la reconstrucción plástica de heridas faciales.[1] Fue el primero en tratar las infecciones dentales, removiendo con un torno dental primitivo los tejidos dentarios dañados, y rellenando la cavidad con una pasta.[1] Notas
Referencias
|