Arquidiócesis de Indianápolis
La arquidiócesis de Indianápolis (en latín: Archidioecesis Indianapolitana y en inglés: Roman Catholic Archdiocese of Indianapolis) es una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en Estados Unidos. Se trata de una arquidiócesis latina, sede metropolitana de la provincia eclesiástica de Indianápolis. Desde el 13 de junio de 2017 su arzobispo es Charles Coleman Thompson. Territorio y organizaciónLa arquidiócesis tiene 5926 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en 39 condados del estado de Indiana: Bartholomew, Brown, Clark, Crawford, Dearborn, Decatur, Fayette, Floyd, Franklin, Hancock, Harrison, Hendricks, Henry, Jackson, Jefferson, Jennings, Johnson, Lawrence, Marion, Monroe, Morgan, Ohio, Orange, Owen, Parke, Perry, Putnam, Ripley · Rush, Scott, Shelby, Spencer, Switzerland, Union, Vermillion, Vigo, Washington y Wayne. La sede de la arquidiócesis se encuentra en la ciudad de Indianápolis, en donde se halla la Catedral de los Santos Pedro y Pablo. En 2019 en la arquidiócesis existían 122 parroquias agrupadas en 11 decanatos: Indianápolis Norte, Indianápolis Sur, Indianápolis Oeste, Indiánapolis Este, Batesville, Bloomington, Connersville, New Albany, Seymour, Tell City y Terre Haute. La arquidiócesis tiene como sufragáneas a las diócesis de: Evansville, Fort Wayne-South Bend, Gary, Lafayette en Indiana. HistoriaEl catolicismo romano apareció por primera vez en Indiana durante el siglo XVII cuando la región era parte de las colonias francesas en América del Norte. En 1732 pioneros provenientes de Canadá fundaron el fuerte de Vincennes y se erigió una parroquia en el pueblo que se desarrolló a su alrededor, gobernada por sacerdotes seculares de Quebec. En 1763 las colonias francesas pasaron a manos británicas, quienes garantizaron la libertad de culto a los nuevos súbditos católicos. Durante la guerra de Independencia de los Estados Unidos, los católicos generalmente apoyaron a los británicos; una excepción fue el párroco de Vincennes, Pierre Gibault, quien se puso del lado de los colonos estadounidenses y jugó un papel importante en la decisión del Medio Oeste de ser parte de los Estados Unidos de América. En 1789 se creó la diócesis de Baltimore (hoy arquidiócesis de Baltimore), incluido el Territorio de Indiana. Sin embargo, las escasas comunidades católicas de la región fueron fomentadas por sacerdotes, en su mayoría de Kentucky y Luisiana. La llegada de inmigrantes irlandeses y alemanes a principios del siglo XIX aumentó rápidamente el número de católicos. En 1808 se erigió una nueva diócesis, la de Bardstown en Kentucky (hoy arquidiócesis de Louisville), que también incluía a Indiana. Vincennes se convirtió en una diócesis independiente el 6 de mayo de 1834 con el breve Maximas inter del papa Gregorio XVI, derivando su territorio de la diócesis de Bardstown.[1] Originalmente era sufragánea de la arquidiócesis de Baltimore y se extendía por todo Indiana y el este de Illinois. Los primeros cuatro obispos de Vincennes, hasta 1877, fueron franceses. Hoy Vincennes, donde se encuentra la primera catedral dedicada a san Francisco Javier, se encuentra en la diócesis de Evansville. Los comienzos de la nueva diócesis fueron muy difíciles. El obispo Simón Bruté de Rémur tenía a su disposición un solo sacerdote, una iglesia (la catedral) y la comunidad de las Hermanas de la Caridad de Nazareth. Por esta razón, él y sus sucesores tuvieron que apelar a los sacerdotes de Francia y Alemania y a las congregaciones religiosas europeas. Entre ellos se destacan los benedictinos de Einsiedeln en Suiza, quienes en 1854 fundaron un monasterio que luego se convirtió en la archiabadía de San Meinrado. Al segundo obispo de Vincennes se le permitió, por decreto apostólico, establecer la residencia episcopal en una ciudad de su elección entre Vincennes, Madison, Lafayette o Indianápolis. Sin embargo, Vincennes siguió siendo la sede de la diócesis. Este permiso, con la exclusión de Lafayette, se renovó hasta el cuarto obispo. El aumento del número de católicos en Indiana llevó a la conferencia de obispos estadounidenses a pedir a la Santa Sede que estableciera nuevas diócesis. Así que el 28 de noviembre de 1843, Vincennes cedió la porción de su territorio en Illinois para la erección de la diócesis de Chicago (hoy arquidiócesis de Chicago) mediante el breve In suprema del papa Gregorio XVI,[2] Y nuevamente el 8 de enero de 1857 cedió otra porción de territorio para la erección de la diócesis de Fort Wayne (hoy diócesis de Fort Wayne-South Bend) mediante el breve Ex debito pastoralis del papa Pío IX.[3] Mientras tanto, el 19 de julio de 1850 pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de la arquidiócesis de Cincinnati. En 1878 el primer obispo de Vincennes nacido en suelo americano, Francis Silas Marean Chatard, fue nombrado y comenzó a vivir en Indianápolis, la ciudad más grande y capital de Indiana. El 28 de marzo de 1898, en virtud del breve Ecclesiarum omnium del papa León XIII, el obispado fue trasladado oficialmente a Indianápolis y la diócesis asumió el nombre de diócesis de Indianápolis. En 1906 se construyó la Catedral de los Santos Pedro y Pablo en Indianápolis.[4] Las primeras décadas del siglo XX vieron un aumento considerable en el número de católicos en la diócesis y, sobre todo, el desarrollo del sistema educativo diocesano fue particularmente impresionante: en 1944, 118 de las 156 parroquias tenían una escuela parroquial. Sin embargo, Indiana siguió siendo un estado predominantemente protestante y el número de católicos nunca alcanzó las proporciones de estados vecinos como Ohio, Illinois o Míchigan. El 21 de octubre de 1944 Indianápolis cedió otra porción de su territorio para la erección de la diócesis de Evansville mediante la bula Ecclesiae universalis del papa Pío XII[5] y al mismo tiempo fue elevada al rango de arquidiócesis metropolitana con la bula Ad christianae plebis.[6] El 17 de octubre de 2006 la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos confirmó a santa Teodora Guérin como patrona principal de la arquidiócesis.[7] EstadísticasDe acuerdo al Anuario Pontificio 2020 la arquidiócesis tenía a fines de 2019 un total de 252 070 fieles bautizados.
Episcopologio
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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