Apellido muy frecuente y repartido por España y América, que procede de un nombre de bautismo hispano muy antiguo de bastante uso durante la Edad Media, localizado sobre todo en la zona astur-leonesa y gallega, cuya etimología es dudosa, ya que podría derivar del dios griego de la guerra Ares o poder ser una variante del nombre latino Aredius, muy popular este último por ser el nombre de un santo del siglo VI de origen limosín.[5][6][7]
Historia
Con carácter general, los judíos, que llegaron a la península ibérica antes que los romanos, formaron sus apellidos de la misma forma que el resto de los ciudadanos de la antigua Hispania. Lo que si conservaban eran nombres hebreos que los conversos, que abrazaron el cristianismo para no ser expulsados, cambiaron por nombres cristianos al ser bautizados.[8][9]
El historiador y abogado Isaac Benabraham señala lo siguiente con respecto al origen de los linajes judíos de este apellido:
Hay pocos apellidos españoles y portugueses que tengan origen judío, algunos tan utilizados y presentes en el Bierzo como Arias, que deriva de «Urías» nombre del marido de Betsabé, mujer de la que se enamoró el rey David y al que situó en el lugar más peligroso de una batalla para provocar su muerte.[10]
↑Faure Sabater, Roberto; Ribes Lafoz, María Asunción; García Sancho, Antonio (2001). «Nieto». Diccionario de apellidos españoles. Madrid: Espasa Calpe S.A. p. 78. ISBN8423922898.
↑Faure Sabater, Roberto; Ribes Lafoz, María Asunción; García Sancho, Antonio (2001). «3.5 Nombre judíos». Diccionario de apellidos españoles. Madrid: Espasa Calpe S.A. pp. XXXVI-XXXVIII. ISBN8423922898.