Apolinar de Laodicea
Apolinar de Laodicea (* Laodicea, c. 310- † Constantinopla, c. 390) fue un teólogo y heresiarca cristiano autor de la doctrina conocida como apolinarismo. Conocido como Apolinar el Joven, era hijo de Apolinar de Alejandría y tras estudiar en Alejandría y Antioquía fue consagrado obispo de Laodicea (Siria) hacia el 361. Amigo de San Atanasio, colaboró con este en las disputas cristológicas con los arrianos lo que le supuso, en 342, el destierro de su ciudad natal instigado por el obispo arriano de la misma. A partir del 352 comenzó a enfatizar la naturaleza divina de Cristo en detrimento de la humana, negando que Jesús tuviera un espíritu humano (provisto de razón deliberante y de voluntad libre), cayendo en la posición cristológica heterodoxa del apolinarismo.[1] Condenado por los sínodos de Roma celebrados en el 374 y 377, de Alejandría en el 378, de Antioquía en el 379 y en el Primer Concilio de Constantinopla en el 381, Apolinar constituyó en Antioquía una comunidad con una jerarquía eclesiástica propia, pero el emperador Teodosio I le condenó al exilio en el 388. EscritosSiendo él un gran erudito, fue autor de numerosas obras, entre las que destacan:
De destacar es también la labor que acometió junto a su padre cuando el emperador Juliano prohibió a los cristianos la asistencia a las escuelas públicas y el estudio de la literatura griega y que consistió en la elaboración de unos poemas épicos basados en la Biblia para así reemplazar en cierto modo los libros de literatura griegos. La Traducción de los SalmosEntre las obras poéticas de Apolinar, destaca la Traducción de los Salmos en verso heróico (Mετάφρασις τοῦ ψαλτῆρος, διὰ στίχων ἡρωïκῶν), una colección de 151 poemas en hexámetro dactílico, cuyo número, orden e incluso contenido corresponde a los Salmos de la Septuaginta.[2] Estos poemas están escritos con el vocabulario, las formas lingüísticas y los recursos expresivos del dialecto homérico. Aunque esta probablemente no sea una traducción en el sentido estricto (por más que Apolinar la presente como tal), sí es la primera vez que los Salmos se pusieron en verso griego.[3] Seis de los quince manuscritos que transmiten las traducciones de la Metaphrasis empiezan con un proemio,[4] una introducción compuesta en 110 versos, también hexámetros, en donde Apolinar se dirige a un tal Marciano, a cuya petición habría escrito el poema. En este proemio se describen los objetivos de esta traducción:
Cuatro de los códices también tienen una primera versión del primer salmo. En la modernidad, se ha dudado de que esta primera versión sea del mismo Apolinar.[5] Otros poemasEn dos de los quince manuscritos que transmiten la Metaphrasis (el Monacecis Graecus 55 y el Neapolitanus Graecus II A 11) esta obra aparece seguida por una breve colección de doce epigramas, que no fueron editados sino hasta 2018.[6] No es seguro que todos sean atribuibles al mismo Apolinar. Si este fuera el caso, el autor, habría ensayado temas tanto sagrados como profanos, como otros intelectuales de la literatura griega tardoarcaica. Sin embargo, en esta breve antología, ambos temas se alternan de forma particularmente llamativa. Puede compararse un breve epigrama en dístico elegíaco, muy semejante en tema y en tono a los Carmina Moralia de Gregorio Nacianceno, con un poema amoroso, más bien influido por Teócrito y Filodemo, pero que adelanta ya el estilo de los poetas del Nuevo Ciclo (como Agatías y Pablo):
Enlaces externos
Referencias
|