Antonio Mayandía Gómez
Antonio Mayandía Gómez (Torres de Berrellén, 13 de junio de 1860 - Madrid, 17 de septiembre de 1935) fue un militar y político español que ocupó diversos cargos de responsabilidad en la dictadura de Primo de Rivera. BiografíaEstudió en Zaragoza y posteriormente en la Academia de Ingenieros del Ejército en Guadalajara (1876-81).[1] Sirvió en el arma de ingenieros en distintos destinos, incluyendo como zapador en Barcelona o como responsable de fortificaciones en Ceuta antes de especializarse como pontonero y regresar a Aragón.[2] Se recuerda su papel al mando de unidades de pontoneros en eventos como las inundaciones del río Jiloca en 1901.[1][2] Llegaría a ser jefe del área de pontoneros, cuyo manual redactó.[1] Es igualmente conocido en el arma por su preocupación por la formación de especialistas y la remediación del bajo nivel educativo con el que llegaban muchos de los reclutas dado el problema de analfabetismo de la España de principios de siglo XX.[3] Fue también enviado a Europa, observando los frentes de los Alpes, Danubio y oriental durante la Primera Guerra Mundial[1] y los avances tecnológicos e industriales en Alemania y Dinamarca.[2] Especialmente de interés para él fueron los avances en puentes, como los puentes desmontables desarrollados en Dinamarca[2] o el cruce del Danubio en la campaña de los Balcanes.[1] Durante estos viajes también se familiarizó con las nuevas tecnologías civiles en boga en Europa, siendo comisionado por empresa cervecera La Zaragozana para la mecanización de su fábrica.[1] Se trataba de una iniciativa local para dar uso al excedente de cebada que producía la región,[2] y que sería uno de los hitos del capitalismo e industrialización en Zaragoza. Mayandía también propuso una iniciativa de alcantarillado en Zaragoza en 1901, que no se ejecutó por falta de presupuesto.[3] Finalmente en 1921 pasó a la guerra de Marruecos, constando su servicio como pontonero en la Bocana de Mar Chica y Wad-Lau[1] además de en las fortificaciones de Larache, Ceuta, Tetuán y Tánger[2] y participando en acciones de combate en la Meseta de Iguerman, Yazanen y Tifasor.[2] En 1922 fue ascendido a general de brigada y terminó obteniendo una comisión en su tierra aragonesa.[2] Con el advenimiento de la dictadura de Primo de Rivera, Mayandía fue nombrado parte del directorio militar que tomó el poder en septiembre de 1923. Considerado cercano a sus orígenes aragoneses,[4][1] fue vocal por la V Región Militar y promotor de proyectos como el campo de Maniobras de San Gregorio y la Academia General Militar de Zaragoza.[1][5] En cambio se le ha adscrito una posición moderada entre las facciones existentes dentro de las fuerzas armadas (africanistas vs junteros), participando poco en esos debates políticos.[6] Ocupó un papel tecnocrático en el área de Fomento, recordándose el Proyecto Mayandía, un intento de armonizar la normativa de ferrocarriles, y su resolución de un conflicto del Canal de Isabel II relativo al abastecimiento de agua a Madrid.[7] La creación del directorio civil en diciembre de 1925 lo reubicó como director general de Ferrocarriles. Siguió siendo un político muy vinculado a Aragón, recordándose su papel como defensor de infraestructuras como los ferrocarriles Teruel-Alcañiz y del Canfranc[1] o la N-122.[8] Fue elegido diputado en 1927-1928.[9] Era miembro honorario de instituciones como la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País y otras instituciones ilustradas de Zaragoza,[1] hijo adoptivo de localidades turolenses y oscenses cuyos ferrocarriles promovió,[1] así como del Campo de Borja, en el que residía su hermana y en el que promovió un puente en Gallur y el intento de devolver el estatus de colegiata a Santa María.[8] La llegada de la Segunda República Española supuso su encarcelación en 1931 por su participación en la dictadura previa, bajo el delito de alta traición,[10] aunque fue liberado en 1934 y readmitido en el ejército.[2] Falleció en 1935. Referencias
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