Con un padre cruel y avariento, que tenía cuatro hijos, no quería gastar dinero en la dote de su única hija, se casó relativamente mayor en edad el 7 de octubre de 1694.
Mademoiselle de Luxemburgo no era tan joven, bonita e inteligente para convertirse en una monja que no quería, pero ha ella no le dio una dote.
- Saint-Simon. Memorias. 1691-1701, p. 167
Al enterarse de que la duquesa María de Nemours va a hacer Luis Enrique de Borbón-Soissons, de una personalidad más bien oscura, bastardo del último conde de Soissons el príncipe de Neuchatel, la hermana del Mariscal la duquesa Isabel Angélica Mecklemburgo le propuso casarlo con una sobrina, que de este modo adquiriría la codiciada familia de Montmorency-Luxemburgo el estatus de "princesa extranjera".
Marshall no se atreve a pedir al rey sobre el ascenso de un bastardo en la corte, y le entregó a su hermana para llevar a cabo este negocio. La Duquesa de Mecklemburgo fue al rey Luis XIV para pedirle el permiso para casarse.
El rey, sin esperar, la interrumpió, diciendo que el Señor de Luxemburgo nada le informó al respecto, pero se lo da a hacer todo lo que ella y su hermano tuvo a bien, pero la esperanza de que no se le ocurriría pedir un título para el caballero de Soissons, quien en cualquier condición de la misma no son honores, y así poner fin a sus sueños quiméricos. Sin embargo, la boda se llevó a cabo y fue más que modestamente celebrado en el Hotel Soissons inmediatamente después del regreso del señor de Luxemburgo del ejército. La señora de Nemours fue alojada en una suite de la casa, ellos recibieron una lluvia de dinero, regalos, escribió un testamento en su favor, y sin embargo proporcionar un ingreso regular; que sinceramente quería y el marido y la esposa, que nunca visitó e interactuó sólo con los habitantes de Soissons hotel.
- Saint-Simon. Memorias. 1691-1701, p. 167