Angie Bonino
Angie Bonino (Lima, 1974) es una artista e investigadora multidisciplinaria, curadora y docente. Es, además, considerada una precursora del videoarte en el Perú en la década de los 90.[1][2] Su trabajo está vinculado con los nuevos medios, las tecnologías, las instalaciones, el accionismo y el espacio, buscando, de esta manera, que el espectador tenga una visión crítica de la sociedad contemporánea y de las implicancias sociales que ejercen la ciencia y la tecnología en términos globales. BiografíaInfancia y juventudAngela Natalia Bonino Velaochaga, hija de Carlos Bonino Nieves y de Carlota Velaochaga Gil, nació el 13 de agosto de 1974. El origen de su nombre proviene de una promesa que le hace su madre —dirigente feminista que trabajó en las brigadas internacionales, quien junto a su padre, militantes comunistas, la educaron en la Dialéctica como concepción del mundo— a la activista afroamericana Angela Davis, presa en ese momento, de ponerle su nombre a su futuro descendiente en caso de que lleguen a liberarla y Natalia por "Nataly" la famosa guia soviética convertida en una popular canción por los hermanos Arriagada.[3] Bonino se introduce en la tecnología a los 11 años de edad cuando su padre lleva a casa una antigua computadora Sinclair (fabricada por la compañía británica Sinclair Research). A partir de aquel momento la tecnología no le sería ajena, por lo que, a los 19 años de edad, abordaría el manejo de programación de softwares (entre ellos programas de diseño y HTML) cuando cursaba la carrera de diseño gráfico.[4] Formación académicaAngie Bonino se inició en el mundo del arte estudiando diseño gráfico en el Instituto Superior de Diseño y Publicidad “Toulouse Lautrec" de la ciudad de Lima, Perú, entre los años 1991 y 1993. Tiempo después, en el año 1995, empezaría una segunda carrera en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Lima. En paralelo a sus estudios de arte, mostraría interés por cursos de tecnología, adhiriéndose al club de robótica y participando en cursos de Mecatrónica y Sistemas en la Universidad Nacional de Ingeniería. Su esfuerzo la haría acreedora a una beca de maestría en Sistemas Interactivos en el Audiovisual en la Escuela Superior de Diseño ESDI y en la Universidad Ramon Llull de Barcelona, España, en el año 2005. En los años siguientes obtuvo una nueva maestría en Seguridad Informática y en Sistemas de Software Libre, subsidio de la Comunidad Europea, la cual fue enriquecedora para la labor que desempeñaba en el proyecto Hacking Net (organización de Hacktivismo). ObraCaracterísticas de su obraSu trabajo, de carácter multidisciplinario, ha incursionado por distintas vertientes del arte. Bonino experimenta con espacios reales y virtuales, intervenidos en la línea del accionismo de Fluxus, Rebeca Horn, Lynn Hershman o Marina Abramovic, entre otros referentes.[1] Desde su primera exhibición individual (Esquemas, 1995), ha venido trabajando en las artes electrónicas a través de performances visuales, intervenciones de espacios públicos e instalaciones. Ella considera que cada uno de sus trabajos tiene una característica propia y específica, resaltando una visión no lineal dado que descarta lo convencional, y que se introduce en la abstracción logrando así sintetizar la conceptualización de manera que su comprensión sea asequible al espectador.[1] Sobre la obra de Angie Bonino, el investigador peruano José-Carlos Mariátegui señala que "tiene una sutil particularidad, pues notamos que es imposible definirla sin mencionar tres campos relacionados: el video, la acción y el espacio”.[5] Estos tres aspectos se relacionan para involucrar al espectador en una reflexión e interacción con su obra, y que no solo permanezca como observador pasivo, en vista de que el interés de Bonino radica en la instalación multimediática. De esta manera selecciona lo más relevante de una idea para llevarla a una narrativa ficcional con la ayuda de elementos que compartan un mismo significado, o que pertenezcan a una misma categoría, sin perder una secuencia. De este modo hace una captura de la realidad planteándola en video.[1] Temática de su obraLa década de los 90, en la primera etapa de videasta de Angie Bonino, los referentes de la estética chicha —una cultura marginada y surgida a raíz de una inmigración andina—, servirán de insumo conceptual a la artista. Bonino se sumerge en estos simbolismos que dan identidad a esta cultura llena de colores fosforescentes y expresiones populares. Como afirma José-Carlos Mariátegui:
Otra exposición individual en donde se representa a esta estética es Retrospectiva de Relleno Plástico (1998); en cuanto a las participaciones colectivas están Yohny se Vende - Imágenes y documentos acerca de Gamarra (1998) y Bitácoras - Por aquí pasamos (1999), exposiciones que "comparten elementos y crean redes de comunicación en un espacio que condensa la fuerza de la hibridación en el territorio de la identidad, a partir de desplazamientos, transculturación, desterritorialización y reterritorialización".[1] Manteniendo esta tendencia de trabajo elabora “No vídeo” (1999), en donde la palabra “NO” se presenta en diferentes contextos visuales interactuando con sonido; o como en el caso de “Mr. President” (2000), sátira hacia el mandatario Alberto Fujimori y su tentativa al continuar a cargo del gobierno a finales de la década de los 90. Este vídeo concluye con una locución en off del clásico “Happy Birthday, Mr. President” de Marilyn Monroe y la animación de una figura femenina emergiendo de un pastel. Angie Bonino, valiéndose de diferentes códigos, interpone estas asociaciones para que el espectador reciba un producto atractivo a la vista, pero también comprometido con problemas políticos y sociales como, por ejemplo, “La imagen” (2000) —probablemente una de las más emblemáticas producciones de Bonino y que culmina este ciclo de “estética fosforescente”— en donde combina imágenes de soldados sobre un tanque y la frase “la imagen” reproducida en diferentes lenguas. La imagen, inicialmente estática, cobra movimiento para transformarse en una cruda secuencia de la Marcha de los cuatro suyos en Lima (gran marcha pacífica en contra del régimen fujimorista).[5] Sobre estos vídeos José Carlos Mariátegui señala: “todos estos vídeos son una demostración de actos no realizados en la realidad sino en la imagen en movimiento, pero que se encuentran ligados al campo de la acción”.[5] El interés por la temática política y social, apoyada en investigaciones de archivos,[6] siempre ha estado presente en la obra Bonino como es el caso de "Pies en la tierra" (2000), en donde muestra 35 esferas de metro y medio de diámetro ocupando una habitación y sobre ellas imágenes proyectadas de porno duro, programas de televisión, talk shows nacionales, cine Gore e imágenes de internet.[7] El trabajo de “No logo” (2001) es un registro de la primera performance por Internet en realizada en tiempo real desde el Perú,[8] en conjunto con diferentes artistas del mundo (Argentina, Perú, Francia, Inglaterra, Eslovenia y España). Este trabajo, parte del proyecto “H8 Fullworld”, consistió en transmitir en tiempo real las acciones de ocho artistas, inspirados en “la Insostenible esclavitud de la modernidad”.[9] La semióloga rumana y crítica de arte radicada en Perú Mihaela Radulescu señala que “para Angie Bonino la performance es no sólo la expresión pasional de un concepto sino también la posibilidad de desarrollar el devenir, el movimiento, el cambio.”[1] En el 2003 se involucra en uno de sus proyectos más interesantes, Hacking Net, una organización virtual de programadores y artistas latinoamericanos en pro del net activismo.[10] Durante el Festival de Performance "Fuera de Campo" - ExTeresa Arte Actual, en México, la artista y sus colaboradores logran demostrar que el software de espionaje del FBI, Carnivore, seguía operando a pesar de su anunciada declaración internacional de desactivación. Entre los proyectos más recientes podemos ubicar la videoinstalación Tras la huella del delito (2013). Este work in progress presentado en Barcelona, consistente en vídeos, pinturas, dibujos, fotografía, plataformas de internet, etc., se apoya en "las contradicciones que atraviesan la modernidad política y, especialmente, el proyecto demiúrgico del Estado-Nación de construir una realidad compartida para un territorio y un pueblo".[11] Parte de la muestra fue presentada en el Museo de Arte Contemporáneo - Lima (MAC) en el 2014. ExhibicionesExposiciones individuales de nuevos medios
Notas y referencias
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