Alopecia androgénica
![]() ![]() La alopecia androgénica o alopecia androgenética (AGA), también llamada calvicie común, es el tipo de calvicie o alopecia más habitual entre la población masculina, aunque también se produce en la mujer. No es una afección exclusivamente humana, pues afecta a chimpancés, orangutanes, macacos y otras especies de primates.[1] EtiologíaSe debe a un aumento de la acción de las hormonas masculinas o andrógenos sobre ciertas áreas del cuero cabelludo predispuestas genéticamente a la afección. Provoca disminución progresiva en la actividad del folículo piloso que va decreciendo de tamaño hasta que se produce la atrofia total del bulbo piloso con la consiguiente pérdida del pelo. Cuadro clínicoExisten dos patrones de pérdida de cabello en la alopecia androgénica, el masculino y el femenino.
DiagnósticoEl diagnóstico se basa generalmente en la observación cuidadosa del paciente, el interrogatorio y la historia clínica. Es necesario comprobar la no existencia de otros tipos de alopecia, entre ellas la alopecia areata, efluvio telógeno, tricotilomania, alopecias cicatrizales, secundarias al empleo de algunos fármacos. No debe confundirse la alopecia androgénica con otras pérdidas de cabello de origen genético que son mucho más infrecuentes y se incluyen dentro del grupo de enfermedades llamadas displasias pilosas con fragilidad capilar, como el monilethrix, pili multigemini, pili bifurcati, pili torti y síndrome del cabello anágeno suelto.[2][3] GenéticaParece que los genes influyen en la caída del cabello, en un estudio de 2010 realizado en seis ciudades chinas encontró que menos del 3% de los hombres de entre 18 y 29 años, y poco más del 13% de los de 30 años, experimentaban calvicie de patrón masculino. Investigaciones anteriores realizadas en Corea del Sur sugirieron que sólo el 14,1% de toda la población masculina estaba afectada, mientras que se descubrió que los hombres japoneses desarrollaban calvicie de patrón masculino aproximadamente una década más tarde que sus homólogos europeos.[4] TratamientoExisten multitud de tratamientos populares y publicitarios. También crecepelos realizados con las sustancias más inverosímiles. La mayor parte de ellos carecen de cualquier tipo de evidencia científica que avalen su utilidad. Los tratamientos disponibles que han pasado una evaluación clínica rigurosa se reducen únicamente a 3 y siempre deben emplearse bajo la supervisión de un médico, pues no están exentos de efectos secundarios.
Referencias
|
Portal di Ensiklopedia Dunia