Alfonso López López
Alfonso López López (Secorún, 16 de noviembre de 1878- Samalús, 3 de agosto de 1936), fue un religioso español de la Orden de Frailes Menores Conventuales. Es venerado como mártir durante la guerra civil española y beato por la Iglesia católica.[1][2][3] BiografíaNació en la diócesis de Jaca, fue bautizado con el nombre de Federico.[1][2] Nombrado en 1906, ingresó en la Orden Franciscana de Granollers.[1][2] Después de su formación en la ciudad italiana de Osimo en 1908, hizo profesión religiosa y fue ordenado sacerdote allí en 1911.[1][2] Tomó el nombre monástico de Alfonso.[2] Enviado a Loreto durante tres años (1912-1915), ejerce de confesor.[1][4] Al regresar al convento de Granollers, se convierte en maestro de postulantes y novicios.[1] Cuando, tras el estallido de la guerra civil española, comenzó la persecución de los católicos y el 20 de julio de 1936, combatientes de la Federación Anarquista Ibérica incendiaron el monasterio de Granollers, se escondió con amigos.[1][5] Fue detenido junto con su hermano Miguel Remón Salvador y, a costa de su vida, rechazó la apostasía. Fueron fusilados la noche del 3 de agosto en Samalús.[1][2] Fue beatificado en el grupo de José Aparicio Sanz y 232 compañeros, el primero en ser elevado a los altares de la Iglesia católica en el tercer milenio por el papa Juan Pablo II en el Vaticano el 11 de marzo de 2001.[2][6] El memorial litúrgico lo celebran los católicos el 3 de agosto y el grupo de mártires el 22 de septiembre.[2] Referencias
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