Pocos años después de la muerte de su madre, Diego Hurtado contrajo segundas nupcias con Leonor de la Vega, con la que Aldonza nunca se entendería bien. Su padre, que era infiel a su nueva esposa, falleció en 1404 cuando se encontraba en Guadalajara con su hija, mientras visitaba a su amante Mencía de Ayala, buena amiga de Aldonza. Tras la muerte de su padre, Aldonza heredó numerosas propiedades en Toledo, y en otras villas como Tendilla y Cogolludo.
Mientras tanto, proseguían sus disputas con su hermano por la herencia de su padre. Finalmente, y tras varios procesos judiciales, el marqués de Santillana y su madre Leonor de la Vega consiguieron retener todas las propiedades que les correspondían, salvo el castillo de Manzanares.
Fallecimiento
En 1430, y como consecuencia de sus intrigas, Fadrique murió encarcelado en el castillo de Peñafiel. Su viuda se retiró a Guadalajara donde, una vez hechas las paces con su hermano vivió tranquilamente hasta su fallecimiento en 1435, dejando en herencia el castillo de Manzanares a su hermano y entregando el resto de sus posesiones para fines benéficos.
Beceiro Pita, Isabel (2014). «Aldonza de Mendoza, Duquesa de Arjona: (¿? - Epinosa de Henares, 18 de junio de 1435)». En Alegre Carvajal, Esther (Dir.), ed. Damas de la Casa de Mendoza: Historias, leyendas y olvidos. Madrid: Polifemo. pp. 71-95. ISBN978-84-16335-00-8.