La chía es un antiguo cultivo de América. Originaria de México y Guatemala, fue alimento principal en las civilizaciones precolombinas. Se cree que se utilizaba antes del 3500 a. C.[1] La semilla contiene un 30% de aceite del cual más del 60% es Omega 3,[2] un ácido graso esencial para el organismo.
Desde el 2009 el aceite de chía forma parte del Código Alimentario Argentino (CAA)[3]
Referencias