«Diálogos banales, situaciones aparentemente intrascendentes…compilación de viñetas costumbristas matizadas con miradas, largos silencios y gestos que no intentan ocultar errores ni tienen ambiciones desmedidas.»[1]
«La cruda realidad y el cine en crudo…las buenas intenciones tropiezan con el relato…una narrativa que avanza a los tropezones y actuaciones que van de lo espontáneo y amateur hasta otras más logradas. Baste decir que no hay engaños y mentiras, pero todavía no alcanza.»[1]
Manrupe y Portela escriben:
«…abundan la cámara en mano, la voluntaria desprolijidad en el montaje y el sonido.»[1]
Manrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2003). Un diccionario de films argentinos II 1996-2002. Buenos Aires: Editorial Corregidor. p. 54. ISBN950-05-1525-3.