Sima Yi se hace con el control de Cao Wei ejecutando a su rival político Cao Shuang y a su clan, marcando el comienzo del mandato de la familia Sima, que finalmente dio lugar a la Dinastía Jin.
Decio empieza la persecución de cristianos y de todos los que no quieran colaborar con el Imperio romano. Promulga un decreto según el cual todos los habitantes del Imperio tienen que rendir culto a los dioses del Estado.[1]
En Alejandría, el pueblo saquea las casas de los cristianos.