Summi Pontificatus
Summi Pontificatus es una encíclica del papa Pío XII publicada el 20 de octubre de 1939. La encíclica lleva por subtítulo Sobre la unidad del cuerpo social.[1] Fue la primera encíclica de Pío XII, que fue vista como el establecimiento de un «tono» de su papado. Critica los errores principales de la época, tales como las ideologías de racismo de superioridad y cultural y el estado totalitario. También establece el marco teológico para el futuro de las encíclicas, como Mystici Corporis Christi (1943). La encíclica lamenta la destrucción de Polonia, denuncia el Pacto Ribbentrop-Mólotov y pide una restauración de la independencia de Polonia. La unidad del cuerpo socialSummi Pontificatus ve cómo el cristianismo se universaliza, y se opone a la hostilidad racial y a los sentimientos de superioridad. Indica que no hay diferencias raciales, porque la raza humana forma una unidad, porque «todos tenemos un antepasado [Adán] de todas las naciones que habitan en toda la tierra».
Esta ley divina de la solidaridad y la caridad asegura que todos los hombres son verdaderamente hermanos, sin excluir la rica variedad de personas, culturas y sociedades.[2] La diversidad humana y culturalSummi Pontificatus enseña que las culturas superiores e inferiores no existen y que los diferentes niveles de desarrollo dentro y entre las naciones son fuente de enriquecimiento de la raza humana.
La solidaridad y la caridadDebido al origen común y la igualdad resultante, la solidaridad y la caridad son obligatorias para todas las personas. El principio de solidaridad, que puede ser articulado en términos de «amistad» o «caridad social», es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana.
El olvido de la ley de la caridad universal, puede dar lugar a conflictos y guerras. Debido a que la caridad es lo único que puede crear y consolidar la paz mediante extinción de odio y envidia, del ablandamiento y disensiones en las relaciones entre las naciones.[5] Véase tambiénReferenciasEnlaces externos |