El marquesado de Santiago es un título nobiliarioespañol creado —con la primitiva denominación de marqués de Uterviejo— por Real Decreto de Felipe V del 20 de diciembre de 1706 a favor de Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos Ledesma y Bernal. El Real Despacho, expedido el 31 siguiente, mudaba la denominación por la actual y cancelaba el vizcondado previo de San Esteban.
Dichas denominaciones aludían a sendos lugares de señorío jurisdiccional del concesionario, arrabales de la ciudad de Huete en la diócesis y actual provincia de Cuenca: la aldea y parroquia[1] de Uterviejo (perteneciente entonces al municipio de Caracenilla, después incorporado a Huete) y la antigua villa de Cuevas de Santiago, que por entonces ya era un caserío del municipio de Mazarulleque (hoy del Valle de Altomira).
El concesionario fue proveedor general de los ejércitos de Felipe V durante la Guerra de Sucesión y arrendatario de diversas rentas reales (como las de la sal, de la Santa Cruzada, el tercio diezmo y del maestrazgo de las Órdenes Militares). El otorgamiento del marquesado y de los señoríos que le dieron denominación fue resultado de una transacción con la Real Hacienda, que así saldaba las deudas que mantenía con el asentista por sus suministros al ejército.
Desambiguación: Los dos marquesados de Santiago
Otro título del Reino con la misma denominación de marqués de Santiago ya existía desde el 14 de julio de 1660, concedido por Felipe IV a Dionisio Pérez Manrique de Lara. Quedó vacante a finales del siglo XIX por muerte del quinto marqués, Juan Félix de Encalada y Ceballos. Y en 1917 fue rehabilitado con la nueva denominación de marqués de Villamayor de Santiago. Algo más sobre el origen de este título se dice en la voz sobre el linaje Larrea.
Se trata de dos títulos distintos e independientes, que durante más de un siglo coexistieron con igual denominación. Curiosamente, es el más moderno (creado en 1706) el que ha conservado la denominación original, mientras que el primitivo (concedido en 1660) la mudó como queda dicho. Tal cambio puso fin a una anómala duplicidad: un caso que se ha dado en pocas ocasiones en la historia nobiliaria española.
El comediógrafo Jardiel Poncela, en su novela ¡Espérame en Siberia, vida mía! (publicada en 1930 y llevada al cine varias veces) creó el personaje de ficción del marqués del Corcel de Santiago.[2]
Natural de Madrid, recibió el bautismo en la parroquial de San Ginés el 8 de diciembre de 1648; testó el 18 de septiembre de 1720 a fe de Gabriel de Nevares, escribano de Madrid, fundando varios mayorazgos, con facultad real,[7] y cuantiosas obras pías; murió a finales de 1727 y fue enterrado, según había dispuesto, en la iglesia conventual de la Concepción de la misma villa, debajo del coro. En enero del año siguiente se hizo inventario de sus bienes,[8] pero los autos de partición de su herencia no se instruyeron hasta 1732.[9]
Siendo ya marqués, Francisco Esteban fue insaculado en Madrid para las elecciones de Alcaldes de la Mesta en los años 1720, 23, 27 y 28, calidad que sería aducida como prueba de nobleza por sus descendientes.
Concesión de los señoríos y el título
Obtuvo las jurisdicciones y el marquesado como resultado de una transacción con José de Grimaldo, ministro de Hacienda de Felipe V. Otorgando estas mercedes, la Real Hacienda saldaba las deudas que mantenía con el concesionario por su actividad de proveedor de los ejércitos durante la Guerra de Sucesión.[10] Los lugares de Uterviejo y Cuevas de Santiago —antiguos señoríos del linaje optense de los Rodríguez de la Encina— habían sido incorporados por la Corona poco antes, y su jurisdicción le fue concedida a Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos mediante el mismo Real Decreto que le creaba marqués de Uterviejo, dado el 20 de diciembre de 1706.[11] El siguiente día 31 se le despachó la Real Carta, que mudaba dicha denominación por la de marqués de Santiago y cancelaba el vizcondado previo de San Esteban.[12]
Mecenazgo y patronato
Fue un verdadero mecenas de numerosos artistas,[13] y reunió una notable colección de pintura —sobre todo retratos y cuadros de tema religioso— con obras de Murillo, Antolínez, Palomino, los Castrejón, etc.,[14] según consta de un inventario formado en 1738.[15]
La munificencia de este patricio dejó en Madrid notables monumentos de religión, de caridad y de amor a las bellas artes:
El más hermoso fue la capilla de Nuestra Señora de Belén: un espacioso templo que comunicaba con la iglesia del Hospital del Amor de Dios (o de Antón Martín, después Hospital General). Los hermanos de San Juan de Dios iniciaron la construcción de esta capilla en 1713, pero las obras quedaron pronto suspensas por falta de fondos. Hasta que, por escritura del 24 de marzo de 1714,[16] se hizo cargo del patronato el marqués de Santiago,[17] quien encargó nuevos planos al maestro Gabriel Valenciano para hacerla más grande y suntuosa. Tenía planta de cruz latina, y la nave medía 23 metros de largo y poco menos de ocho de ancho. Trazada en orden corintio y compuesto, muy barroca, tenía un cimborrio ochavado sostenido por arcos torales y rematado en cúpula, cuyo vértice, situado a 25 metros de altura, se abría a una linterna de cuatro metros más. Los paramentos, bóvedas y pechinas estaban pintados al fresco y decorados con molduras y relieves de piedras duras y de bronce dorado; el zócalo del retablo mayor era de jaspe; dicho retablo y los de los altares colaterales estaban labrados en lapislázuli, lo mismo que el frente de altar, el sagrario y las gradas.[18] Durante más de un siglo, la devota imagen de Nuestra Señora de Belén sería honrada en esta capilla por la realeza, nobleza, clero y pueblo de Madrid.[19]
Por otra escritura del 18 de marzo de 1720, fundó y dotó un convento de clérigos regulares camilos,[20] llamados Agonizantes por dedicarse a estos enfermos. Esta casa e iglesia, bajo la advocación de Santa Rosalía, se habían de levantar enfrente del dicho Hospital General, en el solar de unas casas que poseía el marqués en la calle de Atocha, esquina a la de San Blas. Las obras se prolongaron muchos años,[21] y no se habían rematado aún en 1836, cuando los buenos padres fueron exclaustrados.[22]
También fue gran benefactor del convento de la Purísima Concepción, llamado de Don Juan de Alarcón, cuyo patronato adquirió el 1.º de agosto de 1720. Era a la sazón Comendadora del cenobio su hija mayor, y tenía otra hija monja en el mismo. Para su propio entierro, el marqués eligió el sotacoro de la iglesia conventual, y a tal fin labró en mármoles las sepulturas, altar y retablo; alhajó la capilla con yeserías, pinturas y todo su ajuar litúrgico, y fundó numerosas misas. Después de sus días, también profesó aquí su viuda.[23]
Asimismo, los primeros marqueses de Santiago fundaron y dotaron largamente la capilla de San José de la iglesia conventual de San Hermenegildo de PP. Carmelitas Descalzos (actual iglesia parroquial de San José). Sobre la puerta de dicha capilla campeaba el escudo de los fundadores, cuya memoria honraban también dos lápidas de mármol negro con letras doradas «que la una relaciona cómo Don Francisco Esteban de los Ríos, Familiar del Santo Oficio, y Doña María Bueno su muger, la dotaron por los años 1676 y 1695, y se menciona la Escriptura pública de dicho Patronato como de las Memorias dexadas por Don Juan Rodríguez de los Ríos su padre. Y en la otra lápide se lee cómo Doña María Bueno, muger de Don Francisco Rodríguez de los Ríos, y Don Fernando Rodríguez de los Ríos y Bueno, hazen Fundación de otras Memorias en dicha Capilla como Patronos de ella».[24]
Ascendencia
Era hijo primogénito y sucesor de Juan Rodríguez de Ledesma, natural de San Felices de los Gallegos (en la Raya de Salamanca), bautizado en la Asunción el 24 de enero de 1619, y de Francisca Bernal de los Ríos, natural de Madrid, donde casaron el 28 de abril de 1640, hija a su vez de Juan Bernal Ruiz y de Juana de los Ríos. Ambos habían muerto antes del fin del siglo XVII.[25]
El padre del I marqués había sido también tesorero general de las Reales Salinas y coleccionista de arte.[26] Testó en Madrid ante Jerónimo de Torres el 18 de enero de 1683, declarando por hijos del matrimonio a Francisco Esteban, a Manuel, a Juan Valentín y a Francisca Rodríguez de los Ríos, mujer de José de Anchía.[27] El segundo de los varones, Manuel, nacido en Madrid en 1655, casó con María de Coca y Muriel de Berrocal, de igual naturaleza, y fue padre del santiaguista Francisco Javier Rodríguez de los Ríos y Coca, ayuda de cámara de S.M.[28] Y el menor, Juan Rodríguez de los Ríos, fue Secretario de S.M. y edificó a sus expensas el Oratorio de San Felipe Neri de Sevilla,[29] donde fue enterrado.[30]
Sus abuelos paternos fueron Francisco Rodríguez de Ledesma, natural de Lumbreras (La Rioja), y Ana García, que lo era de San Felices. Pero los Rodríguez eran de origen butragueño. El citado abuelo del I marqués hizo información de nobleza en Lumbreras en 1623, por la que consta que era hijo de Fernando Rodríguez y nieto de Pedro Rodríguez, naturales y vecinos de Buitrago del Lozoya, donde gozaban de la calidad de hidalgos y desempeñaron oficios municipales por el Estado noble.[31]
Matrimonios e hijos
Casó dos veces: la primera en su parroquia natal el 3 de diciembre de 1667 con María Bueno y Mansilla, natural también de Madrid, que fue bautizada en la misma iglesia el 22 de diciembre de 1652 y testó el 21 de marzo de 1697.[32] Era hermana de Lucas y de Isidro Bueno y Mansilla, alcaldes de la Mesta en 1674, e hija de Juan Bueno Guijarro, familiar del Santo Oficio, natural y alcalde noble de la Hermandad de la villa de Barajas, y de Isabel de Mansilla y Bremans, nacida en la de Madrid.
Y segunda vez casó el marqués con María Anastasia Bonilla y Malo, de la que no tuvo prole. En 1728 esta señora «a pocos días de la muerte de su marido» y de que fuera enterrado en la Concepción, se retiró a este mismo convento,[33] donde ya eran monjas dos de sus hijastras.
Del primer matrimonio nacieron siete hijos:
La mayor fue María Antonia Josefa Rodríguez de los Ríos y Bueno, que se llamó en religión sor María Antonia de Jesús. Debió de nacer en 1672 y murió el 26 de mayo de 1748. El 4 de octubre de 1685 se capituló que entraría mercedaria descalza en el convento de Don Juan de Alarcón, ya citado, lo que se cumplió el 7 de junio de 1689.[34] Desde 1705 hasta su muerte, fue comendadora del convento, donde aún se conservan dos retratos suyos. En el primero, pintado por Antonio de Castrejón, una «marquesita de Santiago» adolescente viste ropas galantes y de alegre colorido, aunque en el ángulo superior izquierdo se anuncia su inminente entrada en religión mediante la escena —pintada dentro de un resplandor— de la Virgen de la Merced imponiendo su escapulario a una novicia. El otro datará del final de su vida —si no es póstumo—, aunque el pintor rejuvenece los rasgos de la comendadora; lleva una larga leyenda conmemorativa y está atribuido a González Ruiz.[35]
María Nicolasa Rodríguez de los Ríos y Bueno, natural de Madrid, que hizo dos veces información genealógica para casar con sendos caballeros de Santiago.[36] Contrajo primer matrimonio en 1696, a los catorce de edad, con el asentista navarro Juan de Sesma y Díaz de Tejada, contador de Resultas de S.M., administrador general de las Rentas Reales de Diezmos, Puertos y sus agregadas, y de la del Importe del Papel.[37] Natural de Mendavia y bautizado en San Juan el 1.º de marzo de 1663, estaba viudo de Francisca Ruiz de Gaona y era hijo de otro Juan de Sesma, nacido en la misma villa y oriundo de Allo, y de María Díaz de Tejada, natural de Lodosa. Tuvieron siete hijos, que por la prematura muerte del marido quedaron bajo tutela de Nicolasa. El mayor, llamado como su padre, continuaría al frente de los negocios familiares,[38] y otro, Manuel de Sesma, fue caballero de Calatrava.[39] Nicolasa volvió a casar en 1716 con el también asentista[40] y caballero de Santiago Antonio de Pontejos y de la Cagiga, I marqués de Casa Pontejos, gentilhombre y ayuda de cámara de S.M., viudo con hijos de Francisca Javiera de Anchía y Rodríguez de los Ríos (prima de su segunda mujer).[27] Natural de Santander y bautizado el 24 de junio de 1676, era hijo de Pedro de Pontejos y Salmón, de igual naturaleza, caballero de Calatrava, Pagador de las Cuatro Villas por S.M., y de Margarita de la Cajiga Bustamante, natural de Camargo.
Josefa María Rodríguez de los Ríos y Bueno, que casó en 1703 con Juan Tomás de Goyeneche e Irigoyen,[41] caballero de Santiago,[42] contador mayor de Hacienda, tesorero y caballerizo de la Reina viuda,[43] natural y señor del palacio de Goyenechea en el valle del Baztán (Navarra).[44] Tomás fue bautizado en la parroquial de San Juan de Arizcun el 27 de octubre de 1681 y era sobrino del influyente político y empresario Juan de Goyeneche y Gastón, socio principal del marqués de Santiago en sus negocios.[3] Hijo de Andrés de Goyeneche y Gastón, su hermano mayor, natural y señor de dicho palacio, y de María de Irigoyen y Lastiri, natural de Errazu en el mismo valle. No hubo prole de este matrimonio. El marido testó en Arizcun el 28 de junio de 1721 y murió ese mismo año a los 39 de edad, sucediéndole en la casa su hermano Juan Francisco de Goyeneche e Irigoyen, que en 1735 fue creado I marqués de Ugena.
Ángela Antonia Rodríguez de los Ríos y Bueno, que en 1706 hizo información de nobleza[45] para casar, según capitulaciones,[46] con Agustín López de Dicastillo y Méndez Testa, II conde de la Vega del Pozo, caballero de Calatrava,[47] natural de Pamplona y bautizado el 28 de agosto de 1683, hermano de la primera mujer del primogénito. Este matrimonio fue fugaz e infecundo por la prematura muerte del marido, y la condesa viuda entró en el convento de Don Juan de Alarcón, del que ya era Comendadora su hermana mayor. El 16 de febrero de 1717, siendo novicia de este convento y habiendo pagado ya la dote, hizo renuncia de sus bienes y de ambas legítimas en favor de su padre.[48] Poco después profesó con el nombre de sor Ángela de Jesús.
Fernando Agustín Rodríguez de los Ríos y Bueno, que sigue.
Cayetano Rodríguez de los Ríos y Bueno, que murió mozo antes de que testase su padre.
Y María Eugenia Rodríguez de los Ríos y Bueno, primera poseedora de un mayorazgo que le fundó su padre por su citado testamento de 1720. Casó con Félix de Salabert Urriés de Castilla y Aguerri, IV marqués de Valdeolmos y III de la Torrecilla, regidor perpetuo de Madrid, caballero de Santiago,[49] que nació en Zaragoza el 17 de mayo de 1689 y finó en 1762. Hijo de Manuel Félix de Salabert Urriés de Castilla y Sora, del Consejo de S.M. en la Contaduría Mayor de Hacienda, natural de Borja, y de Josefa Teresa de Aguerri y Rivas, que lo era de Zaragoza, marquesa de la Torrecilla y de Valdeolmos (hermana y sucesora del I marqués de la Torrecilla e hija del I marqués de Valdeolmos). Con sucesión.
Casó dos veces: la primera mediante capitulaciones otorgadas el 20 de noviembre de 1706 a testimonio de Gabriel de Nevares,[53] con María Teresa López de Dicastillo y Méndez Testa, de la que enviudó sin descendencia. Era cuñada de su hermana Ángela e hija de Mateo López de Dicastillo, I conde de la Vega del Pozo, caballero de Calatrava, colegial mayor de San Ildefonso de Alcalá, consejero de Castilla, natural de Dicastillo (Navarra), y de Catalina Méndez Testa de la Lastra, casados el 20 de enero de 1681 en Madrid, parroquia de San Sebastián; nieta de Marcelo López de Dicastillo y Roldán, natural, regidor perpetuo y alcalde de Dicastillo, y de Jacinta López de Dicastillo, de igual naturaleza.
Y casó segunda vez en Madrid, el 2 de marzo de 1726, con Feliciana Álvarez de Bustamante y Esquivel, natural de Peñafiel y bautizada el 11 de marzo de 1706.[54] Era hermana consanguínea de Miguel Álvarez, canónigo de la Catedral de Segovia, dignidad de arcediano de Cuéllar y capellán de Almadrones,[55] y de Domingo Álvarez de Landázuri, también presbítero, que fue proveído por su cuñado el marqués para una capellanía que fundó. Estos eclesiásticos eran hijos de Jerónimo Álvarez de Bustamante, citado en el texto como padre de la marquesa, y de Alfonsa de Landázuri y Ocáriz, su segunda mujer, natural de Izurza en la merindad de Durango y señorío de Vizcaya.[56] Hija de Jerónimo Álvarez de Bustamante y González de la Vega, natural de Madrid y oriundo de Peñafiel, y de María Ventura de Esquivel y Arce, su primera mujer, nacida en Valladolid el 20 de julio de 1682 y que otorgó poder para testar en Peñafiel ante Melchor Muñiz el 9 de septiembre de 1708. Los padres de Feliciana casaron en Valladolid el 2 de agosto de 1703, previas capitulaciones otorgadas el día anterior y en la misma ciudad ante Juan García, y se velaron en Peñafiel el siguiente día 8. Era nieta materna de Francisco Félix de Esquivel y Aldana, caballero de Calatrava, colegial y rector del Mayor de San Bartolomé en Salamanca, del Consejo de S.M., alcalde de Hijosdalgo de la Chancillería de Valladolid, y su Oidor, natural de Ventosa (La Rioja),[57] y biznieta de Diego de Esquivel y Ugalde, natural de Vitoria, caballero de Santiago y Diputado General de la provincia de Álava en 1665.
Del segundo matrimonio nacieron dos hijos:
Cayetano Rodríguez de los Ríos y Álvarez de Esquivel, que sigue,
y Fernando Rodríguez de los Ríos y Álvarez de Esquivel,
Sucedió hacia 1755 su hijo
Cayetano Rodríguez de los Ríos y Álvarez de Esquivel
III marqués de Santiago, señor de Uterviejo, caballero de Alcántara,[58] Gentilhombre de Cámara del Rey Carlos III, patrono de los conventos de la Concepción y de Agonizantes, y de la capilla de Belén del Hospital General, que nació en Madrid el 14 de mayo de 1727, testó en Madrid el 22 de enero de 1788 y murió antes de 1795. Siguió desempeñando el cargo de tesorero de Rentas de la Sal que también tuvieron su padre, abuelo y bisabuelo. Y aumentó mucho la pinacoteca formada por ellos, convirtiéndola en una de las mejores colecciones de pintura religiosa de la España de entonces. Incluía ya varios grecos, muchos y muy escogidos murillos,[59] y el Cristo en casa de Marta y María de Velázquez,[60] que actualmente está en la National Gallery de Londres.
Casó dos veces: primera en Ronda el 13 de junio de 1745 (las velaciones en Madrid el 9 de octubre de 1747) con Francisca de Paula de Jauche y Lasso de la Vega, V condesa de Zweveghem y IV marquesa de la Cimada, señora de muchos estados en Flandes[61] y mayorazga en la provincia de Málaga.[62] Natural de Sevilla, fue bautizada en San Pedro el Real el 7 de mayo de 1733 y murió en Madrid el 1.º de mayo de 1772. Era hija del Teniente General Carlos José de Jauche y d’Harchies de Ville, IV conde de Zweveghem, coronel de Guardias Valonas, caballero de Santiago,[63] comendador de Zagra y Cenete en el Reino de Granada, natural de Gante, y de Ana Francisca de Paula Lasso de la Vega y Castillo, III marquesa de la Cimada, natural y señora de la villa de Pizarra.[64]
Y segunda vez casó, con Real Licencia de 1776,[65] con María Antonia de Armendáriz y Acedo, natural de Pamplona, hija de Juan Esteban de Armendáriz y Monreal, III marqués de Castelfuerte, y de Manuela de Acedo y Jiménez de Loyola, su primera mujer, hija a su vez de los señores de Acedo, Loyola y Riocavado, y hermana del I conde de Echauz.
De la primera nació
María de la Soledad Isidra Rodríguez de los Ríos y Lasso de la Vega, V marquesa de Santiago, de quien se hablará más abajo.
Y de la segunda,
Fernando Rodríguez de los Ríos y Armendáriz, que sigue.
Sucedió su hijo primogénito (habido del segundo matrimonio)
Fernando Rodríguez de los Ríos y Armendáriz
IV marqués de Santiago, poseedor de las jurisdicciones, vínculos y patronatos de su padre, que nació en 1777 y murió mozo antes de 1798. En 1795 solicitó permiso a S.M. para viajar a Inglaterra.[66] Por entonces ya se titulaba marqués de Santiago, aunque tal vez no llegó a despachársele Real Carta pues murió poco después.
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La marquesa goyesca
Por la prematura muerte de Fernando Rodríguez de los Ríos y Armendáriz, sucedió antes de mayo de 1798 su hermana consanguínea (hija del primer matrimonio de su padre)
V marquesa de Santiago, VI condesa de Zweveghem y V marquesa de la Cimada, natural de Madrid. Recibió el bautismo en la parroquial de San Sebastián el 19 de mayo de 1764, testó en Madrid el 29 de enero de 1790 ante Tomás González de San Martín y murió el 1.º de julio de 1807. Se educó en el colegio de las Salesas Reales.[67] Tenía ocho años de edad cuando murió su madre, a quien sucedió en el condado de Zweveghem y demás feudos de Flandes y en el marquesado de la Cimada y mayorazgos de Málaga. Unos veinticinco años después, estando ya casada por segunda vez, heredó de su hermano menor el título y la fortuna paterna.[68]
Aumentó la colección familiar de pintura con nuevas adquisiciones, entre ellas varios goyas. El genio de Fuendetodos la retrató dos veces: primero de niña, por encargo de su padre, y de nuevo en 1804, año en que pintó los retratos a juego de Soledad y del marqués de San Adrián, su segundo marido. Representó a ambos al aire libre, siguiendo la moda inglesa neoclásica, probablemente en su quinta del actual barrio de Chamberí. El Retrato de la marquesa de Santiago se exhibe actualmente en el Museo J. Paul Getty de Los Ángeles (California).
Personalidad
Es innegable que Goya, en su Retrato del Marqués de San Adrián, plasmó certeramente la personalidad del segundo marido de Soledad. Pero no se puede decir lo mismo del que le hizo a ella. La lánguida mujer del cuadro, sin garbo ni atractivo, de mirada ausente, se nos antoja anodina y sin chispa vital. Nada más lejos del carácter de la marquesa de Santiago que nos revelan sus anécdotas.
El retrato sí da fe de sus rasgos físicos: Soledad era una mujer frágil, enfermiza y poco agraciada. Se pintaba mucho y carecía del porte y elegancia natural que traslucían otras grandes damas de su tiempo, incluso cuando —jugando a ser manolas— emulaban las costumbres populares.
Pero era viva de carácter e ingenio, hablaba con donaire y desparpajo: para todo tenía una réplica picante.
La condesa de Fernán Núñez, que no se llevaba bien con ella, le afeó un día el exceso de maquillaje:
—¡Jesús!, Marquesa, pareces mi coche nuevo.
Y la de Santiago le contestó:
—Y tú, Condesa, a las mulas que tiran del mío.[69]
Lady Holland, que la trató en su viaje por España y se hospedó en su casa de Aranjuez, la describe con frases muy significativas. La marquesa de Santiago le parecía «demasiado desenvuelta de modales y conversación». A causa de ello, «era mal admitida en sociedad por las damas». Lo que escandalizaba era el desenfado de la marquesa, no sus posibles liviandades. La duquesa de Alba o la marquesa viuda de Santa Cruz, por ejemplo, «podían haberse permitido ciertas licencias, pero jamás faltaban al decoro en su conversación y porte». En cambio la de Santiago, «según se dice, alardea de sus diversiones nocturnas». Consigna la Holland que Soledad era «inmensamente rica» y «muy derrochadora» y —nótese otra vez el contrapunto— que su marido navarro era un hombre «bien educado».[70]
La marquesa de Santiago fue una espléndida anfitriona. En su palacio madrileño de la carrera de San Jerónimo ofreció algunas de las fiestas más suntuosas celebradas en la corte de Carlos IV.[71]
Del primer matrimonio de la marquesa quedaron dos hijos:
María Francisca Bernaldo de Quirós y Rodríguez de los Ríos, que nació en Madrid el 22 de noviembre de 1787 y falleció sin descendencia en París el 16 de octubre de 1819, siendo de 31 años de edad. Casó en 1810 con Nicolás Pascual del Pobil y Sannazar, marqués de Arneva, natural de Alicante, que la sobrevivió hasta 1837 y volvió a casar con Encarnación Ponce de León, hija de los duques de Montemar, de la que tuvo sucesión. Nació este señor en Alicante hacia 1780, hijo de Juan Crisóstomo Pascual del Pobil y Rovira, de los barones de Finestrat, maestrante de Valencia, coronel de Milicias Provinciales, natural y regidor perpetuo de Alicante, bautizado en San Nicolás el 30 de enero de 1721, y de Valeriana de Sannazar y Ordóñez de Villaquirán, nacida el 18 de diciembre de 1724 en Orihuela (Santas Justa y Rufina), donde casaron el 17 de octubre de 1752, hija a su vez de Jacinto de Sannazar, señor de Semiana, teniente coronel de Dragones, y de Teresa Ordóñez de Villaquirant, de los marqueses de Arneva.[79]
Y Antonio María Bernaldo de Quirós y Rodríguez de los Ríos, nacido en 1788, que sigue. Ambos hermanos, siendo huérfanos y menores de edad, suplicaron en 1807 a S.M. que aprobase el nombramiento de curador en la persona de su tío segundo José Fernando Queipo de Llano y Bernaldo de Quirós, conde de Toreno.[80] Este curador movió pleito al marqués de San Adrián, padrastro de sus pupilos, y obtuvo el secuestro de su pensión de viudedad.
Antes de exponer la línea de marqueses de Santiago del linaje Bernaldo de Quirós, hay que decir algo sobre la enmarañada sucesión de los marquesados de Campo Sagrado y Monreal.
Como queda dicho, el primer marido de la V marquesa de Santiago, Antonio María Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera, fue hijo primogénito del IV marqués de Campo Sagrado. Sin embargo, sus descendientes no heredaron este título, porque los llamamientos del mayorazgoagnaticio al que estaba vinculado no contemplaban el derecho de representación: postergaban al hijo del primogénito premuerto y preferían al tío, hijo supérstite del causante. En efecto, después de los días del IV marqués de Campo Sagrado, habiéndole premuerto el primogénito, no sucedió en la casa su nieto el futuro marqués de Santiago, sino su hijo segundo el Doctor José Benito Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera, que era clérigo, Maestre Escuela de la Catedral de Cuenca y Sumiller de Cortina de S.M. Tomó posesión del mayorazgo en 1790[82] y fue V marqués de Campo Sagrado, pero dos años después renunció en favor de su hermano siguiente: Francisco Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera, que fue el VI marqués. Este Francisco fue General muy destacado en la Guerra de la Independencia y Ministro de la Guerra, y murió sin descendencia en 1837. Se suscitó entonces un complicado pleito por la sucesión en el que fueron parte los marqueses de Santiago, pero que terminó fallándose a favor de otra línea de los Quirós.[83]
Estas vicisitudes coincidieron en el tiempo con la extinción de una línea menor de los Quirós, ocurrida en 1801 al morir sin sucesores agnados propincuos Joaquín Bernaldo de Quirós y Clarebout, marqués de Monreal, grande de España. Este señor era también clérigo, canónigo de la Catedral de Sevilla y Sumiller de Cortina de S.M. En 1794 había recibido la grandeza de España para agregar a su título, que era incompatible con el de Campo Sagrado y se había sucedido en su varonía desde que fue creado en 1683. Como último descendiente de la línea directa, el canónigo designó para que después de sus días sucediese en este marquesado y grandeza a su lejano pariente agnado Antonio María Bernaldo de Quirós y Rodríguez de los Ríos, de quien se hablará en seguida.
De este modo, los sucesores en el marquesado de Santiago, aunque perdían el título de Campo Sagrado (con los señoríos de Villoria y Viñayo y el palacio de Oviedo), heredaban el de Monreal y su mayorazgo radicado en Torrelaguna, accediendo así a la grandeza de España, aunque también sobre esta casa hubo pleitos. Es muy de señalar que, al acumularse los marquesados de Monreal y Santiago, los titulares de ambas mercedes prefirieron llamarse marqueses de Santiago, pese a que Monreal comportaba la grandeza y era más antiguo.
Volviendo a la relación de los marqueses de Santiago, después de los días de Soledad Rodríguez de los Ríos, sucedió en 1808 su hijo del primer matrimonio
Antonio María Bernaldo de Quirós y Rodríguez de los Ríos
Antonio Hipólito Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, que sigue,
María de la Soledad Hipólita Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, dama noble de María Luisa,[88] natural de Madrid, que fue bautizada en la parroquial de San Sebastián el 8 de junio de 1810 y murió en la de San José el 6 de julio de 1857. Casó en la de su bautismo el 12 de julio de 1830 con Joaquín María Fernández de Córdova Alagón y Vera de Aragón, conde de Sástago, ya citado, que estaba a la sazón viudo de Francisca de Paula Magallón y Rodríguez de los Ríos, marquesa de Castelfuerte, tía carnal de Soledad. Tuvieron descendencia en que sigue la casa de Sástago.
Pedro Pablo Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, que seguirá (VIII marqués de Santiago).
Carlos José Enrique Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, que también seguirá (IX marqués de Santiago).
Guillermo Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, Comandante de Infantería, que nació en 1813 y murió sin descendencia el 3 de diciembre de 1853.
Hipólito Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, Gentilhombre de Cámara de S.M. con ejercicio, que nació en Madrid el 20 de septiembre de 1814 y murió el 25 de enero de 1894. Casó en Puente Genil el 15 de marzo de 1838 con María del Carmen Fernández de Padilla y Parejo, nacida en este pueblo cordobés el 3 de julio de 1816, hija de Francisco Fernández de Padilla Cosano y Arias de Saavedra, conde de Casa Padilla, y de María de la Encarnación Parejo y Cañero, naturales de la misma villa (entonces llamada La Puente de Don Gonzalo), donde casaron el 15 de septiembre de 1815. Con sucesión. Su hijo Luis Bernaldo de Quirós y Fernández de Padilla fue caballero de Santiago.[89]
Francisca de Paula Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, natural de Madrid, bautizada en la parroquial de San Sebastián el 13 de abril de 1818 y fallecida el 14 de agosto de 1874 en la misma villa y excorte. Casó el 7 de marzo de 1840, previa información y Real Licencia,[92] con Manuel Fernández Durán y de Pando, V marqués de Perales del Río, grande de España, marqués de Tolosa, conde de Villanueva de Perales de Milla, Senador por derecho propio, Gran Cruz de Carlos III y maestrante de Valencia, Gentilhombre de Cámara con ejercicio y servidumbre de los reyes Isabel II y Alfonso XII, nacido en Madrid el 27 de diciembre de 1818 y finado en la misma corte el 26 de diciembre de 1886. Hijo de Antonio Fernández Durán y Fernández de Pinedo, marqués de Perales y de Tolosa, etc., natural de Aranjuez, y de María del Pilar de Pando y Fernández de Pinedo, de los marqueses de Miraflores, que lo era de Madrid. Con sucesión.
Joaquina Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, que debió de nacer en Madrid en 1821 o 22, dama noble de María Luisa,[95] mujer de Gaspar Cassani y Cron de Witte, de igual naturaleza, VI conde de Giraldeli (pontificio) y V de Cron, barón de Lardies, coronel de Infantería, gran cruz de San Fernando, hijo de José Antonio Cassani y Giraldeli, conde de Giraldeli y barón de Lardies, regidor perpetuo de la ciudad de Baza, que nació en Milán el 5 de julio de 1773, y de María Amalia de Cron y de Witte, condesa de Cron, dama noble de María Luisa, nacida el 26 de enero de 1784 en Madrid, donde casaron el 28 de noviembre de 1805. Con descendencia en que siguen dichos títulos.
Y Emilia Vicenta Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui, que nació en Málaga el 23 de agosto de 1823 y finó en Madrid el 7 de julio de 1860. Casó en Madrid el 14 de junio de 1848 con Martín García Arista de Loygorri y García de Tejada, Brigadier de los Reales Ejércitos, caballero de las Órdenes Militares de Santiago y Malta, Grandes Cruces de San Fernando y San Hermenegildo, que nació en Cádiz el 19 de agosto de 1813 y murió en Madrid el 2 de octubre de 1885. Hermano del Teniente General Ángel García Loygorri, VII conde y I duque de Vistahermosa, Gran Cruz de Carlos III, e hijo del teniente general Martín García Arista y de Loygorri Ichaso y Virto, director e inspector general del Real Cuerpo de Artillería, caballero de Santiago, comendador de Pozo Rubio, Grandes Cruces de San Hermenegildo y San Fernando, natural de Corella, y de Manuela García de Tejada y Molviedro, dama de María Luisa, nacida en Sevilla, donde casaron el 2 de octubre de 1802. Con numerosa sucesión.
Sucedió por Real Carta del 20 de septiembre de 1845[96] su hijo
Antonio Hipólito Bernaldo de Quirós y Colón de Larreátegui
Casó en Madrid, parroquia de Santiago y San Juan Bautista, el 14 de febrero de 1853, con Carolina Arenas y Mata, natural de Madrid, que falleció en Corella el 12 de mayo de 1884, hija de Pedro Arenas y de María del Carmen Mata.
Tuvieron por hijos a
Emilio Bernaldo de Quirós y Arenas, nacido en Madrid el 13 de enero de 1856 y bautizado en San Martín.[110] Debió de morir niño.
Manuel Bernaldo de Quirós y Arenas, marqués de la Cimada, que nació en Madrid el 11 de junio de 1861 y falleció el 2 de junio de 1920. Previa Real Licencia del 17 de noviembre de 1882,[111] casó en Madrid el 8 de enero de 1883 con María de la Cinta Acosta y Ros de Olano, nacida en 1859 en Villafranca del Panadés y fallecida en Tarragona el 14 de julio de 1939, hija del teniente general Juan Acosta y Muñoz, Ministro de la Guerra en 1873, capitán general de las Baleares, de Castilla la Vieja, de Valencia y de Andalucía, natural de Totana, y de Asunción Ros de Olano y Pérez Montenegro, de los marqueses de Guad-el-Jelú. Fueron padres de
Juan Bernaldo de Quirós y Acosta, que seguirá, XI marqués de Santiago.
Otro varón, que debió de morir sin descendencia durante la Guerra, casado con Clementina Lecompte.
Miguel Bernaldo de Quirós y Acosta, que también seguirá, XII marqués de Santiago.
Y María de la Gloria Bernaldo de Quirós y Acosta, nacida el 16 de abril de 1901. Casó el 16 de julio de 1920, librándose la Real licencia el 31 de agosto de 1922, con Ángel de Santisteban y Vivar, marqués de Pinares, vecino de Tarragona, nacido el 2 de junio de 1891 y finado en 1970, hijo de Juan Manuel de Santisteban y Salafranca Zúñiga, marqués de Pinares, caballero de Calatrava, y de N. de Vivar y Gazzino. Con descendencia en que sigue dicho marquesado y el de Monreal, con grandeza de España.
María del Carmen Bernaldo de Quirós y Arenas, gemela de Manuel y fallecida el 25 de enero de 1931. Casó el 3 de noviembre de 1883, previa Real Licencia del 5 de octubre, con Félix María Vejarano y Cabarrús, conde de Nava de Tajo, nacido en Madrid y bautizado en la parroquial de San Sebastián el 7 de septiembre de 1861, hijo de Félix Vejarano y Díez de Bulnes, diplomático, caballero de Carlos III, natural de Madrid, y de Enriqueta Cabarrús y Kirkpatrick, que lo era de Málaga, I condesa de Nava de Tajo y vizcondesa de San Enrique, dama noble de María Luisa. Con prole.[112]
Domingo Bernaldo de Quirós y Arenas, que nació en Madrid el 21 de diciembre de 1862 y murió en Perales del Río el 29 de agosto de 1889 (antes que su hermano Salvador). Casó en Madrid, parroquia de San Sebastián, el 9 de marzo de 1886, despachándose la Real Licencia el 16 de marzo, con María del Carmen de Chaves y Beramendi, nacida en Madrid el 2 de diciembre de 1862 y finada en la misma villa el 16 de febrero de 1930. Esta señora volvió casar en Madrid el 7 de junio de 1897 con Juan de Azúa y Suárez, catedrático de Medicina, y era hermana de Manuel, I marqués de Caudilla, y de Antonio de Chaves y Beramendi, a quien citaremos a continuación como marido de Mariana Bernaldo de Quirós. Hijos los tres de Manuel de Chaves y Loaysa, nacido en 1835 en Madrid, donde murió el 29 de junio de 1902, y de Fernanda de Beramendi y Goicolea, que nació en 1834 y murió el 15 de mayo de 1880, siempre en Madrid, donde casaron el 12 de enero de 1860; nietos de Mariano de Chaves y Villarroel, VII conde y I duque de Noblejas, grande de España, caballero de Santiago, y de Joaquina de Loaisa y Topete, su tercera mujer, de los marqueses de la Matilla, y maternos de Antonio de Beramendi y Freire, caballero de Carlos III, y de Concepción de Goicolea y Ariza. Fueron padres de
Carlos Bernaldo de Quirós y Chaves, y de
Fernando Bernaldo de Quirós y Chaves, nacido en Madrid el 2 de mayo de 1888. Fue el XI marqués de Monreal, grande de España, caballero de Montesa y Gentilhombre de Cámara de S.M. con ejercicio y servidumbre. Falleció sin hijos en Madrid el 22 de noviembre de 1953, casado con Pilar Rodríguez de Miguel, y le sucedió su sobrino segundo Juan Manuel de Santisteban y Bernaldo de Quirós, hijo del marqués de Pinares y de Gloria Bernaldo de Quirós y Acosta, antes citados.
Antonio Bernaldo de Quirós y Arenas, que nació el 5 de diciembre de 1865 y murió el 9 de noviembre de 1917. Casó el 20 de noviembre de 1890 con la francesa Yvonne de Cabarrús y Radiguet, nacida en 1860, hija de Gustave de Cabarrús, de los señores del castillo de Lalande en la Borgoña, y de Sophie Radiguet.[113] Tuvieron por hijos al menos a
Carlos Bernaldo de Quirós y Cabarrús, nacido el 5 de septiembre de 1891. En 1915 solicitó la rehabilitación del condado de Zweveghem, que le fue denegada en 1923.
Fernando Bernaldo de Quirós y Cabarrús, nacido el 23 de junio de 1897 a bordo del trasatlántico San Fernando en ruta de la Argentina a Francia. También se alistó en la Legión Extranjera Francesa para combatir en la Gran Guerra. Fue herido varias veces, apresado por los alemanes en Santerre en abril de 1918, internado en Germeschen y liberado en diciembre de 1918. Murió en abril de 1919 a resultas de las heridas recibidas en combate.
Y María del Carmen Bernaldo de Quirós y Cabarrús, que casó en noviembre de 1928, a bordo del trasatlántico Île de France en ruta de Europa a Nueva York, con Robert Albert Charles Esnault-Pelterie, ingeniero y aviador francés, pionero del diseño aeronáutico y astronáutico, que nació en París el 8 de noviembre de 1881 y murió en Niza el 6 de diciembre de 1957.[114]
Antonia Bernaldo de Quirós y Arenas.
Y Mariana Bernaldo de Quirós y Arenas, que obtuvo Real Licencia el 18 de marzo de 1889 y casó al año siguiente con Antonio de Chaves y Beramendi, hermano de Carmen, cuya filiación queda expuesta.
Sucedió por Real Carta del 4 de octubre de 1887[115] su hijo
Después de los días de Salvador Bernaldo de Quirós y Arenas, el marquesado de Santiago vacó durante más de veinte años. Hasta que sucedió por Real Orden del 19 de julio de 1912 su sobrino (hijo primogénito de su hermano Manuel Bernaldo de Quirós y Arenas, marqués de la Cimada)
Juan Bernaldo de Quirós y Acosta
XI marqués de Santiago y de Monreal. En 1912, con anuencia de su padre, solicitó la sucesión en los marquesados de Monreal, con grandeza de España, y de Santiago. Ambas mercedes, por haber vacado desde 1891, habían incurrido en caducidad. Pero atendiendo a que el peticionario era sobrino carnal del causante, su solicitud fue tramitada como «Sucesión diferida», eximiéndole así de los requisitos de una «Rehabilitación». El 19 de julio de 1912 se dictó la Real Orden que mandaba expedir Carta de Sucesión a su favor en ambos títulos, pero no se llegó a cumplir porque en febrero de 1915 el interesado desistió de su petición ante el Ministerio de Justicia, y la Real Orden fue anulada. Es por tanto discutible que llegase a ser titular de dichas dignidades.
Casó con Eugenia Martín, de la que tuvo por hija a
María del Carmen Bernaldo de Quirós y Martín, que casó con José Antonio de Corral. De quienes hay descendencia.
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Sucedió por Real Carta del 31 de diciembre de 1915 su hermano
Miguel Bernaldo de Quirós y Acosta
XII marqués de Santiago, nacido el 20 de agosto de 1895. En 1915, después del conato y desistimiento de su hermano Juan, solicitó para sí las mercedes de marqués de Monreal, con Grandeza, y de marqués de Santiago. El 27 de septiembre de dicho año se dictó a su favor Real Orden de Sucesión en ambas, pero solamente pagó los derechos correspondientes al marquesado de Santiago, del que se le despachó Real Carta en la fecha indicada. Un Real Decreto del 4 de enero de 1917 mandaba anular la Real Orden de Sucesión en el marquesado de Monreal dada a su favor, tras haber caducado sus derechos por falta de pago. Ese mismo año sucedió en dicha grandeza su primo Fernando Bernaldo de Quirós y Chaves.
Casó en Madrid el 10 de octubre de 1915, con Real Licencia del 19 de abril anterior, con Beatriz de Aguilera y González-Sancho, la cual falleció viuda y sin hijos el 1.º de diciembre de 1947.
Sucedió por Carta del 2 de marzo de 1951 su hermana
María de las Mercedes Bernaldo de Quirós y Acosta
XIII marquesa de Santiago, que nació el 17 de marzo de 1886 y murió el 13 de julio de 1981.
Rivarola les atribuye un escudo partido de los Ríos y Rodríguez que se puede blasonar así: Partido. 1.º De gules, tres ríos (o burelas ondadas) de oro. Bordura cosida con ocho cabezas de sierpe de oro. 2.º De oro, cuatro palos de gules, cortado de sinople con una venera de plata. Bordura de azur con ocho lises de oro. Ilustra esta composición con un grabado, y aduce las armas labradas en la sepultura de Juan Rodríguez de los Ríos, en el Oratorio de Sevilla, y un escudo «de madera dorada con sus colores» que había «sobre la puerta de la Capilla de San Joseph en la Iglesia de San Hermenegildo, de Padres Carmelitas Descalzos de Madrid».[24]
Alonso de Cadenas y López, Ampelio, Elenco de Grandezas y Títulos nobiliarios españoles (Instituto Salazar y Castro), varios años.
Allende-Salazar, Juan, «José Antolínez, pintor madrileño (1635-1675)», en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones n.º XXIII (1915), pp. 22-32 y 178-186.
Aquerreta González, Santiago, «La renovación de las élites financieras en el reinado de Felipe V», en M.A. Bel Bravo, J. Fernández García y J.M. Delgado Barrado (coordinadores), El cambio dinástico y sus repercusiones en la España del siglo XVIII (Jaén, Diputación y Universidad, 2001, pp. 201-234).
Burgos, Augusto de, Blasón de España: libro de oro de su nobleza: reseña genealógica y descriptiva de la Casa Real, la grandeza de España y los títulos de Castilla: parte primera, tomo VI (Madrid, 1860), pp. 29-30.
Caro Baroja, Julio, La hora navarra del XVIII. Personas, familias, negocios e ideas (Pamplona, Institución Príncipe de Viana, 1969), pp. 60-64.
Fernández, Pedro Jesús, Quién es quién en la pintura de Goya (Madrid, Celeste, 1996), pp. 132-133.
Galindo San Miguel, Natividad, «La colección de pinturas del marqués de Santiago», en Archivo Español de Arte n.º 246, a. LXIX (1988), pp. 220-226.
Saltillo, Marqués del [Miguel Lasso de la Vega y López de Tejada], y Marqués de Jaureguízar [Javier Pérez de Rada y Díaz Rubín], Linajes y palacios ovetenses. Datos para su historia (Madrid, Hidalguía, 1992), pp. 68-75 (vista parcial en Google Books).
Seseña, Natacha, Goya y las mujeres (Madrid, Taurus, 2004), pp. 141-144.
Referencias
↑En Uterviejo había una iglesia románica del siglo XIII dedicada a San Miguel Arcángel, hoy en ruinas, y que fue parroquial hasta que el lugar se despobló a principios del siglo XX. Era hijuela de la de San José y Santo Domingo de Silos de Caracenilla, y la servía el cura de ésta. Historia de Uterviejo.
↑Don Ernesto Raburrieta y Fernández, marqués del Corcel de Santiago (título pontificio) es un entrañable viejo verde que, enamorado como un colegial de la vedette Palmera Suaretti, se dedica a sufragar sus carísimos caprichos sin conseguir nunca sus favores. Con este personaje, Jardiel satiriza a un cierto tipo de aristócrata frívolo y decadente, característico de la belle époque (prolongada en España hasta la caída de la monarquía). El primer capítulo de la novela —a modo de salida a escena del marqués y la vedette— puede leerse aquíArchivado el 16 de marzo de 2016 en Wayback Machine., y está ilustrado con el escudo de armas del noble, cuyos primeros cuarteles traen los palos de Aragón y un cavallino rampante.
↑ abDurante la Guerra de Sucesión, el suministro a los ejércitos de Felipe V fue «el mayor negocio financiero de España», según José Ramón Cruz Mundet, «Juan Bautista de Iturralde y Gamio: un asentista navarro en la corte de Felipe V», en Príncipe de Viana n.º 255 (2012, pp. 205-260), p. 222. Este autor estudia por menor el caso de Iturralde, I marqués de Murillo el Cuende, uno de aquellos asentistas navarros encabezados por Juan de Goyeneche y que al calor de la guerra formaron una poderosa red de negocios (estudiada por Caro Baroja, op. cit.) Otro era José de Aguerri, I marqués de Valdeolmos, de quien volveremos a hablar. Y a los tres dichos se asoció Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos —el único no navarro del grupo—, cuya casa de necocios estaba muy asentada «desde la época de Carlos II» (p. 222, citando a Aquerreta, op. cit., p. 221). En efecto, los cuatro formaron una compañía a partes iguales «para abastecer al ejército de víveres, pólvora y armamento entre 1712 y 1729, y que terminó siendo fuente primera de fortuna económica y de ascenso político: de un lado por la rentabilidad que supieron obtener de la misma, y del otro, por el aura de sagacidad e influencia política que les proporcionó el constituir la mayor compañía de aquellos tiempos, cuya actuación fue decisiva para apuntalar» el trono de Felipe V (p. 221). Los riesgos eran muy altos: «algunos grandes financieros se habían embarrancado» en el mismo negocio. Era primordial el aspecto logístico: la capacidad de situar alimentos, bestias de carga y armamento en múltiples puntos de la geografía española, mediante una red de factores (p. 221-222). En 1717 el marqués de Santiago se desligó de la sociedad (p. 224), y en su lugar entraron —aportando un capital de más de tres millones y medio de reales— Juan de Sesma y Antonio de Pontejos, futuro I marqués de Casa Pontejos (p. 223). Sesma era yerno del marqués de Santiago; Pontejos lo sería después de los días de Sesma, al casar con la viuda de éste, y otras dos hijas del de Santiago casaron con el sobrino mayor de Goyeneche y con el nieto y sucesor de Valdeolmos. Todos estos asentistas hicieron también brillante carrera en la Administración borbónica. J.R. Cruz atribuye «el triunfo de este grupo de administradores» al «cambio de modelo de monarquía: de una consiliar a otra administrativa, ejecutiva, donde pesan más los gestores que los consejeros» (p. 206).
↑Las cuentas de Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos por este cargo, de los años 1704 a 1709, obran en el AGS, Cruzada, leg. 509.
↑Caro Baroja, op. cit., p. 64, nota 82.
Como tesorero general de estas rentas, el 12 de septiembre de 1713 se le notificó al marqués de Santiago una ejecutoria dictada contra él y contra los tesoreros de la mesa maestral por el Rey Felipe V, a petición del Concejo de la Mesta, sobre el importe y forma de cobrar los derechos de montazgo y medio diezmo por los ganados que pastaban en las dehesas del partido de Alcántara. AHN, Diversos, Mesta, leg. 9, n.º 16.
↑Caro Baroja, op. cit., p. 62. Este tipo de concesiones o arrendamientos se hacían a plazo determinado pero se iban renovando. En 1687, Francisco Esteban obtuvo la de estas salinas por diez años. Gutiérrez Pastor, op. cit., p. 106.
↑La fundación del mayorazgo principal en cabeza del primogénito, la hijuela de éste y la facultad real otorgada por Felipe V obran con otros documentos de la familia en el AGS, Contaduría de Mercedes, leg. 1.419, n.º 2.
Fundaba también otro vínculo por el que agregaba algunas acciones de la Compañía Real de La Habana al mayorazgo de la casa de Sesma, que poseía su nieto Juan de Sesma y Rodríguez de los Ríos. AGI, Mapas y Planos, Monedas, cajas 95 y 109.
↑También a fe de Gabriel de Nevares. AHPM, prot. 14.529.
↑Siempre ante Gabriel de Nevares. AHPM, prot. 14.530.
↑«A pesar de la multiplicación del negocio a que daban lugar los privilegios de compra y de transporte si eran utilizados con fines ajenos al abastecimiento militar, aquellos asentistas se negaban a veces a continuar el aprovisionamiento. [...] La razón no era otra que la de no recibir los pagos contratados, interrupción que podía prolongarse. La escasez habitual de fondos, unida al desorden inherente al sistema de consignaciones daba lugar a que, con frecuencia, unos mismos ingresos recibieran más de una consignación. De ahí, por ejemplo, la respuesta de Moriana, el Tesorero Mayor de Guerra, cuando en octubre de 1705 Grimaldo le ordena pagar lo que se debe a Francisco Esteban [Rodríguez] de los Ríos: se le había estado pagando hasta que sus consignaciones fueron aplicadas a otros gastos más urgentes de la guerra.» [...] Los impagos «debieron de provocar la interrupción del abastecimiento a las tropas a cuyo frente estaba Felipe V en 1706; se dieron entonces órdenes de embargar a Francisco Esteban Rodríguez, pero todo parece indicar que hubo un entendimiento, pues el abasto se reanudó al poco tiempo y fue retirado el embargo. Es muy probable que el acuerdo con el abastecedor Rodríguez consistiera en el título de Castilla que recibió aquel año de 1706. En un primer momento, Felipe V le hizo marqués de Uterviejo con la merced de los lugares de Cuevas de Santiago y de Uterviejo. Al finalizar el año, el 31 de diciembre de 1706, tomó la denominación de marqués de Santiago, con la que se le conoció desde entonces. El nuevo marqués de Santiago no abandonaría sus negocios con la Real Hacienda: hasta julio de 1708 siguió siendo, al menos, abastecedor de los ejércitos de Extremadura, Castilla, Valencia, Aragón y el frente catalán; después se limitó a continuar con otras actividades menos arriesgadas.» Concepción de Castro, A la sombra de Felipe V: José de Grimaldo, ministro responsable (1703-1726) (Madrid, Marcial Pons, 2004), pp. 180-181. El mismo origen tuvieron otros títulos como el marquesado de Campo Florido, concedido unos meses después a Juan del Río González, que aprovisionaba a los ejércitos de Galicia (Concepción de Castro, ibíd.) Y similar había sido el caso de los marquesados de la Torrecilla y de Valdeolmos, otorgados por Carlos II en 1683 y 1687 a los asentistas Aguerri. Juan Antonio Sánchez Belén, La política fiscal en Castilla durante el reinado de Carlos II (Madrid, siglo XXI, 1996), p. 309. El I marqués de Santiago tuvo estrecha relación comercial con la casa de Valdeolmos, y acabó casando a su hija Eugenia con el III marqués de dicho título.
↑Este Real Decreto obra en el AHN, Consejos, asentado al libro 2.753, a. 1706, n.º 60.
↑El Real Despacho o Carta de creación obra en el AHN, Consejos, leg. 8.976, a. 1706, expte. 186.
↑«Gran coleccionista y mecenas» y «uno de los más ilustres protectores de las artes madrileñas de su tiempo» le llama Ismael Gutiérrez Pastor (op. cit., resumen y nota 28).
↑Gutiérrez Pastor le tiene por «uno de los primeros coleccionistas de Murillo». Su pinacoteca incluía también la Perrita con lazos rojos de Antolínez, obra que por «el cuidado con que está pintada» —según el mismo autor— «obliga a considerarla también un retrato, aunque sea de una perrita de compañía». «En el siglo XVIII perteneció en Madrid al marqués de Santiago», y más tarde a la colección Stirling-Maxwell. Ismael Gutiérrez Pastor, «José Antolínez (Madrid, 1635–1675)», en la web Coll & Cortés, citando a Galindo San Miguel (op. cit.) y a Allende-Salazar (op. cit., p. 179). «El extracto documental de Allende Salazar no menciona el cuadro de la Perrita [... pero está] perfectamente identificado en los inventarios posteriores de don Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos».
↑ abObra este inventario de 1738 en el AHPM, prot. 15.932.
↑Esta escritura va reseñada con el n.º 26 al fol. 29r del Inventario Asins (Libro que contiene quanto hay en el Archivo General del Convento Hospital de N.S.ª del Amor de Dios y V.P. Antón Martín, Orden de N.P.S. Juan de Dios de la heroica Villa y Corte de Madrid, formado en 1829 por Fray Antonio Asins), transcrito por Francisco de la Torre Rodríguez en la 7.ª entrega de su «Panorámica de la Provincia de Nuestro Padre San Juan de Dios, de Castilla, en vísperas de la Exclaustración de 1835», en Archivo Hospitalario n.º 8 (2010, pp. 17-231)Archivado el 4 de marzo de 2016 en Wayback Machine., p. 205. Se reseñan también, bajo el n.º 49, al fol. 33v de dicho inventario, varias escrituras relativas a la cesión que hizo el marqués de un efecto sobre la Sisa del Vino y el Aceite de la Villa de Madrid, que rentaba 934 reales anuales (p. 210). El inventario actual de los fondos del mismo Archivo, publicado en el mismo trabajo, incluye una escritura de fundación de memorias de misas en la Capilla de Belén otorgada por el III marqués de Santiago en 1756 (p. 165).
↑Otorgaron esta escritura el Prior del Hospital y el marqués de Santiago, que retuvo para su familia el patronato perpetuo y las sepulturas, a fe de Gabriel de Nevares, escribano de Madrid. AHPM, prot. 14.517.
↑«En esta hermosa capilla recibió la imagen de Ntra. Sra. de Belén durante más de un siglo, hasta el año 1850, el homenaje de los hijos de San Juan de Dios y sus muchos devotos. Se hizo famosa la Salve cantada de los sábados y las visitas regias a la imagen con motivo de esta piadosa práctica. Fue también célebre la Asociación de Ntra. Sra. de Belén, establecida con fines piadosos y caritativos, a la cual pertenecían muchas damas de la nobleza y señoras de la Corte, entre las cuales se cuenta Sta. María Micaela, Vizcondesa de Jorbalán, fundadora de las religiosas adoratrices. Extinguida la Orden en 1850, se conservó esta capilla, y en ella el culto a Ntra. Sra. de Belén. Hasta que en 1936, incendiada la iglesia, la imagen fue despojada de sus joyas pero se salvó del incendio y destrucción, y hoy se conserva en la capilla del Hospital de San Juan de Dios de Madrid.» Juan Ciudad Gómez Bueno, Compendio de historia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Palencia, 1963), p. 166, n. 209.
↑Por esta escritura, donaba las casas en donde se había de erigir el convento y su templo, junto con 120.000 reales para las obras, y adquiría el patronato perpetuo de la casa y de la capilla mayor de la iglesia. AHPM, prot. 14.520, ápud Gutiérrez Pastor, op. cit., nota 28.
↑Los padres agonizantes tenían ya convento en Madrid desde 1643, en la calle de Fuencarral y bajo la advocación de San Camilo de Lelis, su fundador, pero era una casa modesta y quedaba lejos del hospital de Antón Martín, donde solían asistir. Este nuevo convento «le fundó el Señor Don Francisco Rodríguez de los Ríos, primer Marqués de Santiago, por el año de 1720, para que estos Religiosos acudiesen con más prontitud al servicio y consuelo de los pobres enfermos del Hospital General; pero por muerte del Señor fundador aún al día de hoy [1786] se halla sin concluir el edificio.» José Antonio Álvarez y Baena, Compendio histórico, de las grandezas de la coronada villa de Madrid, corte de la monarquía de España (Madrid, 1786), p. 177-178.
↑En 1833, los agonizantes llevaban bastantes años habitando este convento; la iglesia seguía en obras, y Mesonero Romanos elogiaba el ornato de lo ya construido (Manual de Madrid: descripción de la corte y de la villa, 1833, p. 159). Pero en 1860, el mismo autor escribe que «quedó suprimido, como todos los de regulares»; y que «demolido después, fue construida en su lugar una casa particular». (El antiguo Madrid, t. II, 1861, p. 202). Siempre mencionando que fue fundado por el Marqués de Santiago en 1720.
↑Por escritura de la expresada fecha, el marqués adquirió el patronato y constituyó una gruesa dotación en favor del convento. A su hija la comendadora —que como tal otorgó dicha escritura— también la había dotado largamente en dinero y alhajas cuando entró al convento. La otra hija monja entró siendo viuda, y trajo sus propios bienes. Gutiérrez Pastor, op. cit., nota 28, citando a sor M.ª de los Ángeles Curros Ares, Monasterio-Colegio de MM. Mercedarias de Don Juan de Alarcón. Notas de la Tesina «El Barroco mercedario» (Madrid, 1981). Durante el siglo XVIII, la protección a estas monjas fue otro punto de coincidencia «entre los Marqueses de Santiago y sus familiares los Marqueses de Casa Pontejos y de Valdeolmos.» (Gutiérrez Pastor, ibíd.)
↑En 1701, Francisco Esteban adquirió en venta judicial unas casas sitas en la madrileña calle de Cedaceros que habían sido de sus padres, ya difuntos. La escritura obra en la Sección Nobleza del AHN, Archivo de los Condes de Cifuentes, sig. C-3, D-1.
↑«Su padre, don Juan Rodríguez de los Ríos [sic, aunque no se apellidaba de los Ríos], que falleció en 1683, fue tesorero de las salinas de Atienza, Espartinas y Cuenca, y un gran cliente de Antolínez, como quedó acreditado en el expediente de caballería de don Gaspar de Saravia Antolínez, pues le había encargado retratos y cuadros de tema religioso que mostraban las firmas del pintor». Y Francisca Bernal de los Ríos, su mujer, fue «cliente a su vez de Palomino y de otros contemporáneos». Ismael Gutiérrez Pastor en la web antes citada, remitiéndose a Juan Allende-Salazar (op. cit.) y al expediente de Calatrava de Gaspar de Saravia Antolínez (n.º 2.415 de los obrantes en el AHN). «En el documento son especialmente relevantes para la historia de la pintura en el Madrid del siglo XVII las declaraciones de Juan Esteban de Moxarres, presbítero y pintor, de 74 años aproximadamente; Pedro Ruiz González, pintor y presbítero, de 54 años; Martín Salcedo, de 55 años; Diego González de Vega, presbítero y sacristán del Hospital de los Italianos, de 76 años; Matías de Torres, de 48 años; y Antonio Castrejón, de 70 años».
↑ abFrancisca Rodríguez de los Ríos, hermana del I marqués de Santiago, casó en Madrid en 1675 con José de Anchía y Moya, hidalgo natural de Huete. Este enlace manifiesta la relación de los Rodríguez con la comarca optense 31 años antes de obtener en ella los señoríos de Uterviejo y Cuevas de Santiago. Testó Francisca en Madrid el 1.º de septiembre de 1708 declarando por hijas del matrimonio a María Josefa y a Francisca Javiera de Anchía y Rodríguez de los Ríos. Esta última nació en 1683 en Madrid, donde casó en 1705 con Antonio de Pontejos y de la Cagiga, I marqués de Casa Pontejos, de quien se hace mérito en en el texto porque en segundas nupcias casó con Nicolasa Rodríguez de los Ríos, viuda de Juan de Sesma, que era prima carnal de Javiera: hija del I marqués de Santiago. El de Pontejos otorgó poder para testar en Madrid el 17 de enero de 1735 ante José Fernández Montero, declarando por hijos a Antonio Juan y a María Manuela de Pontejos y Anchía, nacidos ambos de su primer matrimonio y casados con sendos hijos del primer matrimonio de su segunda mujer. He aquí un caso de dobles bodas entre hermanastros. Se celebraron simultáneamente en la madrileña parroquia de San Sebasián el 17 de julio de 1731, con dispensa del 1.er grado canónico de afinidad y del 3.º de consanguinidad. Manuela casó con Juan Francisco de Sesma y Rodríguez de los Ríos, y tuvieron por hija y heredera a María Ana de Sesma y Pontejos. Y Antonio casó con María Gertrudis de Sesma y Rodríguez de los Ríos. Este Antonio de Pontejos y Anchía, natural de Madrid y bautizado en San Sebastián el 2 de junio de 1700, fue II marqués de Casa Pontejos y caballero de Calatrava. Su expediente de pruebas de nobleza, aprobado en 1738, es el n.º 2.075 de los obrantes en el AHN, y está extractado por Vicente de Cadenas y Vicent en Caballeros de la Orden de Calatrava que efectuaron sus pruebas de ingreso durante el siglo XVIII, t. II (Madrid, Hidalguía, 1987), p. 124. De su expresada mujer tuvo descendencia en que siguió el marquesado de Casa Pontejos.
↑El expediente de Santiago de Francisco Javier Rodríguez de los Ríos y Coca fue instruido a la vez que el de su primo el II marqués de Santiago y aprobado el 13 de noviembre de 1717. AHN, Órdenes, Caballeros de Santiago, expte. 7.147. Extractado por Vicente de Cadenas y Vicent en Caballeros de la Orden de Santiago. Siglo XVIII, t. II (Madrid, Hidalguía, 1977), p. 163.
↑Rivarola menciona las armas «que assimismo se ven gravadas en la lápide marmórea que está sobre la sepultura de Don Juan Rodriguez de los Ríos, Caballero del Orden de Santiago [sic, pero no lo fue], que yaze en la Iglesia del oratorio de los Padres de San Felipe Neri de aquella ciudad» (op. cit., p. 273).
↑Esta información de limpieza de sangre y nobleza se recoge en el expediente de Santiago del II marqués de Santiago.
↑La partija de los bienes de María Bueno y Mansilla obra con otros documentos de la familia en el AGS, Contaduría de Mercedes, leg. 1.419, n.º 2.
↑La marquesa viuda llevó consigo al convento bastantes obras de arte, alhajas y enseres. «Había entre ellos una Ciudad de Jerusalén (2½ x 2 varas; fol. 513), un San Juan de Dios, acristalado (de ¾ x ⅔ de vara); un San Francisco de Asís en éxtasis, de Lucas de Mena; telas, escritorios, bufetes, albas, varias joyas "que se deshicieron para el sol que mandaron hacer [los herederos] para la Reserva Eucarística", por valor de 18.150 reales [sobre esta custodia véase Curros Ares, op. cit. supra, p. 8]; una lámpara de plata valorada en 7.341 reales, que fue deshecha en unos blandones, y una chapa repujada con Jesús con la cruz a cuestas.» También llevó un retrato de la señora Doña María Teresa de Dicastillo, con marco liso dorado, tasado en trescientos sesenta reales (de una vara por ¾; fol. 512v). La retratada era la nueva marquesa de Santiago, mujer de su hijastro Fernando, hermana del difunto II conde de la Vega del Pozo (marido que fue de su hijastra sor Ángela) e hija del I conde, de todos los cuales se hablará más abajo. Gutiérrez Pastor, op. cit., nota 30, con remisión al AHPM, prot. 14.530, fol. 10.
↑La primera fecha corresponde a las capitulaciones, otorgadas entre el marqués y las monjas a fe del escribano Eugenio de Castañeda. La segunda, a su renuncia de legítimas y la carta de pago de su dote, protocolizadas por el mismo escribano. AHPM, prot. 11.594, ff. 115-132.
La renuncia de legítimas de sor María Antonia obra también, con otros documentos de la familia, en el AGS, Contaduría de Mercedes, leg. 1.419, n.º 2.
↑La leyenda reza: «N[uest]r.a mui ama/da Madre Sor/ Maria An[toni].a D[e] IHS./ hixa de los Señores,/ M[a]rq.[uese]s D[e] S[a]n tiago. tomo/ el Abito D[e] edad de 12 años./ i fue Com.[endado]ra 43 Y murio/ en el mismo empleo el Año./ D[e] 1748 a 26 D[e] Maio.» Gutiérrez Pastor hace el estudio de los dos cuadros y la atribución del segundo en su op. cit., incluyendo fotografías en blanco y negro y preciosa información sobre la familia del I marqués de Santiago.
↑Ambos expedientes, formados en 1696 y en 1716 para casar con los caballeros citados en el texto, obran en el AHN, Órdenes, Pruebas de Casamientos de la Orden de Santiago, apénd. 610 y apénd. 420.
↑Caro Baroja tiene a Juan de Sesma por uno de aquellos navarros del siglo XVIII que formaban una tupida red de negocios y colocaciones basada en las relaciones de parentesco y oriundez, con figuras tan destacadas como Juan de Goyeneche o Miguel de Arizcun, marqués de Iturbieta. Caro atribuye la prosperidad de Sesma a sus cargos de administrador, a los de su cuñado el marqués de Valdeolmos y a los de su suegro el marqués de Santiago: «Su fortuna estaba íntimamente ligada con la del Marqués de Santiago mismo» (op. cit., p. 63-64). «Porque así como hay mercaderes de lonja y asentistas que llegan a ser tesoreros y secretarios reales al término de su carrera, también hay familias que entran en los negocios por la vía de las oficinas del Estado: de las covachuelas, tan desacreditadas» (op. cit., p. 60). «Nos daremos cuenta de cuán compleja pero íntimamente relacionados quedan los asuntos matrimoniales y domésticos y las casas y compañías de negocios. Porque si las pruebas pomposas nos dan razón de orígenes y parentelas familiares, los instrumentos públicos de otra índole nos hablarán de negocios sólidos que, en suma, están hechos en función de estas parentelas» (p. 63).
↑«Entre los siete hijos de Juan Sesma y de Nicolasa descuella luego, también como asentista, el primero, llamado Juan también. En efecto este Sesma, ya madrileño y bautizado en la iglesia parroquial de San Sebastián a 28 de octubre de 1701, aparece en varias ocasiones trabajando con Juan Francisco de Goyeneche, Marqués de Ugena [...] y junto con su tío Fermín de Vicuña, en negocios con Arizcun y otros.» Caro Baroja, op. cit., p. 64.
↑«Resulta así que Pontejos, como tutor de sus hijastros, hace negocios con la casa de Valdeolmos que tan allegada le era, en un tiempo en que la dirigían empleados del viejo Aguerri (aún no su nieto)». Caro Baroja, op. cit., p. 63.
↑Expediente de pruebas de nobleza aprobado en 1703. AHN, Órdenes, Caballeros de Santiago, expte. 3.596. Extractado por Vicente de Cadenas y Vicent en Caballeros de la Orden de Santiago. Siglo XVIII, t. I (Madrid, Hidalguía, 1977), p. 135.
↑Caro Baroja, op. cit., p. 195. Caro cita al P. Alcázar, según el cual Tomás de Goyeneche fue también «Enviado de su Magestad a las dos Cortes de Madrid y París en ocasiones ya de pláceme, ya de de condolencia».
↑La casa de Goyenechea, sita en el barrio de Ordoqui de la villa de Arizcun, fue tardíamente declarada palacio de cabo de Armería por Real Cédula del 15 de julio de 1724 en favor de Tomás de Goyeneche, yerno del marqués de Santiago. Caro Baroja, op. cit., p. 196.
↑AHN, Órdenes, Casamientos de la Orden de Calatrava, exp. 614.
↑La hijuela de Ángela por la legítima de su madre y las capitulaciones para casarla con el conde de la Vega del Pozo obran en el AGS, Contaduría de Mercedes, leg. 1.420, n.º 2.
↑Expediente de pruebas de nobleza aprobado en 1692. AHN, Órdenes, Caballeros de Calatrava, exp. 1.429.
↑Expediente de pruebas de nobleza aprobado en 1729. AHN, Órdenes, Caballeros de Santiago, expte. 7.393. Extractado por Vicente de Cadenas y Vicent en Caballeros de la Orden de Santiago. Siglo XVIII, t. II (Madrid, Hidalguía, 1977), pp. 277-278.
↑Expediente de pruebas de nobleza aprobado en 1717. AHN, Órdenes, Caballeros de Santiago, expte. 7.146. Extractado por Vicente de Cadenas y Vicent en Caballeros de la Orden de Santiago. Siglo XVIII, t. II (Madrid, Hidalguía, 1977), p. 161.
↑Al fundarse esta Academia en 1744 formaban parte de ella algunos señores de distinción: «caballeros académicos u honorarios, como se les denomina en un principio, entre los que figuran Baltasar de Elgueta Vigil, Francisco Miguel de Goyeneche (conde de Saceda), Fernando de los Ríos (marqués de Santiago), Miguel de Zuaznávar y Nicolás Arnau, todos integrantes con voz y voto de las sesiones que se celebran para tratar los asuntos de interés general.» Esperanza Navarrete Martínez, Catálogo documental de la Junta Preparatoria de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1744-1752) (Madrid, 2007), p. 10. El citado Catálogo reseña con los n.os 18, 26, 28, 33, 120, 123 y 124, algunos oficios y cartas intercambiados en 1744 entre el Viceprotector de la Academia y el marqués de Santiago, por los que consta que el Rey había «aprobado la constitución en la Corte de una Academia de escultura, pintura y arquitectura» y la había «puesto bajo el patrocinio real» y que el marqués de Santiago, «Caballero Académico» o «Académico honorario» de la misma, fue también «nombrado por el Rey para que concurriese con voto a la Junta Preparatoria», por lo que se le convocaba a «la primera reunión de esta institución» que se celebró el 17 de julio, pero el marqués no asistió por hallarse ausente de Madrid. Y más oficios de los años 45 a 47 por los que se le convocaba a diversas reuniones. Todos obrantes en el ABRABASF. El último oficio dirigido a nuestro marqués, entre los reseñados, es del 4 de octubre de 1747 (n.º 341 del Catálogo).
↑Estas capitulaciones obran con otros documentos de la familia en el AGS, Contaduría de Mercedes, leg. 1.419, n.º 2.
↑El acta de bautismo de esta señora y otras partidas sacramentales de la familia Álvarez obran en el ADA, fondo Álava-Velasco, sig. 015-084. Catálogo del ADA en Álava.net.
↑La capellanía de Almadrones era un pingüe beneficio simple que había fundado Miguel del Olmo y de la Riva, obispo que fue de Cuenca. El canónigo y arcediano Miguel Álvarez fue proveído capellán por Pedro Regalado Álvarez de Landázuri, su hermano entero, natural de Peñafiel, que ejercía el patronato de sangre como marido de Jerónima Ramona del Olmo, nacida en Valladolid, pariente consanguínea del fundador. Los citados patronos tuvieron por hijos a Matías Álvarez del Olmo y a Juana Álvarez del Olmo, sucesora en su parte del patronato y mujer de Nicasio José de Velasco y Álava. El arcediano debió de morir en 1812, año en que le sucedió en la citada capellanía Manuel Cortés, hijo de Micaela del Olmo. Véase Antonio Redondo Paredes, «El origen del apostolado de Almadrones» en su blog Almadrones y El Greco. Había testado el 4 de febrero de 1789 designando por testamentario suyo, entre otros, a su sobrino Cayetano Rodríguez de los Ríos y Álvarez, III Marqués de Santiago. AHPM, prot. 21.658, fol. 106, ápud Matilla Tascón, loc. cit., n.º 4.
↑El II marqués de Santiago fundó esta capellanía colativa en favor de su cuñado por escritura del 11 de diciembre de 1739. AHPM, prot. 16.554, fol. 902, ápud Matilla Tascón, loc. cit., n.º 1.
Parece tener relación con esta capellanía un pleito que se siguió en el Consejo de Castilla en 1754, movido por el deán y cabildo de la Santa Iglesia de Toledo contra Cayetano Rodríguez de los Ríos (que todavía no era marqués de Santiago) y el marqués de Fuentesol y de Cañete. Obran los autos en el AHN, Consejos, leg. 27.169, exp. 2.
↑«La presencia de la Corte en Sevilla [...] entre 1729 y 1733 iba a resultar crucial para la difusión de la pintura de Murillo a escala nacional, principalmente gracias a la labor de la reina Isabel de Farnesio, entusiasmada con la obra de nuestro maestro. Siguiendo el ejemplo regio, las colecciones más notables del ambiente cortesano iban a incluir cuadros del artista, como la del Marqués de Santiago, "cuyos murillos eran unánimemente celebrados como de los mejores del pintor"». Alfredo Ureña Uceda, «La pintura andaluza en el coleccionismo de los siglos XVII y XVIII», en Cuadernos de arte e iconografía n.º 13 (1998). Esta selección de murillos incluía cinco de los doce que formaban la serie de Historia de Abrahán y de Jacob, encargada al pintor sevillano por su paisano el marqués de Ayamonte. Francisco López de Solé y Martín de Vargas, Conde de Cabra y Marqués de Ayamonte, Historias sobre el pasado glorioso de la Casa de Ayamonte (conferencia pronunciada en Ayamonte el 29 de julio de 2000)Archivado el 28 de octubre de 2007 en Wayback Machine., cap. VI, texto y nota 20.
↑Era condesa de Zweveghem, de Cruishautem y de Allennes, baronesa de Moerkerque, señora de Millomez, de Montier, de Berquin, del Plessy, de Jumelle, de Marcenelles, de Rhodes, etc. Sucedió a su padre en algunos de estos feudos, y otros los hubo por extinción de línea al morir en 1754 su primo Luis Pedro de Jauche, conde de Cruishautem. Expone su ascendencia Jean-Charles-Joseph de Vegiano, Seigneur d'Hovel, en la Suite du supplément au Nobiliaire des Pays-Bas et du comté de Bourgogne (Malinas, 1779), t. II (1614-1630), pp. 78-87. En la p. 87 filia a Charles-Joseph de Jauche, padre de Paula. Una completa genealogía de costados de este señor, publicada por Wailly, puede consultarse en GeneaNet. (La Wikipedia no enlaza a esta web por problemas de spam). Para la sucesión del señorío de Berquin y otros feudos hasta la marquesa de Santiago, véase René Berquin, Genealogie Berquin, branche 1.
↑La marquesa de la Cimada era poseedora de los vínculos y patronatos de esta línea de los Lasso de la Vega y sus agregados de los Gil y los Villalón. Incluía este patrimonio el cortijo de La Cimada, que daba denominación al marquesado, y los de Morosanto, Los Villalones y La Parchite, todos en la jurisdicción de la ciudad de Ronda, el señorío de la villa de Pizarra, y más hacienda en otros lugares de la misma provincia. El 5 de julio de 1813 su hijo Antonio María, marqués de Santiago, apoderó para tomar posesión de estos mayorazgos, y para pleitos, a Francisco Casado de Amezcua, vecino de Málaga (AHPM, prot. 23.026, fol. 44, ápud Matilla Tascón, loc. cit., n.º 5). Actualmente, el cortijo de La Parchite es hotel ruralArchivado el 9 de julio de 2012 en Wayback Machine., y el de Morosanto, viñedo y bodega. Rafael Vargas Villalón dedica sendas entradas de su blog Setenil rural a Los Villalones y a La Cimada. Ésta incluye datos sobre la fundación y sucesión del mayorazgo tomados de M.ª Dolores Segura del Pino, «El mayorazgo de la Cimada», en Memorias de Ronda: Revista de Historia y Estudios Rondeños, n.º 5 (2007), pp. 81-107.
↑Expediente de pruebas de nobleza aprobado en 1722. AHN, Órdenes, Caballeros de Santiago, expte. 4.186. Extractado por Vicente de Cadenas y Vicent en Caballeros de la Orden de Santiago. Siglo XVIII, t. II (Madrid, Hidalguía, 1977), p. 208.
↑AHN, Consejos, leg. 10.028, expte. 1, y leg. 17.331, expte. 5. Para solicitar la Real Licencia, Cayetano (que ya era marqués de Santiago) elevó a S.M. un memorial fechado el 8 de abril de dicho año y que obra en el mismo archivo y sección, leg. 10.037, expte. 3.
↑Ingresó en este colegio madrileño en 1769. Siete años después, en 1776, lo hizo también María Antonia Bernaldo de Quirós y Mariño de Lobera (nacida hacia 1770 y que se quedaría en el convento, profesando monja de coro). Las condiscípulas se convertirían en cuñadas al casar Soledad con el hermano de Antonia. Gloria Ángeles Franco Rubio, «Educación femenina y prosopografía: las alumnas del colegio de las Salesas Reales en el siglo XVIII», en Cuadernos de Historia Moderna n.º 19 (1997), pp. 171-182.
↑Al tratar de Soledad y su segundo marido, dice Fernández (op. cit., p. 132) que «empezaron siendo condes de Zeuweghen y marqueses de la Simada [sic], pero a la muerte de su hermano Fernando heredaron el marquesado de Santiago, que siempre prevaleció.» En efecto, el 6 de mayo de 1798 figuran ya como marqueses de Santiago en una escritura. Se trata de la carta de pago —otorgada por un apoderado del marido— de la hijuela que les había tocado en la partición de la herencia del marqués de Navahermosa. (AHPM, prot. 22.433, fol. 140, ápud Matilla Tascón, loc. cit., n.º 3).
↑Refiere la anécdota P.J. Fernández en la solapa de la camisa de su op. cit.
↑«M. de Santiago. Very profligate and loose in her manners and conversation, and scarcely admitted into female society. As the late Dss. of Alba and the Dow. Marquesa de Santa Cruz, however they may have indulged themselves, never wantonly violated decency in their conversation or deportment, but the Santiago is said to boast of her nocturnal revels. She is immensely rich. Her husband is a well-bred man, a Navarrese.» Elizabeth Lady Holland, The spanish journal (London, Longmans, 1910), p. 198-199. P.J. Fernández refiere (op. cit., sin citar la fuente) «una sátira de la época» según la cual «no había uno, chico o grande, en su casa, que no la hubiese tratado; llegando a tanto su desenvoltura que habiendo despedido a un paje, éste le suplicó que lo volviese a tomar, siquiera por las confianzas que había tenido; y ella le contestó: ¿A eso te agarras? Hasta el último galopín de la cocina me ha atacado, y el día que me dé la gana los pondré a todos en la calle». Con ser apócrifa, esta anécdota refleja la fama que se echaba la marquesa haciendo gala de un descoco que tenía mucho de pose.
↑Antonio García-Baquero González, «De la fiesta de los toros caballeresca al moderno espectáculo taurino: La metamorfosis de la corrida en el siglo XVIII», en Margarita Torrione (dir.), España festejante: el siglo XVIII (Málaga, Diputación, 2000, pp. 71-84), p. 79.
↑Este título era el vizcondado previo del marquesado de Campo Sagrado, y quedó cancelado por el Real Despacho de creación del principal. Aunque sin autorización legal, lo usaban los primogénitos de esta casa hasta que sucedían en ella. Antonio Bernaldo de Quirós figura así designado en numerosos documentos (como el expediente de Montesa de su hijo Antonio y su petición de curador, o los expedientes de Santiago de sus nietos Antonio y Pedro).
↑El marqués de Santiago y el de San Adrián, padres de los novios, elevaron memorial a S.M. solicitando licencia para este matrimonio. El memorial, junto con un informe emitido por el corregidor de Madrid a 27 de febrero de 1790, y el oficio comunicando la concesión de la Real Licencia, obran en el AHN, Consejos, leg. 9.967, a. 1790, expte. 1.
↑Para unir al marquesado de San Adrián, por Real Decreto de Carlos IV del 4 de octubre de 1802 y Real Despacho de 17 de diciembre del mismo año. Roberto Moreno Mórrison, Guía Nobiliaria de España 1945-1947 (5.ª ed. corregida y aumentada, Madrid, 1947), p. 113.
↑En vida de su padre, asistió a las Cortes de 1780 y 1794 representando a la casa de Falces de Olite. Y ya como Señor de San Adrián y Monteagudo, fue Procurador en las de 1801, 1817 y 1828. Siempre por el Brazo Militar.
↑La marquesa de Santiago y su segundo marido compartían una gran afición por el teatro y celebraban en su casa funciones privadas, en las que actuaban aristócratas aficionados y actores profesionales. En aquel momento de efervescencia teatral, y como ilustrados à la page que eran, militaban en el bando chorizo o moratinista. En 1796 se representó en su casa La Mojigata de Moratín (que no se estrenaría públicamente hasta 1804), haciendo la marquesa el papel principal. (Fernández, loc. cit.) Esta anécdota ha dado pie a que algunas fuentes repitan que la marquesa de Santiago era «actriz», lo que resulta impreciso.
↑Aunque lo habitual era que los maridos consignasen pensión a sus esposas, en este caso fue al revés porque ella era mucho más rica. Y aunque de la misma edad, su mala salud hacía presagiar que premoriría a su segundo marido. Por tanto elevó memorial a S.M. solicitando facultad para consignarle pensión sobre las rentas de sus mayorazgos. AHN, Consejos, leg. 13.479, n.º 1, y leg. 13.480, n.º 42. Documento reseñado por Emilio de Cárdenas Piera en Memoriales de títulos nobiliarios e hidalgos para obtener facultad y consignar renta de viudedad (Madrid, Hidalguía, 1989), p. 240, n.º 3.009.
↑Barón de Finestrat [José Luis de la Guardia y Pascual del Pobil], Nobiliario Alicantino (Aranjuez, Doce Calles, 2003), p. 22. Pasqual del Pobil en ABCGenealogía.
↑Tuvieron por hijo primogénito a Francisco de Paula María de la Asunción, que nació en Madrid, fue bautizado en la parroquial de San Sebastián el 15 de agosto de 1823 y murió niño. Obra su partida de bautismo en el ACA, Diversos, Sástago, caja 93 (ligarzas 10 a 19).
↑Por auto de Tiburcio del Barrio, Oidor Decano de la Real Audiencia del Principado y a testimonio del escribano Francisco Javier Mere. AHN, Consejos, leg. 24.468, pieza 11.ª, ff. 6v al 16r.
↑El historiador y arqueólogo asturiano Vicente José González García, en su obra de juventud La Casa de Quirós (Oviedo, 1958, p. 196-197) hace un resumen del objeto de este pleito y alegaciones de las partes, ilustrándolo con un árbol genealógico de las líneas a que pertenecían los litigantes, originadas en el siglo XVI por tres hijos de Sebastián Bernaldo de Quirós el Viejo.
↑Pruebas genealógicas de admisión aprobadas en 1793. AHN, Universidades, leg. 669, exp.94.
↑Prócer del Reino en las legislaturas de 1834-1835, 1835-1836 y 1836. Con expediente personal en el Archivo del Senado.
↑La solicitud de licencia para este matrimonio, firmada en mayo de 1808 por el marqués de Santiago, padre del novio, y acompañada del consentimiento del duque de Veragua, padre de la novia, obra en el AHN, leg. 9.841, a. 1808, exp. 4. La licencia fue despachada a favor de la duquesa de Veragua el 10 de junio de 1808 por el Gran Duque de Berg, Lugarteniente General del Reino por el Rey Intruso, y obra en el mismo legajo, expte. 3.
↑Era el novio a la sazón cadete de Guardias de Corps, y se practicó información genealógica de la novia, cuyo expediente obra en el AGMS. Se despachó Real Licencia el 3 de marzo de 1840. Enrique de Ocerin, [conde de Abásolo], Índice de los expedientes matrimoniales de militares y marinos que se conservan en el Archivo General Militar (1761-1865) (Madrid, Instituto Jerónimo Zurita, 1959), t. II, n.º 5.975.
↑Margarita Zabala Menéndez expone ampliamente la genealogía del barón de San Petrillo y la sucesión de este título en su Historia genealógica de los títulos rehabilitados durante el reinado de Don Alfonso XIII, t. VI (Logroño, San Martín, 2009), pp. 313-337. Algo también Carmen Sánchez-Gómez en su web Nuestros AncestrosArchivado el 24 de marzo de 2013 en Wayback Machine..
↑Nombrado por Real Decreto del 13 de diciembre de 1967. Tiene expediente en el Archivo del Senado.
↑Con los nombres de «Carlos Josef Enrique Francisco». Véase la partida obrante en el Archivo del Senado. Este niño nació en Madrid pocos días después de que abandonara la corte el Rey intruso, quien —viendo ya perdido el trono tras la Batalla de los Arapiles— partió hacia el Norte con su célebre «equipaje» y acompañado por un puñado de leales: entre ellos el marqués de San Adrián, abuelastro del neófito. El padrino de este bautismo —dato muy significativo— fue el nuevo Comandante General y Gobernador de la plaza: el Mariscal de Campo Carlos de España, noble realista francés partidario de Fernando VII (quien le crearía conde de España al acabar la Guerra).