Idioma chaná
El idioma Chaná[5] (autoglótonimo: lanték, que significa "hablar" o "idioma"; de lan, "lengua" y tek, un sufijo comunicativo)[6] y yaña, chaná) es una lengua charrúa habladas por el pueblo Chaná en lo que ahora es Argentina y Uruguay a lo largo de los ríos Uruguay y Paraná en los márgenes del Río de la Plata.[7][8] Fue hablado por el pueblo Chaná desde la época precolombina en la vasta región que hoy se encuentra entre la provincia de Entre Ríos, Argentina y Uruguay, y los ríos Uruguay y Paraná Guazú. Según las recientes narrativas de memoria oral,[9] en la antigüedad, habitaron territorios alrededor del actual margen brasileño del río Uruguay. Más tarde emigraron de este lugar a lo largo de los ríos Uruguay y Paraná desde el desagüe del río Iguazú y desde el río Paraguay hasta la ubicación actual de Asunción.[10] La documentación sobre el chaná es limitada. En 1815 el sacerdote Dámaso Antonio Larrañaga el se reunió con tres chaná ancianos que hablaban chaná en Uruguay y documentó en dos cuadernos lo que aprendió sobre la lengua chaná. Actualmente solo se conserva uno de esos cuadernos, que contiene 70 palabras.[11][12] Entre el 2004 y 2005, Blas Jaime, un habitante de la ciudad argentina de Paraná nacido en Nogoyá dio a conocer que conservaba por transmisión oral de su madre la lengua chaná. Se considera a Blas Jaime como el último hablante del chaná. Su conocimiento de esta lengua ha sido estudiado por el lingüista argentino J. Pedro Viegas Barros, quien llevó a cabo diversos estudios de morfosintaxis, fonética y fonología. Viegas y Blas Jaime hicieron un inventario de más de 250 vocablos y frases, entre ellas todas las palabras charrúas y chanás conocidas, ayudando a elaborar un diccionario del idioma que recopila unas 1000 palabras en chaná.[13][14][15][16][17][18][19][20][12][21][22] La UNESCO la reconoce como lengua viva pero también como "extremadamente amenazada" porque solo tiene un hablante nativo ya mencionado.[23] Por ello el chaná fue incluido por dicha organización en el Atlas interactivo Unesco de las lenguas en peligro en el mundo en el año 2010.[6] La Cámara de Diputados de la Provincia de Entre Ríos reconoció recientemente la necesidad de que el gobierno reconozca y proteja la lengua.[24] Aspectos históricos, sociales y culturalesUso y distribuciónBlas Wilfredo Omar Jaime (apodado en chaná: Agó Akoé Inó, lit. "perro sin dueño") o simplemente Blas Jaime, nació en la localidad de El Pueblito en la ciudad de Nogoyá en la Provincia de Entre Ríos el 2 de febrero de 1934. En la actualidad, vive en la ciudad de Paraná y es su único hablante nativo.[25][16][26][22] Aunque sin embargo, todavía existe la posibilidad de hayar otros hablantes del idioma.[21] El idioma históricamente lo hablaban los pueblos chaná, que habitaban en torno a los grandes ríos de la región (el Paraná y el Uruguay), el norte de la ahora provincia de Buenos Aires, el centro y sur de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, y el suroeste de la "Banda oriental" del Uruguay, actualmente estado de Uruguay.[26] El primer europeo en ingresar por el Paraná y publicar sus aventuras, Ullrico Schmidl, participante de la expedición de Pedro de Mendoza (1535), dice que chanás, timbúes, corondás y quiloazas compartían el idioma y las principales costumbres. Diccionario de Viegas-JaimeEl lanték ha sido reconocido como parte del "Patrimonio Cultural de la Provincia de Entre Ríos". El primer diccionario de la lengua fue publicado por la Editorial Provincial de Entre Ríos.[27] La publicación contenía un diccionario compilado por Don Blas Wilfredo Omar Jaime y un estudio enciclopédico de la cultura chaná. También había varios capítulos sobre la lingüística del chaná por Viegas Barros.[28] El estudio cultural chaná abarcó la cuarta y última sección del libro. Gran parte de la etnoliteratura chaná se obtuvo durante las sesiones de elicitación con Viegas Barros durante los siete años anteriores a la publicación del volumen. También incluye un CD de audio que incluye grabaciones de Don Blas hablando su lanték. Descripción lingüísticaClasificaciónLa teoría que autores como Bauzá, de la Sota, Ameghino y Araújo sostenían sobre la filiación lingüística guaraní de las lenguas indígenas de la región del Plata, Olaf Blixen la consideró completamente desacreditada. Sixto Perea y Alonso sugirió la tesis sobre la filiación arahuaca de las lenguas indígenas de la región —entre las cuales estaba el chaná—, aunque esta tesis la desestimó Blixen por carecer de valor científico. Benigno Ferrario propuso la vinculación del chaná con las lenguas matacas.[29] Fonología
Evolución diacrónica de la pronunciaciónSegún Viegas Barros (2015), los sonidos /tr/, /q/, /dr/, /w/ y /j/ solo tuvo registros en el chaná antiguo, mientras que /Ʒ/, /ʃ/, /x/ y /ɲ/ aparecen en el chaná moderno. Si bien /r/ y /ʔ/ tiene registros solo en el chaná moderno, el autor presume que estos dos sonidos estaban presentes también en el chaná antiguo.[31] Citando a Larrañaga (1923), expresa que en el chaná antiguo no existían consonantes fricativas sordas labiales o interdentales ni laterales palatales.[32] Esto también se observa en el chaná moderno.[31] En el chaná antiguo, según Larrañaga, habían consonantes geminadas («las letras duplicadas (...) tienen toda la fuerza de su duplicación»),[33] pero esta característica fonológica no está presente en el chaná moderno.[31] Para Viegas Barros, la falta de algunas consonantes como /ɲ/, /ʃ/, /r/ y /ʔ/ en el chaná antiguo quizá sea aparente debido al corpus lingüístico reducido de la muestra que tomó Larrañaga en el siglo XIX.[31] Por otra parte, algunas de las diferencias fonológicas podrían deberse a la evolución fonética de la lengua durante los dos siglos transcurridos desde la muestra de Larrañaga a la de Blas Jaime.[31] EscrituraEl chaná antiguamente habría carecido de un sistema de escritura.[34] En su trabajo de recopilación del idioma chaná, Dámaso Antonio Larrañaga utilizó el alfabeto latino para escribir el vocabulario chaná. En el chaná contemporáneo de Jaime y Viegas Barros, el chaná utiliza un sistema de escritura basado en el alfabeto latino, que consta de veintiséis caracteres; cinco vocales y veintiún consonantes: a, b, c, ch, d, e, g, i, j, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, r, rr, s, t, u, v, x, y, ꞌ.[30] GramáticaSintagma nominal y sustantivosEl uso de los sustantivos ocurre como determinantes del verbo representando el sujeto o como objeto directo. Además, también pueden funcionar como núcleo de predicado.[35] En el chaná actual el número del sustantivo no se indica salvo en dos casos: cuando un término se refiere a una parte del cuerpo añade un sufijo -á que podría indicar dual o plural, aunque no ha sido documentado en otros casos; y un sufijo de colectivo -át que significa «grupo de». Por ejemplo:[35]
Sin embargo, en el chaná antiguo el plural se señalaba añadiendo al sustantivo el sufijo -guát. Por ejemplo:[36]
Los sustantivos en el chaná moderno poseen dos géneros, masculino y femenino. El género cada sustantivo es el correspondiente de aquel en el idioma español. La marca de género femenino solamente se indica mediante un sufijo -a en el caso de tratarse de seres animados; en el resto de los casos —el género masculino en todos los casos y el femenino para el caso de los seres inanimados— no se marca. Por ejemplo:[35]
En el chaná del siglo XIX para señalar la hembra de una especie se añadía el sufijo -kai (derivado de la palabra ukái, hembra) al sustantivo. Por ejemplo:[37]
AdjetivosPor lo general los adjetivos se colocan después del sustantivo, aunque también pueden precederlo.[38] Esta característica ya se observaba en el chaná antiguo.[39] Algunos adjetivos admiten la marca de género, añadiendo el sufijo -a para marcar el femenino.[38] Respecto del número gramatical, en el chaná atestiguado por Larrañaga este se conservaba invariable y con la misma terminación tanto en el singular como en el plural, ya que esta característica era señalada por el sustantivo.[39] Verbos: sus tiempos y conjugacionesLa siguiente información corresponde al chaná antiguo, es decir, al registrado por Dámaso Antonio Larrañaga (1771-1848) en su informe Compendio del idioma de la nación chaná de 1815 en Santo Domingo de Soriano, al sur del Río Negro, Uruguay.[11][40] Hay cuatro verbos auxiliares usados con frecuencia:
Ti es artículo, los verbos rigurosamente son: ten, len, na, do. Los verbos son inconjugables, los tiempos se determinan por los auxiliares, así todos tienen la misma terminación. Esta regla tiene la excepción de la terminación dan que denota el pretérito. Ejemplos:
Cuando al verbo se añade el auxiliar, es para darle más fuerza. Entonces en el pretérito la terminación dán va agregada al auxiliar:
Tienen otra terminación común: mar. Se aplica a los verbos y a los sustantivos; sirve para dar a la expresión fuerza, gracia o ponderación, sin determinar tiempo. Hay tres tiempos verbales: presente, pretérito y futuro. El presente del infinitivo sirve a todos los presentes de este modo. Quitado el tí al presente del infinitivo, e iniciado con la persona o pronombre, se hace presente de indicativo:
El presente del modo subjuntivo no tiene modo de explicarse. Se varía la frase de modo que se exprese con el modo indicativo. El modo imperativo se explica y determina por el infinitivo sin la menor alteración. La gesticulación, el tono, la acción y actitud del cuerpo completarían el valor de la expresión para evitar confusiones. En cuanto al pretérito con la terminación dán, significan todos los pretéritos, imperfectos, perfectos y pluscuamperfecto de indicativo. La terminación do denota comúnmente la tercera persona de singular de los pretéritos. La voz chané es una terminación suelta destinada a significar la tercera persona de plural de todos los tiempos, pospuesta al verbo. Para el futuro usa solamente lo que vendría a ser en español "he de", con dos voces: madde (antepuesta) y marán (pospuesta), de igual fuerza aplicables indistintamente a todos los verbos:
El verbo queda en su terminación de infinitivo. No tienen en el infinitivo más que el presente, ni pretéritos o gerundios, ni estando o habiendo. Parafrasean las oraciones y les dan sentido con precisión. Hay pocas voces que puedan confundirse, generalmente cada cosa tiene su voz. Son lacónicos, a veces suprimen y subentienden el verbo, por ejemplo para decir "yo tengo hambre" usan Y hueiekás (Yo hambre); Y gueés (Yo sed). En la regla 26, se expresaba que los verbos algunas veces se "dimidian" colocando el pronombre en el medio. Se utiliza generalmente en las frases familiares:
Hay tres verbos simples negativos:
Aunque el autor no encontrado el motivo de esta regla, en las cláusulas interrogantes del último verbo que cierra la oración, y debe concluir en i:
Generalmente los verbos se posponen a todo, lo que daría a entender que el chaná antiguo en una lengua cuyo orden de oraciones es del tipo SOV (sujeto objeto verbo):
NumeralesEl sistema de numerales funciona tanto como cardinal como ordinal, con las siguientes unidades:
A partir de este punto, algunos numerales se forman combinados con otros numerales en sintagmas que funcionan como numerales propios:
Texto de ejemploA continuación, un mensaje de un padre a su hijo de 13 años que, según la cultura chaná, está entrando en la adultez. Fue conservado oralmente por don Blas Jaime y llevada a escrito por Viegas Barros.[41] Ote tato a'a tato'e: Banati amit tato'e Kaley angu uhe nantu ug baté tihwi Welkaymar hili kaley baté nantú Oyenden uhe okó ug dyoi opa bate ititi reta Oyenden opa uga pite'e ug bate tihwi Ita'i wa oté oblí baté nderé Ngan amit aywa Npen baté uga Tihwinem
Hacer hombre al hombrecito: Hijo mío, hombrecito: Recibe hoy el último castigo de tu padre En adelante sólo recibirás tu (propio) castigo Recuerda este castigo durante toda tu vida como un hombre Para que mejores tu viaje (por este mundo) Tienes mi bendición; Gana tú la de Tihwimen (dios chaná) Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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