La Huerta de la Priora fue un espacio verde desaparecido, situado al norte del Alcázar de Madrid.[1]
Historia
El origen de la huerta se debe a Alfonso VIII de Castilla (que reinó desde 1158 hasta 1214), quien mandó formar este espacio como lugar de recreo para su esposa, Leonor Plantagenet. Se situaba al noreste del Alcázar de Madrid, que por aquel entonces solo estaba constituido por construcciones alrededor de lo que luego sería el patio del Rey.
Hacia 1566 Felipe II compró la casa y jardín del boticario real Diego de Burgos, incluyéndolos en la Huerta de la Priora.[4]
Posteriormente el monarca ordena reformar este espacio: se construye la noria entre 1582 y 1586; y Gaspar Ordóñez reconstruyó el estanque en 1597.[5]Un año después, Honorato Pomar mandó crear dentro de la huerta, un jardín de yerbas, consistente en hierbas medicinales.[6]
Descripción
El espacio tenía una extensión de unos 17.000 metros cuadrados. Contaba con seis u ocho cuarteles, distintas fuentes y una noria que abastecía de agua la huerta.
Se cultivaban frutales y hierbas de todo tipo.[7]La huerta proveía de verduras y hortalizas a la Casa del Rey.[8]