Filiberto I de Saboya
Filiberto I de Saboya (Chambéry, 17 de agosto de 1465-Lyon, 22 de septiembre de 1482), llamado el Cazador, fue duque de Saboya desde 1472 hasta 1482. Era hijo del duque Amadeo IX de Saboya y de Yolanda de Valois.[1] Con tan solo ocho años de edad tuvo que suceder a su padre, muerto en Vercelli, siendo la regencia desempeñada por su madre, Yolanda. Cuando tenía once años, en cumplimiento de una alianza matrimonial, se casó con Blanca María Sforza.[2] El encarcelamiento en Rouvres de la regenteDespués de un período de relativa paz, la duquesa Yolanda tuvo que hacer frente a las ambiciones de su primo, el duque Carlos I de Borgoña (conocido como el Temerario). Tradicionalmente, los duques de Saboya eran aliados de Suiza,[3] conocida en la época por su considerable poderío militar, pero el creciente poder del duque de Borgoña presagiaba que una alianza con él sería fructífera y de no hacerlo corría el riesgo de quedar atrapada en una pinza por un acuerdo entre Borgoña y el Milanesado.[4] Yolanda, por tanto, cometió la imprudencia de aliarse con él y aceptó con gusto su apoyo militar pero, aunque fueron derrotados en las batallas de Grandson y Morat en 1476, está última frente a un enorme ejército de lanceros suizos,[5] que le costó al ducado de Saboya la pérdida del bajo Valais y de una parte del Vaud. Yolanda partió para unirse al duque de Borgoña, quien le reprochó una alianza secreta con Francia. En el apogeo de la ira, Carlos la secuestró por su capitán, Olivier de La Marche, y la mantuvo prisionera en el castillo de Rouvres. Su hijo, el joven Filiberto, había sido escondido en un campo de trigo por los fieles de la duquesa y logró regresar a Chambéry.[6] La situación se resolvió cuando Yolanda consiguió escaparse y hacer las paces con su hermano, el rey Luis XI de Francia. La duquesa regente regresó al Piamonte, donde, sin embargo, murió pocos años después, el 23 de agosto de 1478, en Moncrivello. El joven Filiberto contaba en ese entonces con apenas trece años. Reinado efímeroSu tío Luis entonces fue elegido para continuar la regencia. Sin embargo, los desacuerdos entre el ducado de Borgoña y el reino de Francia continuaron y nadie parecía terminarlo. Para tratar de encontrar una solución razonable, el rey Luis XI llamó a Filiberto a Francia, tratando de convencerlo de que dejara el gobierno de los estados de Saboya en manos de sus tíos, en parte debido a que el joven duque pasaba su tiempo cazando y organizando festejos en la corte. Muerte y sucesiónEl joven duque Filiberto I de Saboya murió en 1482, a la edad de 17 años, tras una partida de caza. Algunas sospechas de envenenamiento fueron adelantadas por algunos. Sus entrañas fueron depositadas en la antigua iglesia del convento de Célestins en Lyon.[7] Su cuerpo fue enterrado en la abadía de Hautecombe, situado junto a los de sus familiares. El ducado de Saboya pasó a su hermano, Carlos I, y su viuda, Blanca María Sforza, todavía una niña, se volvió a casar en 1494 con el emperador Maximiliano I del Sacro Imperio Romano Germánico. Véase tambiénAncestros
Referencias
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