Diócesis de Jericó
La diócesis de Jericó (en latín: Dioecesis Iericoënsis) es una circunscripción eclesiástica de la Iglesia católica en Colombia. Se trata de una diócesis latina, sufragánea de la arquidiócesis de Medellín. Desde el 13 de junio de 2013 su obispo es Noel Antonio Londoño Buitrago, de la Congregación del Santísimo Redentor. Territorio y organizaciónLa diócesis tiene 3000 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en 15 municipios del departamento de Antioquia: Andes, Betania, Betulia (excepto el corregimiento de Altamira, que pertenece a la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia), Ciudad Bolívar, Caramanta, Concordia, Hispania, La Pintada, Jardín, Jericó, Pueblorrico, Salgar, Tarso, Támesis y Valparaíso. El territorio de la diócesis está situado en el llamado Suroeste de Antioquia, y localizado sobre la margen occidental del río Cauca. Limita con la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia por el norte; por el oriente con la diócesis de Caldas; por el sureste con la arquidiócesis de Manizales; por el sur con la diócesis de Pereira; y con la diócesis de Quibdó por el occidente. La sede de la diócesis se encuentra en la ciudad de Jericó, en donde se halla la Catedral de Nuestra Señora de las Mercedes. En Jardín se halla la basílica de la Inmaculada Concepción. En 2021 en la diócesis existían 30 parroquias agrupadas en 4 vicarías foráneas: Nuestra Señora de las Mercedes, San Pablo, San Pedro y San Juan Bautista:
HistoriaLa diócesis de Jericó fue erigida el 29 de enero de 1915 mediante la bula Universi Dominici Gregis del papa Benedicto XV, derivando el territorio de la diócesis de Antioquia (hoy arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia); la nueva diócesis pasó a ser sufragánea de la arquidiócesis de Medellín.[1] En 1916 se inauguró el seminario, dedicado a san Juan Eudes y encomendado a la Congregación de Jesús y María (padres eudistas). De allí se formaron sacerdotes que influyeron notablemente en la vida de la región como es el caso del presbítero Francisco Luis Lema, y el de Arturo Correa Toro. El 5 de febrero de 1917 mediante la bula Quod Catholicae Religionis se unió aeque principaliter a la diócesis de Antioquia y al mismo tiempo se amplió con el territorio de El Carmen de Atrato que pertenecía a la prefectura apostólica del Chocó. La bula estableció que la sede de las dos diócesis unidas era la ciudad de Jericó. La unión aeque principaliter fue motivada por el hecho de que, con la misma bula, la diócesis de Antioquia quedó reducida a sólo nueve parroquias para la erección de la diócesis de Santa Rosa de Osos.[2][3] Además, a mediados de 1917 se recibió comunicación de que tres de estas parroquias pasarían a la prefectura apostólica de Urabá,[4] erigida en el año siguiente. La unión aeque principaliter duró hasta el 3 de julio de 1941, cuando, mediante otra bula llamada Universi Dominici Gregis,[nota 1] el papa Pío XII estableció la separación de las dos diócesis. Al mismo tiempo, Jericó cedió una porción de su territorio a la diócesis de Antioquia (Anzá, Caicedo y Urrao).[5] El 8 de abril de 1954 cedió el territorio del municipio de El Carmen de Atrato al vicariato apostólico de Quibdó (hoy diócesis de Quibdó) mediante el decreto Apostolica sedes.[6] EstadísticasSegún el Anuario Pontificio 2022 la diócesis tenía a fines de 2021 un total de 232 790 fieles bautizados.
Episcopologio
Véase también
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
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