Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones
Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones (Guadalajara, 1444 - Madrid, 14 de octubre de 1502) era hermano del II conde de Tendilla, y nieto del Marqués de Santillana. BiografíaFue el segundo cardenal de los Mendoza; estudió en Salamanca comenzando su carrera eclesiástica como ayudante de su tío el cardenal Mendoza, cuando este era obispo de Plasencia en 1481. Luego fue nombrado obispo de Palencia[1] y más tarde arzobispo de Sevilla en 1485,[2] favoreciendo los ideales del humanismo cristiano, las artes y las artes.[3] También fue nombrado patriarca de Alejandría y cardenal de Santa Sabina en 1500.[4][5] Algunos autores lo mencionan también como obispo de Sigüenza, aunque esto es un error historiográfico.[6] SepulturaFue enterrado primero en el monasterio jerónimo de Santa Ana de Tendilla del que había sido un importante y benefactor patrono, pero se trasladaron sus restos a la Capilla de la Virgen de la Antigua de la catedral de Sevilla, a un sepulcro de mármol, obra de Domenico Fancelli por encargo de su hermano Íñigo, con un elegante epitafio renacentista en latín.[7] Referencias
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