La expresión fue acuñada por el historiador Jerónimo Zurita (1512-1580) en los Anales de la Corona de Aragón, que se terminaron de publicar en 1579. Llama al emblema «cruz de Íñigo Arista», porque derivaría de este monarca pamplonés, de quien afirmaba eran descendientes los reyes históricos de Aragón desde Ramiro I. Ramiro, hijo primogénito del rey de PamplonaSancho III el Mayor, se convirtió en el 1035 en el primer rey de Aragón, al heredar dicho año el reino de Aragón a la muerte de su padre. En el reverso de las monedas acuñadas en Aragón bajo el reinado de Sancho Ramírez, hijo y sucesor de Ramiro I, aparece una cruz procesional sobre vástago con florituras a los lados, imagen que en la Edad Moderna se asociará con el emblema de la encina de Sobrarbe,[1] distinta de la cruz que empleaba su padre como signum regis.
Según otra tradición, auspiciada desde las altas instancias de la Corona desde el reinado de Pedro IV el Ceremonioso, este fue el emblema personal del monarca, identificándolo el signum regis, o firma que usaba Ramiro I en los documentos, ya que empleaba para este cometido una cruz patada.
Evidencias historiográficas
No hay constancia de la existencia de la cruz patada y apuntada en el brazo inferior de argén sobre campo de azur como escudo heráldico hasta el siglo XIV, a lo que hay que añadir que en época de Ramiro I (siglo XI) no existían las armas de señal, que nacen en Francia hacia 1120 y llegan a la península ibérica a mediados del siglo XII.
REDONDO VEINTEMILLAS, Guillermo, Alberto Montaner Frutos y María Cruz García López, Aragón en sus escudos y banderas, Zaragoza, Caja de la Inmaculada, 2007 (Colección Mariano de Pano y Ruata, 26). ISBN 978-84-96869-06-6.