Campo de Concentración de Isla Dawson
El campo de concentración de Isla Dawson fue un campo de concentración creado durante el inicio de la dictadura militar chilena de Augusto Pinochet para recluir a presos políticos afines al gobierno de Salvador Allende, derrocado tras el golpe de Estado de 1973. Se ubicó en la Isla Dawson, hasta su cierre y desmantelamiento en octubre de 1974.[1] Ubicación y condiciones climáticasEl centro de detención se ubicó en Isla Dawson, una isla de la provincia de Magallanes en la zona austral de Chile. La isla se caracteriza por su emplazamiento particularmente inhóspito, debido a los fuertes vientos y las bajas temperaturas, comúnmente bajo cero.[1] HistoriaEl 16 de septiembre de 1973, solo cinco días después del golpe de Estado, la Armada de Chile instaló en Isla Dawson los campos de concentración de Río Chico y Compingin. La mayoría de los presos provenientes de Santiago fueron retornados a dicha ciudad en junio de 1974.[1] Varios de ellos fueron exiliados. De los prisioneros provenientes de Punta Arenas y alrededores (la mayoría), algunos fueron liberados, mientras que otros trasladados a la Cárcel de Punta Arenas. El campo de concentración Isla Dawson cerró en octubre de 1974, para posteriormente ser desmantelado.[1] AdministraciónEl campo de concentración de Isla Dawson estaba bajo la jurisdicción de la División del Ejército asentada en Punta Arenas, siendo custodiado por Infantes de Marina y efectivos del Ejército, quienes se alternaban en el lugar.[1] Violaciones de los derechos humanosEn este campo de concentración se detuvo a 400 presos políticos oriundos de Punta Arenas y alrededores, así como varias decenas de dirigentes de la Unidad Popular. Estos dirigentes fueron trasladados esposados y sin abrigos desde Santiago de Chile a Punta Arenas, y luego en barco hasta la isla.[1] A los presos se les obligó a realizar trabajos forzados relacionados con mejoras de infraestructura del lugar, tales como la instalación de postes, la construcción y apertura de zanjas y canales, la extensión del sistema de alumbrado público y de postes telefónicos, cargar camiones con rocas, limpieza de caminos, acarrear ripio y otros materiales. También se les hacía trabajar en un pantano sacando fango y vegetales descompuestos. Todo esto sin protección ni ropa adecuada, y en condiciones precarias de trabajo. Además se efectuaron simulacros de fusilamiento.[1] Durante el presidio no se permitieron visitas de familiares, y toda la correspondencia y encomiendas pasaba por rigurosos procesos de censura.[1] El exministro del Interior y Defensa de Salvador Allende, José Tohá, fue retornado a Santiago en febrero de 1974, producto de una seria desnutrición. Fue torturado y asesinado por estrangulamiento en el Hospital Militar de Santiago.[1] Prisioneros políticosAlgunos de los prisioneros políticos en la isla, durante las distintas fechas de la dictadura militar, fueron los siguientes:[2][3]
Obras relacionadas
Véase también
Referencias
Bibliografía
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